Nobrega golpea al Rayo Vallecano B en el 92 y el CUC Villalba se relanza con su victoria número 100 en categoría nacional

Abraham Nobrega, un joven delantero getafense reclutado por el Atlético de Madrid tras quedar libre en el Real Madrid C, ajustició al Rayo Vallecano B en el minuto 92 y dio al CUC Villalba su victoria número 100 en categoría nacional, en una lista que, curiosamente, también se inició en una sexta jornada de Tercera División, entonces de la temporada 1996/1997, con un 1-2 en el campo del Vicálvaro. De aquel 6 de octubre hasta ahora han pasado 28 años y muchas cosas, tantas, que ahora no se sabe si cargar ese hito en el debe de un club que ha entregado su historia a lo que decida el Atlético de Madrid, pero el dato está ahí, como señal inequívoca de lo que es el CUC Villalba y sus 11 temporadas nacionales.

Etienne Eto’o, máximo realizador y héroe de la permanencia villalbina el pasado curso, fue de lo más destacado en un Rayo B que firmó su partido más discreto en la Ciudad Deportiva

El gol del ariete, haciendo buena una combinación entre Javi Alonso y Diego Mesoussi, hizo justicia al despliegue del filial que dirige Nano Rivas, que es un Villalba más rodado de lo que estaba el curso pasado por estas fechas, y que fue superior a un Rayo Vallecano B que nunca estuvo cómodo en la Ciudad Deportiva, máxime tras la lesión de Pablo Prieto a los cuatro minutos, un contratiempo importante al que Jorge Vallejo reaccionó metiendo a Hugo Navarro. Fuera por eso u otra razón, el Rayo B se mostró como un equipo aseado con el balón pero sin la mordiente exhibida por otros visitantes en la Ciudad Deportiva. Y, desde luego, lejos de sus versiones recientes.

CUC Villalba

Sólo Etienne Eto’o, el héroe de la parroquia villalbina, el jugador que marcó al Madrid C el gol de la permanencia, inquietó algo la portería de Luismi Morales. Sobre todo en una suerte de quiebros en el área que el hispano camerunés no pudo culminar entre palos. En lo demás, el CUC Villalba fue imponiendo paulatinamente su ley, en especial a través de fútbol que generaron Darío Frey, Jorge Castellanos -el mejor del partido- y David Muñoz. Fue éste el encargado de abrir la lata, al aprovechar un error grueso del Rayo en la salida de balón para plantarse ante Adrián Molina, sortear su salida y marcar a puerta vacía.

El 1-0 llevó al marcador la sensación general de que el Villalba marcaba territorio, a través de su juego en tres cuartos y las capacidades individuales de sus futbolistas. Los amarillos acabaron la primera parte acariciando el 2-0, primero con un intento de vaselina de Castellanos desde 40 metros, que se marchó un par de metros desviado, y sobre todo con un remate de gol de Nobrega en el primer palo salvado por un rebote en un defensa, después de un buen servicio desde la derecha de Rony. El ecuatoguineano, novedad en el once de Rivas, terminó cuajando un partido más que notable.

El Villalba, firme en el segundo tiempo

La segunda parte amagó con variar el rumbo del encuentro, cuando David Muñoz, en una jugada desafortunada, empujó a la red un balón centrado desde la izquierda que se le echó encima cuando iba de cara hacia su portería, y además estaba encimado por Álvaro Baladia, el delantero al que había recurrido Jorge Vallejo para intentar la reacción.

El 1-1 equilibró el partido también en lo relativo al juego y, durante unos minutos, el Rayo Vallecano B pareció desenvolverse con una mayor confianza en su juego. Pero esa sensación fue acabando en la medida en la que el Villalba recibió renovadas energías con los cambios: Nano Rivas reaccionó al gol metiendo primero a David Vilán, y después a Adnane y Javi Alonso, decisiones que dieron al equipo un dominio prácticamente absoluto. Sólo una jugada más bien episódica pudo cambiar el rumbo de los acontecimientos, cuando Hugo Navarro estrelló en el larguero un disparo que pudo ser el 1-2, quedando tres minutos. Lo demás, sobre todo el cuarto de hora final, fue un chaparrón amarillo sobre el portal de Adrián Molina, que le negó dos goles a Castellanos, antes de encajar el remate final de Nobrega del 2-1.

El gol ganador fue la lógica consecuencia del asedio final, para el que el Villalba contó, por si fuera poco con una imperial aparición de Juan Alegre, cuya aportación en los escasos seis minutos que jugó resultó clave para terminar llevando a buen puerto un partido que dejó muy buenas sensaciones, de cara a afrontar al líder invicto, la RSD Alcalá, en su guarida del Virgen del Val. Será en partido adelantado al sábado, a las 17:30 horas.

Jaime Fresno

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