El Galapagar ya firma el mejor debut de la historia del fútbol serrano en categoría nacional

Los arlequinados superan ampliamente los registros de San Lorenzo, CUC Villalba y Cercedilla, con el matiz de que la actual Tercera División es sólo el quinto escalón del fútbol español.

Cuatro equipos de este lado de la Sierra han jugado en categoría nacional en cuatro épocas distintas: la Unión Deportiva San Lorenzo, a partir de 1951; el Unión Collado Villalba, desde 1996; el Atlético Cercedilla, que debutó en 1999; y el Club Deportivo Galapagar, esta misma temporada. Transcurridas 36 jornadas de la nueva Tercera RFEF, en las que el Galapagar ha jugado 34 partidos –ya ha cumplido con las dos jornadas de descanso preceptivas en una liga impar, con 21 equipos-, ya se puede extraer un dato que será inamovible ocurra lo que ocurra en las seis jornadas que quedan por disputar: el Galapagar firmará por números el mejor debut en categoría nacional de la historia del fútbol serrano. Aun perdiendo todo, acabaría la liga obteniendo un 40% de los puntos en juego (48 sobre 120 posibles), y sus 14 victorias actuales supondrían que habría ganado un 35% de los partidos, porcentajes que superan con claridad a los de sus predecesores.

Once titular del CD Galapagar en su último partido disputado hasta ahora en Tercera RFEF, el pasado fin de semana ante el Rayo Vallecano B

El mejor de ellos por números en la temporada de su debut era hasta ahora el Atlético Cercedilla, con un 23,68% de victorias y un 35,08% de los puntos en la temporada 1999/2000, cuando logró la permanencia con 40 puntos en 38 partidos; después vendría la legendaria Unión Deportiva San Lorenzo, con el 23,3% de victorias y el 30% de los puntos, obtenidos en la temporada 1951/1952; y por último, el Unión Collado Villalba, que pese a ser el club serrano con más participaciones en Tercera División, con ocho, se estrenó en Tercera con sólo un 19,04% de victorias y un 24,6% de los puntos, registros que le costaron el descenso de categoría en 1997.

La irrupción del Galapagar en el fútbol nacional también arroja otro dato llamativo: con 14 victorias ya logradas en 34 partidos, iguala en ese apartado lo obtenido por el Atlético Cercedilla en la suma de las dos campañas en las que militó en el Grupo VII, en las que ganó nueve partidos en la primera y cinco en la segunda, la de su descenso a Preferente. En este apartado, el estreno del Galapagar supera ya en seis victorias al del Unión Collado Villalba, y en siete al de la Unión Deportiva San Lorenzo, si bien el club gurriato debutó en una liga de sólo 16 equipos y 30 jornadas.   

Sólo un descenso en el debut

Para hacer buena esa superioridad estadística sobre sus predecesores, el Galapagar necesita certificar la permanencia en las seis jornadas que quedan por disputar en Tercera RFEF, una categoría que se ha estrenado con el cupo de descensos más alto de la historia: siete equipos, que pueden ser ocho en caso de que no se produzca un segundo ascenso madrileño a Segunda RFEF en los playoff, aparte del que está estipulado para el campeón de liga. Los precedentes hablan de que sólo el Unión Collado Villalba descendió a Regional tras su primera temporada en Tercera (1996/1997), entonces con 22 equipos y un cupo de cinco descensos.

Los villalbinos acabaron en el puesto 20, con 31 puntos sumados en ocho victorias, siete empates y 27 derrotas, y cayeron a Preferente junto a Orcasitas, Fortuna, Villaverde Boetticher y Vicálvaro. Los otros dos estrenos serranos sí tuvieron mejor suerte: el San Lorenzo logró la permanencia en la 1951/1952 acabando 14º, por delante de los dos descendidos, la Gimnástica Segoviana y el Real Ávila; y el Atlético Cercedilla logró su gran objetivo de la campaña 1999/2000 terminando 16º con 40 puntos, para dejar por detrás al cupo de cuatro descendidos de aquel año: Puerta Bonita (36 puntos), AD Colmenar Viejo (36), Real Carabanchel (32) y Villaviciosa (29).

De los datos entre épocas se extrae una conclusión: nunca antes una liga de Tercera División obligó a los equipos a sumar cerca del 50% de los puntos en juego para salvarse, lo que otorga a la actual Tercera RFEF una peculiaridad histórica que ha situado muy alto el listón a superar por el Galapagar. Con 48 puntos ya sumados, el equipo arlequinado todavía necesita algo más para la salvación matemática, un objetivo que podría situarse en el entorno de los 55 puntos, según la proyección actual. En cualquier caso, sus registros ya son para guardar en los anales de los más de 70 años de historia del fútbol serrano de categoría nacional, dividida en cuatro etapas a partir de 1951, año del debut del San Lorenzo. Otra cosa son los matices de cada una de ellas, con las diferentes reestructuraciones de la competición de Tercera División y su incidencia en el nivel de los equipos, la distribución geográfica de los grupos y las peculiaridades de cada época. Para completar este lado más subjetivo en la comparativa, lo mejor es poner en contexto los números de los estrenos en el fútbol nacional de los tres equipos que precedieron al Galapagar en su aventura más allá de la Regional.

UD San Lorenzo (1951/1952)

El caso más paradigmático para explicar esa subjetividad es el de la Unión Deportiva San Lorenzo, que tras su refundación de 1948 logró cuatro ascensos consecutivos para plantarse en una Tercera División que, entonces, sí se correspondía con el tercer escalón del fútbol español. El legendario equipo dirigido por el austríaco Kurt Elkan se proclamó sucesivamente campeón de Segunda Regional Ordinaria y Segunda Regional Preferente –en ésta ganó la liga con 138 goles a favor y una sola derrota- , para saltar a la durísima Primera Regional Ordinaria de aquellos años, en la que también terminó arrollando: ganó la Liga de la campaña 1950/1951 con 53 puntos, imponiéndose en 25 de los 34 partidos, con tres empates y seis derrotas, y anotó 117 goles con la famosa delantera formada por Zamorina II, Miguel Casado, Valverde, Antonio Jiménez Zapatilla y Francés. En esa competición regional ya figuraban equipos como el Leganés, la Ferroviaria, el Carabanchel, el Aranjuez o el Getafe Deportivo.

En una liga de dos puntos por victoria, el San Lorenzo aventajó en ocho al segundo clasificado, la Sociedad Recreativa Boetticher y Navarro, para firmar su primer ascenso a Tercera División. Los gurriatos debutaron en ella en 1951, quedando encuadrados en Grupo IV, el de los equipos castellano manchegos, castellano leoneses, madrileños y extremeños, con nombres como el Rayo Vallecano, el Puertollano, el Manchego, el Deportivo Guadalajara, el Mérida, el Toledo, o el a la postre campeón, el Cacereño. El San Lorenzo salvó la categoría como antepenúltimo, dejando por detrás la zona de descenso que ocuparon la Gimnástica Segoviana y el Real Ávila. Los gurriatos mantuvieron la categoría tres temporadas más, hasta la de 1954/1955, cuando cayeron de nuevo a la Primera Regional Ordinaria. Después jugaron otras dos temporadas más en Tercera División, entre 1959 y 1961.

Unión Collado Villalba (1996/1997)

El Club Unión Collado Villalba fue el segundo equipo serrano en saltar a categoría nacional, tras superar en junio de 1996 un memorable cruce de promoción ante El Álamo, al que había logrado clasificarse tras acabar segundo en el Grupo 1 de Preferente, tras el Vicálvaro. Los amarillos superaron la eliminatoria ganando los dos partidos, el de ida por 3-2 y la vuelta, en El Álamo, por 0-1, y consiguieron el mayor logro desde su fundación, en 1972. Sin embargo, su primer proyecto en la entonces cuarta categoría nacional –la Segunda División B era la categoría de bronce desde su creación en 1977- nació torcido: el cambio directivo tras el ascenso desarticuló el equipo y su cuerpo técnico, y el nuevo entrenador elegido para el reto en categoría nacional, José Antonio García Carrobles, fue destituido en pretemporada.

El resultado de todo ello fue que el Villalba perdió comba desde el inicio, cosechando 15 derrotas en los 21 partidos de la primera vuelta, y terminó descendiendo como antepenúltimo, sólo por delante del Vicálvaro y del Villaverde Boetticher, y a 21 puntos de la salvación que marcó el Puerta Bonita. Ese año, ya en una liga con tres puntos por partido ganado, el Rayo Majadahonda fue campeón con 77, y completaron la zona de playoff el Santa Ana, la RSD Alcalá y el Leganés B. El Villalba no regresó a Tercera División hasta la temporada 2004/2005, cuando logró el segundo de sus cuatro ascensos al Grupo VII, pero actualmente sigue siendo el club serrano con más participaciones en categoría nacional, con un total de ocho, dos más que la Unión Deportiva San Lorenzo.

Atlético Cercedilla (1999/2000)

El Atlético Cercedilla hizo historia en 1999 al convertirse en el tercer club serrano en saltar a categoría nacional, además como representante de una de las poblaciones españolas más pequeñas en lograrlo. El club parrao lo consiguió tras experimentar un espectacular salto cualitativo en la segunda mitad de los años noventa, cuando pasó de ser un asiduo de la Segunda Regional a erigirse en equipo de categoría nacional, gracias a tres ascensos en el intervalo de seis años. De la mano del entrenador Antonio Gómez Cala, procedente del Pozuelo, el Cercedilla saltó a Preferente en 1997 y, tras un intento fallido en la promoción de 1998 ante el Aravaca, logró el ascenso a Tercera División al año siguiente, gracias a una temporada espectacular: ganó la Liga con 74 puntos, cuatro más que la Unión Deportiva Barrio del Pilar y 16 más que el Unión Collado Villalba, con 22 victorias y sólo cuatro derrotas en 34 jornadas, anotando la friolera de 76 goles, 56 de ellos obra de un tridente ofensivo mágico, el formado por Miguel Colón, Juan Nieto y Damián.

Como en el caso del Villalba, el entrenador del ascenso no continuó y el Cercedilla afrontó su debut en Tercera División con un nuevo técnico, Teo Lázaro. Con él al frente, el Cercedilla se sobrepuso a un mal comienzo, con cuatro derrotas consecutivas y, tras ganar sucesivamente al Getafe B y a la RSD Alcalá, emprendió la remontada hacia la zona media de la tabla, para acabar salvándose matemáticamente en la penúltima jornada con un empate en el campo de El Telégrafo ante el Rayo Vallecano B. Los parraos acabaron con 40 puntos, después de nueve triunfos, 13 empates y 16 derrotas en las 38 jornadas de una liga en la que dejaron por detrás a los cuatro equipos descendidos: Puerta Bonita, Colmenar, Real Carabanchel y Villaviciosa. Fue el año en que el Coslada hizo historia de la mano de Pepe Mel, que debutó en los banquillos haciendo campeón al cuadro del Corredor con 80 puntos, dos más que el Real Madrid C, nueve más que el Santa Ana, y 12 más que la RSD Alcalá, equipos que le acompañaron en el playoff.

El Cercedilla ya no pudo aguantar la categoría en la siguiente temporada, en la que, de nuevo con Antonio Gómez Cala al mando, pero con bajas importantes en la plantilla, acabó último con 21 puntos, a 17 de la salvación que marcó el San Fernando, y a 12 del penúltimo clasificado, el Atlético de Madrid C. El saldo fue de sólo cinco triunfos en 38 partidos, con 86 goles encajados. Desde aquel descenso, el Cercedilla no ha vuelto a categoría nacional y hoy es colista en el Grupo 1 de Tercera Regional, la división más baja del fútbol federado.   

Jaime Fresno

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