El Galapagar se desencuaderna y el RSC International se ensaña en El Chopo (0-5)

El equipo arlequinado aguantó en la primera media hora y después se quedó sin respuesta ante el vendaval del filial madridista, que metió cinco goles en 40 minutos.

El Galapagar salió aplaudido y al grito de “orgullosos de estos jugadores”, que fue coreado al unísono por un amplio sector de El Chopo. Fue la reacción a una mañana de pesadilla, en la que el equipo fue vapuleado sin piedad por el RSC International, en la mayor derrota arlequinada de la última década en su guarida: 0-5. Al Galapagar no le salió casi nada: se fue del partido casi sin generar ocasiones, incapaz de detener la avalancha futbolística de un filial madridista superior, en lo físico y en lo técnico, y que pudo hacer incluso más sangre de la que hizo, puesto que el 0-5 ya lucía en el luminoso del campo a 20 minutos del final. Un varapalo así no puede explicarse sólo por la calidad del rival, que la tiene para regalar, sino porque varias cosas no funcionaron en el Galapagar, como reconoció Jaime Juanas, quien se sabe señalado: “Disparar fuera, más allá de los errores que yo he cometido, no nos ayudaría en nada. No he estado acertado en el plan de partido que les he propuesto a los chicos, a los que agradezco el intentar llevarlo a cabo”.

Jaime Juanas: “No he estado acertado en el plan de partido”

El pesimismo que flotaba en los corrillos de El Chopo al acabar deja ver que la marejada trasciende a lo que es una derrota puntual, con aficionados convencidos de que el equipo va de cabeza a Preferente, si no hay cambios de calado. Mal asunto para cualquier entrenador, en un club en el que, por su naturaleza asamblearia, la opinión del público conecta de inmediato con la directiva. La otra lectura tiene que ver con la Liga en sí, cuya reducción a 30 jornadas minimiza el margen de error y multiplica los nervios. Ya lo ha hecho en varios equipos, y el Galapagar no es ninguna excepción.

La situación, en cualquier caso, parece ir encaminada a poner a prueba el aplomo del presidente, un Jorge Greciano que hasta ahora siempre ha encontrado la solución correcta, en consenso con la dirección deportiva de Jorge Vázquez. De momento, y pese al escozor de la derrota ante el RSC, la situación no es alarmante: el Galapagar está en descenso, pero con los mismos siete puntos que la permanencia, es decir, está a tiempo de espantar muchos fantasmas con ganar un partido. Pero anda con la parroquia alborotada y en ese contexto, el partido del próximo domingo ante el colista Rayo Vallecano B, de nuevo en El Chopo y justo antes del parón por la Copa del Rey, será muy importante para calibrar las dimensiones de la crisis, que ya va por sólo un punto cosechado de los últimos 12 en juego, y sólo un gol marcado en ese tramo.

Apa remata de cabeza sin éxito contra la portería del CD Galapagar / Fotografía: Vidal Fraguas

Inferioridad manifiesta

El Galapagar sólo pudo mantener el tipo en la primera media hora de partido, en la que discutió el balón al filial blanco, mantuvo cierto equilibrio en los duelos y en el plano físico, y se asomó a campo contrario con regularidad. Suyo fue el primer aviso, con un disparo a la media vuelta de Marcos Gil que se marchó alto, aprovechando el arma de la segunda jugada. Sin embargo, la superioridad de los centrales para controlar el juego en largo hacia Guille Torres -titular en detrimento de Kosty-, y la precisión en las circulaciones de balón, dieron muy pronto la sensación de que el RSC International había tomado rápido la medida a El Chopo.

El filial fue imponiendo un ritmo de juego alto que fue sacando poco a poco de rueda al Galapagar, sobre todo en la intensidad de presión en zonas sensibles del campo. A los 14 minutos, uno de sus cuchillos, Apa, robó un balón en tres cuartos y habilitó a Loren, cuyo remate en carrera se perdió cerca del palo de Almodóvar. Y poco después, ambos jugadores intercambiaron papeles, con asistencia del lateral para dejar solo ante el portero al habilísimo punta de Colmenar, cuyo sutil toque para finalizar se fue lamiendo el palo. A la tercera, ya fue gol: otra presión alta acabó en un disparo que Almodóvar se sacó como pudo, el balón fue a la frontal, y allí, desde más de 20 metros, Fernando abrochó un tiro raso y ajustado que batió al meta galapagueño por su palo derecho. Jaime Juanas ya había tenido que intervenir para redibujar el equipo en el medio, bajando a Santamarina para ayudar a Greci en el pivote, pero el gol, cuando el equipo digería para bien la modificación, tuvo un efecto demoledor sobre el Galapagar, que quedó totalmente a merced del juego combinativo del RSC, cuyo ataque desenganchaba hasta cinco futbolistas, a cada cual más incisivo. Al siguiente arreón, a quien le cayó el balón en la frontal fue a Andrés Campos, que batió a Almodóvar con un disparo a media altura con el exterior, de los que se abren hacia el palo. Imparable.

La segunda parte ahondó en la debacle arlequinada. Si hasta entonces el Galapagar se había esmerado en mantener las líneas juntas en 30 metros, con Greci reforzando la línea de cuatro zagueros y Santamarina desempeñando un gran trabajo de zapa, tras el descanso todo se desencuadernó sin remedio ante el peso de los goles y el ritmo de la chavalería madridista: el 0-3 llegó en un más que discutible penalti por carga sobre Fernando, aparentemente legal, que Apa no desperdició, engañando a Almodóvar con un potente disparo de derecha; y el 0-4 cayó sin llegar a la hora de partido, en un envío largo de la zaga blanca que habilitó una autopista para Víctor Muñoz. El extremo, velocísimo, partió desde su campo, corrió casi 40 metros, alcanzó el balón y sorteó la salida afuera del área de Almodóvar para, escorado a la izquierda, marcar a puerta vacía.

Victor intenta superar a Marcos Gil y a Cuadri en la banda izquierda / Fotografías: Vidal Fraguas

Con más de media hora por delante, y bajo el aguacero serrano, el Galapagar empezó a vivir un suplicio. Jaime Juanas fue moviendo el banquillo, quitó a Marcos Carrillo y Guille Torres, que pasaron casi inadvertidos, y tiró de Kosty y Hugo Becerra, además de prevenir la tarjeta de Greci, supliendo al capitán por Jaime Cid, y sustituir a Nacho por Febre. Mas todo fue en vano. Al minuto del 0-4, Víctor Muñoz estampó de forma espectacular un remate en el palo, y en el rechace otro de sus compañeros perdonó el gol casi a bocajarro. El RSC International no levantó el pie del acelerador ni tras el carrusel de cambios, utilizado por Luis García para ir guardando a su artillería pesada. Uno de los recambios, Miguel Romera, abundó en ese modo apisonadora haciendo el quinto gol, con otro disparo ajustadísimo desde fuera del área. Quedaban 20 minutos y, por suerte, el Galapagar detuvo ahí la hemorragia. Fue realmente duro ver profanado así, con ese lujo de facilidad, el santuario de El Chopo, espectador de la mayor exhibición forastera de los últimos años.

El Galapagar cae a la zona de descenso tras encajar su mayor derrota casera de la última década y agravar su bache: ha sumado un punto de los últimos 12 en juego y sólo ha marcado un gol en esos cuatro partidos.

CD GALAPAGAR: Iván Almodóvar; Álex Cuadrillero (Carlos Daniel, 28’), Rubén Darío, Sergio Pliego, Guille Flórez; Greci (Jaime Cid, 69); Marcos Gil, Santamarina, Nacho Martín (Febre, 69’), Marcos Carrillo (Hugo Becerra, 60’); y Guille Torres (Kosty, 60’).

RSC INTERNATIONAL: Guillermo; Loren (Jeremy Jorge, 51’), Jaime Calleja, Raúl Asencio, Ferrán Ruiz; Delgado, Fernando, Andrés Campos (Miguel Romera, 51’); Apa (De la Vibora 64’) Víctor Muñoz (Andrés 64’) y Aitor Mañas (Diego 64’).

ÁRBITRO: Hidalgo Alejo. Mala actuación, intimidatoria con el Galapagar en algunas fases.

 GOLES: 0-1, Fernando (29’). 0-2, Andrés Campo (43’). 0-3, Apa de penalti (49’). 0-4, Víctor Muñoz (57’). 0-5, Miguel Romera, (71’).

INCIDENCIAS: Partido de la octava jornada en Tercera RFEF, con unos 300 espectadores en el Municipal de El Chopo en mañana nublada y con lluvia en la segunda parte.

Jaime Fresno

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