Paco Díez: “Hay que saber las condiciones que se han firmado, pero por poder, se puede dar una fusión por absorción”

El presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid se pronuncia sobre el acuerdo de filialidad de diez años entre el CUC Villalba y el Atlético de Madrid.

Paco Díez, reelegido en la pasada primavera para un tercer mandato como presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid (RFFM), no oculta su preocupación por el futuro del CUC Villalba, tras el convenio de filialidad de diez años firmado el pasado mes de junio con el Atlético de Madrid. Camino de los ocho años en el cargo, pero con una experiencia como directivo en la Madrileña que data de 1990, Paco Díez es un gran conocedor del fútbol serrano, no sólo por su bagaje federativo, sino también por su condición de vecino de la comarca, dos puntos de vista que le permiten tener una primera opinión sobre el acuerdo que, leyéndole, abunda en la idea de que pueden estar en juego los casi 53 años de historia del CUC Villalba, el club deportivo más antiguo de Collado Villalba, ante la posibilidad, que nadie termina de negar, de que el primer equipo pase a ser la próxima temporada el Atlético Madrid C.

De producirse el cambio sería el fin, al menos momentáneo, del fútbol de categoría absoluta en Collado Villalba, dado que el otro club de la localidad, el CF Collado Villalba, trabaja con equipos sólo hasta la categoría juvenil, y que el Atlético Villalba, fusionado por la fórmula de la absorción con el CUC Villalba, ya no consta como dado de alta en el Registro de Entidades Deportivas de la Comunidad de Madrid, según confirmó el propio Paco Díez en el transcurso de esta entrevista.

Paco Díez
Paco Díez, este verano en Robledo de Chavela, donde asistió al partido entre el equipo local y el CD Galapagar

 

¿Qué va a pasar con el fútbol en Collado Villalba, cómo interpreta el acuerdo de filialidad que el CUC Villalba ha firmado con el Atlético de Madrid?

El tiempo dirá qué es lo que vamos a tener. Como todo en la vida, los acuerdos pueden ser positivos o negativos. Antes de nada, hay que explicar, porque mucha gente no lo sabe, que las filialidades las aprueba la Real Federación Española de Fútbol. Creo que la alarma surgió con el tema del juvenil; el juvenil del CUC Villalba había ascendido a Autonómica y hay una normativa que dice que no puede subir. Si en Autonómica tenemos dos grupos y el Atlético de Madrid tuviera solo un equipo en la categoría, pues el Villalba iría a un grupo y el Atlético a otro, y ahí no pasaría nada. Pero como el Atlético de Madrid tiene a dos equipos en Autonómica, por la limpieza de la competición uno va a un grupo y el otro, al otro; y el Villalba no puede subir porque no sería muy claro que coincidiera en un grupo como equipo dependiente. Como hace tiempo pasó, con algún tema escabroso, hace dos años la Federación Española cambió la norma y es así como funciona. Es ahí donde han saltado las alarmas, porque dices: ¿Qué pasa, que el Villalba ha perdido la categoría? La pierde uno de los equipos, que puede ser tanto el que es filial como el que no. El Atlético de Madrid ha escogido que sus dos equipos jueguen en Autonómica y, lógicamente, el juvenil del CUC Villalba no puede acceder a la categoría.

Desde el CUC Villalba, la directiva siempre ha sostenido que la cantera no se iba a ver afectada por la filialidad, sólo el primer equipo. ¿Cree usted que calibraron bien a la hora de firmar estas consecuencias, que también podrían darse en otras categorías, como cadetes e infantiles?

El Atlético de Madrid tiene una organización perfecta y sabe cómo funciona todo, y creo que el Villalba estaba informado y también sabía todo. Imagina que el cadete del CUC Villalba sube al año que viene de categoría: si coincide con un equipo del Atlético de Madrid, no podría subir nunca. Nunca. Entonces, lógicamente, esas decisiones siempre están basadas en una información, en consultar a juristas de la Federación, del Atlético, particulares… Creo que esas decisiones no se deben de tomar si no estás informado.

Mirando hacia el medio plazo: la preocupación de los aficionados del CUC Villalba es saber qué va a pasar con su club, porque tenemos el precedente de lo que hizo el Real Madrid con la fusión por absorción del RSC International para crear de nuevo el Real Madrid C, y que terminó con toda su estructura integrada en el Real Madrid. ¿Es un caso similar?

La diferencia es que, en este momento, el Villalba es filial y lo que se puede producir el año que viene, o no, que depende, es como has dicho una fusión por absorción, donde el que fusiona es el club de mayor categoría. En el caso del Real Madrid, el International ha pasado a formar parte de las estructuras del Madrid con todas sus consecuencias. De hecho, el International ya no es International desde el año pasado, es el Real Madrid C. ¿Que se puede dar una situación así? Pues hay que saber las condiciones que han firmado entre uno y otro. Poder darse, se puede dar.

Paco Díez, presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid
Paco Díez, presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid

Personalmente, ¿está preocupado por el futuro de una entidad que tiene 53 años de existencia como es el CUC Villalba? ¿Hay gente, incluso del propio Ayuntamiento de Collado Villalba, que ha mostrado esa preocupación a la Real Federación de Fútbol de Madrid por la operación llevada a cabo?

En la Federación siempre estamos preocupados, porque equipos históricos han desaparecido, y porque pueda pasar en una entidad como es el CUC Villalba, con una historia de 53 años y que además lleva el nombre de la capital de la Sierra. Lógicamente, te preocupa. También, el club es una entidad privada, y ahí la Federación ni entra ni sale, aunque las cosas te puedan gustar o no gustar. El Ayuntamiento aún no se ha dirigido oficialmente a nosotros en ese sentido, pero creo que, conociendo a la alcaldesa, estará preocupada. Únicamente puede pasar que a ella le hayan informado de otra cosa. Son 53 años, que es la vida de muchos aficionados de Villalba. Yo quiero recordar que hace poco ha fallecido Santiago Granado, un seguidor del Villalba que llevaba el escudo grabado en su pecho, que lo tenía por el club de sus pasiones y sus amores. Y como don Santiago Granado, habrá muchos aficionados que han vivido esa pasión, no del campo de ahora, sino la del antiguo campo, donde el Villalba ha tenido épocas gloriosas y muy bonitas. Lógicamente, cuando uno de un pueblo tiene su corazón volcado en el equipo de sus amores y sus colores, el que haya un motivo que pueda dar con su desaparición con una fusión, yo me pongo en su pellejo y estaría preocupado, ¿por qué no lo vamos a decir? Villalba tiene historia, Villalba es la capital de la Sierra y ha tenido épocas gloriosas, como dije antes. Esos campos se llenaban, siempre recuerdo aquellos derbis de la Sierra, en su tiempo el Villalba contra el Atlético Leones, contra el San Lorenzo… Era un espectáculo, que muchas veces se jugaba por la tarde.

¿Y no cree Paco Díez que este tipo de acuerdos son consecuencia de que los socios de toda la vida se van perdiendo, y que los que llegan no están demasiado pendientes de lo que sucede en su club? Por ejemplo, en la Asamblea en la que se aprueba la filialidad, no había socios de larga trayectoria, había 13 socios, digamos que de nuevo cuño, que alzaron la mano para aprobar una decisión de gran trascendencia sin formular preguntas. ¿Ve usted cierto desapego, en según qué clubes, hacia la acción ejecutiva de sus presidentes?    

Todo esto es como la vida: a los socios de estos equipos que no son ni el Madrid ni el Atleti hay que darles cariño, que significa estar pendiente, crear actividades en torno al club, hacer que vivan el club. Yo me admiro de la afición del Galapagar, por poner un ejemplo de la zona. Tú vas al campo de El Chopo una tarde y ves 500 personas metidas allí con su equipo. O el otro día, que el equipo juega en Robledo de Chavela, y también va gente. Algo habrá: o los jugadores les dan motivos, o la directiva, con un presidente como Jorge Greciano, que es muy activo, tiene conexión con sus aficionados. Creo que el Villalba tiene, o tenía, que no lo sé, unos socios de toda la vida, que lógicamente se tienen que poner al día de lo que es el fútbol de hoy. Muchas veces estamos perdiendo la esencia de lo que significa ser socio de un equipo, y más del equipo de tu pueblo. Hoy en día la gente se pelea por ser socio de los equipos de Primera División, pero se está perdiendo ese arraigo, esos sentimientos y valores, ese sentido de la propiedad con el equipo de tu pueblo, y que era que habías nacido dando patadas en el campo de tu pueblo y luego pasabas a colaborar con el equipo y, hasta el final de tu vida, llevabas la camiseta. Eso se está perdiendo. ¿Por qué se está perdiendo? Porque la sociedad, lamentablemente, está cambiando en muchas cosas. Estamos perdiendo muchos sentimientos y muchos valores, estamos perdiendo orgullo de ser de un pueblo, de una nación…

También puede ser que se esté acabando eso de ser presidente de un club de modo altruista, de ahí la proliferación de empresas gestoras, como Mad Football Group, que recordemos vino a gestionar una deuda galopante. Precisamente en la Asamblea dijeron que ya habían inyectado 268.000 euros para reflotar el CUC Villalba. Está la frase de que quien paga, ejecuta, o exige y es quien toma las decisiones. ¿Lo ve así?

El fútbol se está profesionalizando y eso tiene su parte buena: que un club que tiene 1.200 niños tiene que tener una profesionalización, unas oficinas, una organización de entrenadores cualificados para atender al cliente, que son los niños… Pero de ahí a decir que yo puedo hacer lo que me dé la gana… A lo mejor lo puede hacer un club de nuevo cuño, pero en un club con historia, hay que saber la historia. El saber adónde vamos es fundamental. Estos clubes, como puedan ser el Villalba, el Galapagar o el San Lorenzo, son más que un club, son la historia viva de un pueblo. Y con la historia viva de un pueblo hay que tener mucho cuidado, porque estás jugando con los sentimientos. Estés en Primera División, que no vas a estar, estés en Segunda, o en la última categoría del fútbol regional, el sentimiento, el vivir los colores, no tiene precio. Hay que recordar que en estas categorías el fútbol es sentimiento, es entrega, es algo que disfrutamos y algo donde se hermana la gente. Y estamos perdiendo todos esos principios y valores.

Jaime Fresno

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