Las Rozas vuelve a exprimir al Éibar, antes de despedirse con honores de la Copa del Rey (0-3)

Los roceños merecieron adelantarse en la primera parte, en la que estrellaron dos balones en los palos y el guardameta Ander Cantero le sacó a Rubén Ramos lo que hubiera sido un golazo desde más de 40 metros.

Fotografías: Facebook Las Rozas CF

Las Rozas hizo soñar de nuevo a Navalcarbón, hasta que la Sociedad Deportiva Éibar impuso la lógica en la segunda parte y acabó con su sueño en la Copa del Rey con tres goles en los veinte minutos finales.

El equipo armero reaccionó tras el descanso con la entrada, entre otros, del villalbino Álvaro Tejero, y sentenció en los veinte minutos finales con dos goles de Blanco Leschuk y uno de Javi Muñoz     

Esta vez, Las Rozas no pudo levantar la losa para forzar la prórroga porque no había tiempo. Su gran ocasión había pasado antes, en la primera parte, todavía con el 0-0 en el marcador, cuando cuajó un gran arranque de partido e hizo suyas las ocasiones: un tiro a la cruceta de Solozábal, otro al palo de Ivi, un mano a mano de Koné culminado con un disparo demasiado cruzado, y una genialidad de Rubén Ramos, de nuevo pletórico, quien estuvo a punto de sorprender al guardameta Ander Cantero desde más de 40 metros. El portero corrigió a tiempo y le negó el gol al cerebro azulón, que pilotó la primera parte en colaboración con los incisivos Kevin Manzano y Koné.

Sofocar el incendio

El Éibar esta vez no esperó a la prórroga para sofocar el incendio. Gaizka Garitano le cambió la cara en la caseta y de ella salió un equipo armero con mucha más sustancia, ya con el villalbino Álvaro Tejero y con Berrocal en el campo. Los guipuzcoanos pasaron a ejercer un amplio dominio que terminó dando sus frutos en el tramo final, cuando llegaron los goles.

El primero surgió de las botas de Tejero, cuyo servicio medido fue aprovechado por Blanco Leschuk, que abrió la lata solo ante Morales. El argentino ensanchó la brecha cuatro minutos después con el 0-2 y ahí acabó la resistencia de Las Rozas, que todavía recibió un tercer gol sobre la hora, obra de Javi Muñoz. El 0-3 final no impidió que las más de mil personas que apoyaron al equipo desde las gradas de Navalcarbón despidieran a Las Rozas con una merecida ovación, tras volver a exigir lo máximo a todo un quinto clasificado de Segunda División.

   

Send this to a friend