El CUC Villalba toma vuelo ante el Fuenlabrada Promesas (2-1)

Segunda victoria consecutiva en un partido muy completo de los de Pepón, que aseguraron los tres puntos con goles de Juancar y Vivi y mantuvieron a raya al potente equipo de Peragón en su arreón final.

 

El CUC Villalba tumbó al Fuenlabrada Promesas en un partido muy completo y Pepón López Cortijo seguirá siendo su entrenador, al menos hasta el siguiente derrape en alguna de las cerradísimas curvas que tiene la Tercera RFEF. El técnico de Becerril de la Sierra tuvo tres de inicio, por detalles, algunos muy crueles, como el de Vallecas en el tramo final ante el Rayo, y llegó a Aranjuez pendiente de un hilo. Allí, en El Deleite, el equipo le respondió con un 0-2 incontestable; y este domingo lo volvió a hacer, doblegando a uno de los filiales llamados a estar arriba, como es el de Roberto Peragón.

El Villalba ganó 2-1 y lo hizo con todas las de la ley, con noventa minutos muy buenos, adelante, atrás y en el medio, plenos de concentración, de derroche, ganas y fe en sus posibilidades. Ganó a un equipazo, un Fuenlabrada Promesas al que es de todo punto erróneo medir en función de su pobre situación clasificatoria, igual que resulta descabellado usar la vara de Preferente para rebajar las dimensiones del triunfo, como hicieron algunos en la grada, segura y básicamente los que esperaban una catarsis. De momento, el Villalba, recién ascendido y con uno de los presupuestos más bajos, mantiene el tipo: es noveno en Tercera RFEF, empatado a seis puntos con el Galapagar y el Pozuelo, y está a tiro de un partido de la zona playoff. Por si alguien quiere ser optimista.

Gol de peso de Juancar

Pepón fue a jugarse el segundo match-ball con el mismo equipo que salvó el primero en Aranjuez, es decir, renovó su apuesta por Taillet bajo palos y por Ruí como central. El portero empezó por sacarle una buena mano a Pablo Montero en el minuto 4, y el segundo se destacó desde el principio como uno de los mejores del partido, con el mérito añadido de atender a las porfías de su compañero Gonzalo Talavera, condicionado casi de inicio por unatarjeta amarilla. A sus 37 años, Ruí ya no es aquel tremendo lateral de 18 años de zancada larga que deslumbró en el Villalba campeón de Juan Carlos Argenta, sino un imponente central cuya experiencia le hace estar siempre en el sitio, al tiempo que transmite una seguridad y una tranquilidad fuera de lo común en todo lo que hace. Acabó firmando una gran actuación.

El partido se ahorró la fase de tanteo y dio noticias ya en los primeros instantes, cuando el Fuenlabrada Promesas asomó con dos disparos, producto de una puesta en escena tan valiente como se presuponía, si bien el Villalba a punto estuvo de responder con el 1-0, cuando Vivi agitó por su banda izquierda y forzó un balón atrás que Bassim, llegando en carrera, quiso poner en la escuadra, como el día del Trival. El disparo se le fue al centrocampista a un metro del palo izquierdo de la portería de Quintela. En apenas seis minutos el partido había deparado tres finalizaciones, algo poco usual en los fríos inicios de la Ciudad Deportiva.

Tras el frenesí inicial, el partido se estabilizó y el juego entró en una especie de batalla táctica por sectores en la que el Villalba mantuvo el tipo en cada duelo, algo nada fácil ante el despliegue físico y el criterio de jugadores como Stephen y Yanike, dos centrocampistas superiores cuando el ritmo es alto. La pelea por el balón fue cayendo levemente del lado fuenlabreño, con el dúo africano al mando, pero la respuesta defensiva del Villalba fue muy buena, con Ruí dominando por tierra y aire. Los únicos resquicios llegaron por el costado derecho, cuando primero Álex Blanco ganó la espalda de Mendi, para luego no encontrar rematador en su pase de la muerte; y desde esa banda llegó la ocasión más clara, cuando Miguel Valverde, libre de marca en el segundo palo, se quedó con el molde al intentar rematar un balón franco de gol que venía repelido tras un córner botado por Pablo Montero, en una pifia clamorosa del joven ecuatoriano. A la siguiente, quien no perdonó fue Juancar, tras una espléndida acción de estrategia a balón parado del Villalba: Diego Altamirano marcó con los brazos levantados, puso el córner pasado y muy llovido, Vividevolvió al área, y por allí apareció el lateral derecho para cruzar un remate de cabeza a palo cambiado.

El gol del 1-0 puso una efervescencia especial al final de la primera parte, con los jugadores yéndose al banquillo en enjambre a celebrar con sus entrenadores y, al poco, con una ocasión final para el 2-0, en un tiro de Agus Gallego que Quintela se tuvo que sacar de encima como pudo. El Villalba se fue a la caseta con inercia ganadora y con la satisfacción de ver como esta vez los detalles le eran favorables.

Gol de Vivi

A vuelta de vestuarios, el partido siguió como si no hubiera habido descanso, con Juancar dando un primer aviso rompiendo por su banda, en una jugada en la que, sin compañía cercana, no supo terminar bien, y con Vivihaciendo un golazo, después de una colada por la izquierda trenzada entre Mendi y Agus Gallego para que el extremo de Cerceda culminase al toque con un disparoal ángulo, inapelable para Quintela. El portero del Fuenlabrada Promesas aún tuvo que emplearse para evitar el 3-0, en otro disparo de Juancar que resultó muy precipitado, puesto que el lateral había provocado con su conducción un aclarado a su derecha que dejaba el camino libre hacia el gol a Altamirano. Juancar no vio ese pase y su tiro salió flojo, asequible para Quintela.

Ese momento crítico en que el partido estuvo para la sentencia serrana también duró lo que el Fuenlabrada Promesas tardó en asimilar el sustancial cambio que había introducido Peragón al descanso, cuando el técnico azulón prescindió de Guti, uno de sus centrales, dio entrada a un extremo puro, Marcos de Loma, y recompuso atrás llevando a Iñaki León del lateral al eje de la zaga, a fin dedar toda la banda derecha a Álex Blanco. Con esa reestructuración, el Fuenlabrada Promesas logró su objetivo de descoser un poco más el partido, en busca de que el desgaste acabase con las ayudas y generara más situaciones de uno contra uno. No obstante, el gol del 2-1 no llegó por ahí, sino más bien tuvo que ver con una desatención, quizá la única de todo el partido de la zaga villalbina, cuya espalda ganó con suma facilidad Pablo Montero, tras un preciso cambio de orientación, para plantarse solo ante Taillet y batirlo en su salida.

Los jugadores celebraron los goles con Pepón y sus ayudantes, cuestionados tras las derrotas iniciales y avisados de una posible destitución en caso de derrota

Quedaba media hora y, lejos de achicarse, el Villalba aceptó el envite y soltó dentelladas muy peligrosas, a partir del espectacular despliegue de un Bassim que apareció por todos los sectores del campo para jugar con criterio, guardar el balón y dar aire en las salidas. Pepón entendió que era el momento de dar acompañamiento a su centrocampista con más piernas, y metió a Álvaro para ganar pase, y a Álex Krehl para percutir a campo abierto. El ex del Galapagar no tardó en dejar su sello, cuando rompió por el pasillo central, se fue con una zancada tremenda hacia el área y pifió el remate de gol, que salió flojo y mordido, cuando la potencia de la acción invitaba a pensar que iba a romper la red.

Jugando al máximo riesgo, con las bandas muy abiertas y una acumulación por dentro de gran calidad, el Fuenlabrada Promesas hizo suyos los minutos finales, pero el Villalba, como durante todo el partido, lo mantuvo a raya con un enorme ejercicio de concentración, colocación y derroche físico. El pulso final se zanjó con una ocasión por bando: un golpe franco a un metro de la raya frontal que Marcos de Loma chutó desviado, y un contragolpe del Villalba entre Vivi, Álex Krehl y Bassim que el centrocampista, probablemente ya exhausto, no pudo finalizar. Hubiera sido la culminación de su gran partido, uno más tras el que firmó en Aranjuez. Pero eso terminó por no importar para la consecución del premio colectivo de los tres puntos. Un botín más que merecido para un Villalba que toma vuelo.

CUC VILLALBA: Álvaro Taillet; Juancar, Ruí, Gonzalo Talavera, Mendi; Luis Juárez, Bassim; Diego Altamirano(Álvaro, 67’), Agus Gallego (Richi Povedano, 77’), Vivi(Fernando Zaragoza, 84’); y Braiden (Álex Krehl, 67’).

FUENLABRADA PROMESAS: Adrián Quintela; Iñaki León, Guti (Marcos de Loma, 46’), Aarón, Merino; Stephen; Álex Blanco, Pablo Montero (Adalberto, 62’), Yanike (Moha, 84’), Jaime Garrido (Pablo Sopale, 62’); y Valverde.

ÁRBITRO: Sánchez Moraga. Mala actuación  

GOLES: 1-0, Juancar (36’), 2-0, Vivi (47’). 2-1, Pablo Montero (61’).

INCIDENCIAS: Partido de la 5ª jornada en el Grupo VII de Tercera RFEF, con unos 350 espectadores en la Ciudad Deportiva de Collado Villalba.

Jaime Fresno

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