Marcos Gil decide de penalti el derbi serrano del respeto

El 7 del Galapagar decidió el histórico partido al transformar una pena máxima cometida sobre Rubén Darío a los 29 minutos del segundo tiempo, cuando todo apuntaba al empate sin goles.

Marcos Gil decidió para el Galapagar otro derbi serrano en la Ciudad Deportiva ante el CUC Villalba, y de nuevo lo hizo avanzado el encuentro, en un momento crítico, cuando el partido apuntaba al empate sin goles. Corría el minuto 29 de la segunda parte cuando a Rubén Darío le cayó un balón a la espalda de la zaga amarilla que le dejaba solo ante Sergio Iglesias. El nuevo central del Galapagar ya se acomodaba el disparo letal cuando fue agarrado por Mendi, que acudió a corregir lo que ya tenía mala solución. Típica infracción por puro acto reflejo y penalti claro. Marcos Gil abrochó la transformación de interior y tiró al otro lado a su excompañero Sergio Iglesias: 0-1.

Cinco temporadas después, aunque esta vez a pelota parada, el máximo realizador del Galapagar de la última década -ya con 91 tantos- volvió a sentenciar a un CUC Villalba que volvió a quedarse sin el punto que debió sumar, en un partido igualado y con poco fútbol que parecía abocado al empate sin goles. Es más, durante una hora larga, el derbi fue un plomo importante.

“Sabíamos que iban a decidir los detalles, y así ha sido”, concedió después Pepón, que tuvo un agrio debut como entrenador en Tercera RFEF ante un rival prácticamente infalible en la Ciudad Deportiva: de sus últimas cuatro visitas oficiales, el Galapagar ha ganado tres en el feudo amarillo y sin encajar un solo gol. Sólo el Villalba del descenso a Primera Regional llegó a batirlo, con el recordado gol en el añadido de Aitor Molina que descabalgó al Galapagar del ascenso a Tercera División. Eran otros tiempos.

Fotografías: Rafa Herrero

El CUC Villalba tuvo el empate en una doble ocasión final, con un disparo al palo de Braiden y otro de Mendi tras el rechace que se marchó alto

Equilibrio total

Las expectativas sobre un derbi de poder a poder, con juego y ocasiones, consecuente con la expectación previa, dejaron paso a las primeras de cambio a un choque típico de la primera jornada de Liga, además condicionado por el calor y por unas importantes dosis de respeto mutuo. Ello hizo que Pepón planeara el partido en dos secuencias, con una primera de control que abonara el terreno a un cambio de marcha en la segunda parte. Para ello se reservó de inicio a futbolistas como Braiden, Letos, Richi Povedano y Zaragoza, todos ellos venenosos a campo abierto, y apostó por dotar a su delantera de más pie en espacios reducidos, con Altamirano, Pitu y Agus Gallego, un fichaje de lo más interesante, por movilidad y calidad de maniobra.

Sin embargo, el planteamiento chocó con un Galapagar sólido, en el que Jaime Juanas optó por no intervenir demasiado: Rubén Darío fue el único fichaje nuevo que salió de inicio, como pareja de Sergio Pliego en el eje de la zaga, y todo lo demás, empezando por la alineación de los cuatro capitanes -Gonzalo, Greci, Nacho Martín y Marcos Gil-, fue perfectamente reconocible, aunque con un matiz importante: la entrada de Manu en el medio campo en vez de De la Torre. Ello, sumado a la baja definitiva de FacuFerratti, restó poder a la circulación de pelota arlequinada, sobre todo a la hora de activar a la línea de tres cuartos que actuó por detrás de un Buceta huérfano de Héctor. Fue un 1-4-1-4-1 claro, que le proporcionó al Galapagar más balón que al Villalba, pero en zonas insustanciales, por retrasadas. Juanas siguió en eso el manual de Álvaro Gómez-Rey de atraer la presión alta de su rival, pero el Villalba no cayó en la trampa.

En ese tacticismo se consumió una primera parte soporífera, por falta de ritmo y de disparos a puerta, y en la que apenas pasaron cuatro cosas: una arrancada de Manu batiendo líneas que fue bien frenada por la zaga villalbina en la frontal; un gran pase de Agus Gallego para que Vivi rematase de volea forzada; un golpe franco a la barrera de Nacho Martín y, sobre todo, un contragolpe conducido de nuevo por Agus Gallego quepasó por Vivi antes de que Diego Altamirano clavara a Gonzalo, abrochando un disparo de rosca a contrapié del portero que se fue a un metro de la escuadra.

Final más movido

Nada más volver de los vestuarios, el CUC Villalba tuvo otra ocasión en las botas de Pitu, cuyo disparo se fue alto tras realizar una buena combinación con un Mendi que volvió a intimidar con su proyección ofensiva, mientras se las entendía atrás con la vigilancia de los escarceos de Marcos Gil. Sin embargo, la acción fue episódica, puesto que el partido volvió a estabilizarse, en su tónica general de imprecisiones, interrupciones y falta de asunción de riesgos. Con las miradas puestas ya en los cambios, Jaime Juanas y Pepón movieron ficha, el primero para darentrada a De la Torre y Cristian, éste para sustituir al amonestado Guille Flórez, y el segundo para activar su planeado cambio de marcha con Carlos Letos y Fernando Zaragoza.

Juego por debajo de las expectativas de ambos equipos, en un choque marcado por el calor, la falta de rodaje y los nervios de un estreno liguero al que asistieron 800 espectadores en una Ciudad Deportiva en obras

El Galapagar salió mejor del carrusel y, aun sin terminar de jugar bien, encontró el penalti decisivo señalado sin dudar por la juez árbitro, Elisabeth Calvo. Al gol de Marcos Gil respondió de inmediato Pepón, dando carrete a Richi Povedano y Braiden, pero el Galapagar a punto estuvo de sentenciar tras una gran combinación que facilitó a  Buceta la espalda de la defensa y un disparo claro, conjurado por Sergio Iglesias con una buena estirada.

Superado el momento crítico, el Villalba encontró una vez más a Braiden en plan revulsivo, pero su remate a la media vuelta lo escupió el palo izquierdo de un Gonzalo que ya estaba batido. Para más inri, Mendi no pudo embocar tras el rebote, con la zaga arlequinada apelotonada bajo palos, y allí murió la carga final de un CUC Villalba que no mereció el castigo de la derrota, pero que como buen debutante en la categoría ya sabe el precio de los errores, por mínimos que sean.

CUC VILLALBA: Sergio Iglesias; Jona, Talavera, Bassim, Mendi; Luisja Juárez, Agus Gallego (Richi Povedano, 71’), Álvaro; Diego Altamirano (Letos, 58’), Pitu (Zaragoza, 58’) y Vivi (Braiden, 71’).

CD GALAPAGAR: Gonzalo; Carlos Daniel, Sergio Pliego, Rubén Darío, Guille Flórez (Cristian, 58’); Greci(De la Torre, 58’); Marcos Gil, Manu (Santamarina, 87’), Nacho Martín, Kike Falcón (Marcos Carrillo, 81’); y Pablo Buceta (Kosty, 81’).

ÁRBITRO: Elisabeth Calvo Valentín. Buena actuación.

GOLES: 0-1, Marcos Gil de penalti (74’)

INCIDENCIAS: Partido de la primera jornada de Liga en el Grupo VII de Tercera RFEF, primero de la historia en categoría nacional de dos equipos serranos. Algo más de 800 espectadores en el Estadio de la Ciudad Deportiva, habilitado para la ocasión a pesar de las obras de remodelación de la pista atletismo. Nutrida presencia de aficionados del Galapagar y presencia en el palco de Paco Díez, presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid, y de Mariola Vargas, alcaldesa de Collado Villalba.

Jaime Fresno 

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