Carlos Verona: “Tengo la etapa de la Vuelta en la Sierra marcada con una ‘X’; es mi zona favorita”

El sanlorentino ha iniciado su 13ª temporada como profesional con tres top-10 en Omán y escolta esta semana a Enric Mas en la Tirreno-Adriático.

Con buen golpe de pedal y con buenos resultados. Así ha empezado la 13ª temporada como profesional de Carlos Verona, que el pasado mes de noviembre celebró su 30º cumpleaños con el buen sabor de boca de un 2022 que le dejó su primer triunfo en el World Tour, ganando en los Alpes del Critérium Dauphiné, su consolidación definitiva como uno de los mejores coequipiers en montaña del pelotón internacional, como escolta de Enric Mas, y una exitosa incursión en la especialidad del Gravel que le reportó una victoria más y la condición de mejor español en el Mundial de Italia, donde acabó 26º.

Superado el invierno de entrenamientos, sigue la dinámica positiva y el sanlorentino del Movistar ha sumado tres top-10 a su palmarés: décimo en la novedosa Muscat Classic, antesala del Tour de Omán; noveno puesto en la etapa reina de la ronda arábiga, con final en Green Mountain; y décimo puesto en la General, dominada por su compañero estadounidense, Matteo Jorgenson. “He empezado con buen pie y tengo ganas de más. Ha habido comienzos de temporada buenos, como el año pasado, cuando hice sexto en el Tour de Emiratos Árabes. He tenido buenos inicios, porque no me cuesta entrenar, en invierno la verdad es que suelo hacer las cosas bien y suelo empezar con buen pie”, contaba Verona desde su descanso activo en Andorra, donde afinaba los últimos detalles de cara a la Tirreno – Adriático, carrera que se encuentra disputando esta semana.

En forma en Omán

El sanlorentino regresó muy satisfecho del Tour de Omán: “Me ha gustado la experiencia. Quería empezar el año en Oriente, porque son carreras tranquilas, sin mucho estrés, con buen tiempo; y el viaje no es grande, al final en un avión de seis o siete horas te plantas allí y la diferencia horaria no es demasiada, es cómodo. Ya había hecho UAE el año pasado y en éste quería empezar un poquito antes, descubriendo el Tour de Omán, una carrera de la que me habían hablado muy bien. La verdad es que ha sido un acierto. Es diferente al Tour de UAE, que es carrera del World Tour, y Omán no, es más pequeñita. Pero sí es exigente, todos los días hubo final en alto menos uno y me gustó”.

La satisfacción allí no sólo fue personal, sino colectiva, puesto que el Movistar ganó la carrera con Matteo Jorgenson, el estadounidense de 23 años fichado en 2020 por el Movistar como apuesta de futuro. Carlos Verona, uno de sus grandes apoyos, cree que “Jorgenson está yendo a más. Se le fichó como una de las grandes promesas, venía de hacer un gran Tour del Porvenir, un gran Tour de Alsacia… Creo que ésta es su tercera temporada en el equipo y poco a poco va confirmando: el año pasado hizo un buen Tour de Francia, este año ya ha empezado con muy buen pie y creo que esta victoria le valdrá para aumentar su confianza. Seguro que Matteo dará que hablar en los próximos años”.

La victoria en el Tour de Omán terminó de rematarse el último día, en la etapa reina con final en Green Mountain, donde Jorgenson tuvo que defenderse de los ataques de sus rivales más directos, en especial del belga, Mauri Vansevenant. “Era un final exigente, entre los mejores, se quedaron los cuatro o cinco más fuertes de la General y Matteo se defendió muy bien. Suerte que no le picaron nada en meta y pudo ganar con menos de un segundo la General”. Verona acabó noveno, a un minuto del dúo Vansevenant – Jorgenson, y asaltó el top-10 de la General. “Era un puerto duro y explosivo, pero me encontré muy bien y pude hacer noveno en la etapa. Me dejó buen sabor de boca, batí mis mejores registros en potencia de menos de veinte minutos, así que la forma es muy buena”.

Fotografía: Facebook Carlos Verona

Ya sin Valverde

Los seis días de competición en Oriente fueron los primeros de Carlos Verona en un Movistar ya sin Alejandro Valverde, toda una leyenda del ciclismo español e internacional, y uno de los grandes alicientes del sanlorentino cuando estampó su firma con la escuadra navarra. Para él, la ausencia del murciano aún es relativa: “Todavía no nos hemos dado mucha cuenta, la temporada acaba de empezar, y de hecho Alejandro sigue vinculado al equipo con otras tareas que no son las de corredor. Por ejemplo, en el training camp de Alicante fue uno más, en Sierra Nevada empezó a entrenar con nosotros para acompañarnos… Entonces, sobre la bicicleta no lo hemos echado mucho de menos de momento. Cuando lleguen, por ejemplo, Las Ardenas o las grandes vueltas, donde era nuestro referente, lo echaremos más en falta. Al final todo es un proceso natural, veníamos con la idea de que esto iba a ser así. Creo que el equipo está respondiendo bien, el inicio de temporada está siendo muy bueno, y es muy buena señal de que hay equipo más allá de Valverde”.

Lejos de desligarse del Movistar, el campeón mundial en Innsbruck 2018 sigue siendo parte del equipo y ha iniciado la temporada muy activo. Verona dice que “está haciendo un poco de todo. Tiene contrato con el equipo y, después de toda su trayectoria, más allá de la jubilación se ha ganado el derecho de tomarse el tiempo que quiera para decir qué es lo que quiere hacer. Está claro que el ciclismo es su forma de vida y desvincularse de la noche a la mañana estaba claro que no iba a ser el caso. Seguirá vinculado al equipo, aún en un rol por definir”.

Apuntando al Tour con Enric Mas

Mientras Carlos Verona corría en Omán, su jefe de filas, Enric Mas, lo hacía en la Vuelta a Andalucía, donde se encontró con una versión devastadora de Tadej Pogacar. El esloveno ganó la General y tres etapas, dos de ellas mano a mano con Enric Mas, quien no pudo entrar en el podio a causa de una avería mecánica en el final de la primera etapa. Verona cree que su jefe fue el segundo mejor de la carrera andaluza: “Pogacar estuvo un paso por encima de los demás, pero después de él yo me atrevería a decir que Enric fue el más fuerte. Ahora en Tirreno tenemos una oportunidad muy bonita para intentar sacar un buen resultado en una prueba de World Tour tan prestigiosa como la Tirreno”.

La carrera italiana, conocida como la de “Los Dos Mares”, arrancó el lunes con una contrarreloj llana, nada propicia para las características de Enric Mas, pero Verona advierte que el balear ya fue muy competitivo en la Tirreno – Adriático del año pasado. Por el momento, finalizada este jueves la cuarta etapa, en la que la victoria parcial en Tortoreto fue para Primoz Roglic, Mas ocupa el décimo puesto de la General, a 27 segundos del líder, Lenard Känma, mientras que Verona ocupa el puesto 31, a 1:30.

Para el sanlorentino, Mas es un corredor más fuerte tras superar los problemas con las bajadas que lo relegaron en el Tour de Francia, gracias a la ayuda de un especialista. “Dicen que a veces es bueno dar un paso atrás para poder dar dos hacia delante, y creo que es lo que le pasó a Enric, que tuvo un momento difícil y lo supo superar. Después del percance, por llamarlo de alguna manera, ha salido fortalecido física y psicológicamente y este año creo que le veremos un pasito más adelante en las grandes vueltas. Hace dos años ya fue top-5 en el Tour de Francia y ojalá este año pueda subir al podio; y en la Vuelta hizo segundo, y ojalá pueda hacer primero. Verle ahí disputando es un aliciente para todo el equipo”.

Calendario

La Tirreno- Adriático marca el inicio de la parte fuerte de un primer bloque de competición de la temporada que aún debe definirse del todo, si bien Carlos Verona correrá pruebas que son muy recurrentes desde que es ciclista del World Tour. “Después de Tirreno sí que haré la Volta a Cataluña, que al final es la carrera que vengo haciendo todos los años desde que soy profesional en World Tour y me gusta, por proximidad.  Conozco bien las carreteras y, por mis características, es una carrera que me va bien. Y después, veremos: de momento no tengo previsto hacer País Vasco, porque quizá las tres, Tirreno, Cataluña y País Vasco, es mucho, pero veremos. Según termine Cataluña, podemos incluir País Vasco y hacer las clásicas de las Ardenas, o a lo mejor dejar un espacio más para hacer altura y preparar algo así como Tour de los Alpes y Romandía. Veremos. Eso está un poco abierto todavía”.

La verdadera aproximación al Tour de Francia comenzará tras la carrera suiza, con un plan de carreras que incluye el Dauphiné, la prueba en la que Verona estrenó su palmarés profesional el pasado año con una gran victoria en la etapa alpina con final en Vaujany. “Después del Tour de Romandía, que sería la última carrera de este primer bloque, descansaré un poco y haré una concentración en altura. Probablemente, sí: la idea de ir al Tour de Francia pasa por hacer el Dauphiné, porque también lo organiza ASO y siempre hay una etapa parecida a las del Tour. Para mí es la mejor aproximación posible”.

La etapa serrana de la Vuelta

Aunque todavía muy lejos en el calendario, Carlos Verona se muestra entusiasmado con la etapa serrana de la Vuelta a España, que acabará en Guadarrama tras subir diez cotas de montaña por parajes que le trae recuerdos inmejorables, incluidos su pueblo de San Lorenzo de El Escorial y parajes como Robledondo o Santa María de la Alameda, donde en 2009, siendo juvenil, dio una memorable exhibición para ganar el Trofeo Comercios de Galapagar con más de tres minutos de ventaja, como recuerda el corredor gurriato: “La zona la conozco muy bien. De hecho, en un recorrido similar, aunque mucho más reducido, gané siendo juvenil. Cuando estoy por allí es mi zona favorita de entrenamientos. Mucha gente se queda con los puertos del Guadarrama, pero la zona de la Sierra Oeste, hacia Ávila, es mucho más tranquila, es bonita, y también es exigente. Yo creo que ha sido un acierto por parte de Javier Guillén y la organización de la Vuelta hacer una etapa así, que además es una etapa número 20, con kilómetros y desgaste. Puede ser una carrera muy abierta, desde la fuga a la General, y va a ser una etapa muy bonita que tengo marcada con una equis”.   

Reencuentro con Enric Mas en la Tirreno – Adriático 

Carlos Verona reapareció en competición el lunes 6 de marzo, cuando tomó la salida en la 58ª edición de la Tirreno-Adriático, una de las pruebas por etapas más prestigiosas del World Tour fuera de las grandes vueltas, en la que el sanlorentino coincide por vez primera este año con Enric Mas, después de llevar caminos distintos en el arranque de la temporada: mientras Verona abrió el año en tierras arábigas, con seis días de competición entre la Muscat Classic y el Tour de Omán, su jefe de filas corrió la Vuelta a Andalucía, donde protagonizó dos duelos espectaculares por el triunfo de etapa con Tadej Pogacar.

El ciclista serrano llegó a la salida de Lido di Camaiore con la misión de ayudar al balear a intentar la victoria absoluta en la llamada ‘Carrera de los Dos Mares’, que este año consta de más de 1.100 kilómetros de recorrido repartidos en siete etapas. Este viernes 10 de marzo, la Tirreno afrontará el final en Sarnano-Sassotetto, un puerto ya de envergadura, y el sábado 11 se disputará la etapa de los Muros Marchigiani, con subidas de más del 20% en el circuito final y un desnivel acumulado de más de 3.000 metros. Sobre el papel, ésa será la última gran oportunidad para mover la General, puesto que la séptima y última etapa, con salida y llegada en San Benedetto del Tronto, tiene situado su último puerto a casi 100 kilómetros de la meta.

El pasado año la maglia azzurra de campeón fue para Tadej Pogacar, que se impuso al que luego sería su verdugo en el Tour de Francia, el danés Jonas Vingegaard. Ninguno de los dos participa en esta edición, puesto que han dirigido su calendario a la París-Niza, carrera que se disputará de forma casi paralela, del 5 al 12 de marzo. Tampoco ha tomado la salida el belga Remco Evenepoel, que tiene planificado seguir su aproximación al Giro de Italia en la Volta a Catalunya.

Jaime Fresno

           

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