El difícil reto del Dehesa Villalba en la Segunda B de fútbol sala

Los villalbinos, recién ascendidos, buscan la permanencia en el complicado Grupo Norte tras arrancar con dos goleadas en contra. Mañana reciben en el Pabellón Quique Blas (19:45h) a los los alaveses del Mahastiak Labastida.

El Dehesa ha devuelto a Collado Villalba a la categoría de bronce del fútbol sala español, recuperando parte de los buenos tiempos de los años noventa, cuando la AD Collado Villalba jugó en División de Plata y el desaparecido Electrónica MCR se codeó con la élite de la Primera Nacional A. Pero su camino no está siendo fácil, puesto que transcurridas dos jornadas, el Dehesa Villalba ha encajado dos contundentes goleadas en el exigente Grupo Norte de Segunda B: un 2-8 en su estreno en el Quique Blas ante la AD San Juan de Pamplona, y un 8-0 en Bilbao ante el Otxartabe, dos de los equipos que entran en las quinielas como candidatos al ascenso a Segunda División.

El salto de categoría, después del brillante triunfo logrado ante el Tierra Castellana Ciudad de Arévalo, se ha notado en muchos aspectos. Adrián Loureiro, el presidente, dijo tras la primera derrota  que “nos pasó factura la inexperiencia contra un equipo de Copa del Rey. Fue un pequeño repaso, no nos salió nada de lo que planificó el míster”. Después llegó la goleada en Bilbao, donde el Otxartabe zanjó el partido en la primera parte con un parcial de 6-0. El 8-0 final, nivel de los equipos al margen, puso de manifiesto una de las grandes dificultades con las que van a tener que lidiar los villalbinos: los largos viajes que apenas dan margen al descanso antes de los partidos algo que, por otra parte, ya han probado otros equipos de la élite nacional de Collado Villalba, como el club de voleibol de Superliga 2.

La plantilla del Dehesa Villalba, ante el Museo Guggenheim de Bilbao el pasado sábado

El Dehesa Villalba salió en autobús rumbo a Bilbao a las 11 de la mañana del pasado sábado para jugar un partido programado apenas siete horas después, a las 18:15 horas. Entre medias, un viaje de más de 400 kilómetros en el que a la plantilla apenas le dio tiempo para comer a mitad de camino y dar un pequeño paseo de unos minutos antes de entrar a jugar al Pabellón de Txurdinaga. El Otxartabe, vigente subcampeón de Liga, hizo sangre casi de salida y sentenció el partido por la vía rápida.

Presupuesto limitado

El presidente del Dehesa explica que no queda más remedio que afrontar así la competición: “Manejamos un presupuesto de algo más de 40.000 euros para el primer equipo, que es bajo para la categoría, y de ellos 13.000 son para viajes. Hemos cerrado un acuerdo con la empresa Autobuses Lorenzo, que la verdad es magnífico viajar con ellos porque son unos grandes profesionales, pero el grupo que nos ha tocado tiene desplazamientos bastante largos. Somos el único equipo madrileño en el Grupo Norte, porque al ser recién ascendidos todavía no teníamos plaza en el que están los demás equipos madrileños, tenían que ubicar antes a un equipo de Guadalajara”. En total, el Dehesa Villalba tiene quince viajes de similares características al de Bilbao, básicamente por Navarra y el País Vasco, y el dinero no da para pernoctar en todos, algo que sólo se va a hacer cuando se jueguen partidos los domingos por la mañana.

Planificación deportiva

Las especiales características del Grupo Norte han condicionado además la planificación deportiva del Dehesa Villalba, un club que, por su perfil amateur, no ha podido contar con determinados jugadores para su periplo en Segunda B, por tener horarios laborales incompatibles con los viajes. Adrián Loureiro esgrime esa razón también para explicar el cambio en el banquillo, ejecutado con un intercambio de entrenadores con el Brunete, que ha dejado a Víctor García al frente de los villalbinos y a Javier Carracedo dirigiendo a los brunetenses. “Víctor tiene experiencia en la categoría como jugador. Me gusta mucho en general, pero sobre todo por cómo lee los partidos. Me lo recomendó Javier Carracedo, pero yo soy muy especial, veo casi todos los entrenamientos y necesitaba verle trabajar. Los dos tienen diferentes formas de ver el fútbol sala”                 

Fichajes   

Cambio de entrenador al margen, el Dehesa Villalba ha realizado una importante revolución en su plantilla para afrontar su periplo en Segunda B, reforzándose con fichajes como los de Chus Hurtado, jugador villalbino ex del Inter Movistar, que la pasada temporada militó en el Baku United de Londres; Pablo Callejo, del Abantos de San Lorenzo, además de cinco futbolistas del Brunete, el anterior equipo del técnico, Víctor García. El último en aterrizar ha sido el guardameta Vesko, que llegó la semana pasada en calidad de cedido por el Rivas Futsal y que ya entró en la convocatoria para el partido de Bilbao. Con todo, Adrián Loureiro considera que “tenemos potencial para luchar por la permanencia, en un grupo muy difícil”.

Ese gran reto tendrá este sábado una cita muy importante en el Pabellón Quique Blas ante los alaveses del Mahastiak Labastida (19:45 horas), otro potente rival que ya suma cuatro puntos, después de empatar en la última jornada ante el Ibarra (4-4). Los villalbinos afrontan la cita confiados en elevar su nivel para aspirar a los puntos, pero con la preocupación por la advertencia de multa recibida de parte del Comité Arbitral, por las malas condiciones del vestuario asignado a los colegiados en el partido inaugural ante la AD San Juan. El retraso de las obras de remodelación del Pabellón mantiene en precario a la instalación, una circunstancia que puede traer consecuencias para el club en una competición del nivel de la Segunda B.      

Jaime Fresno

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