El Cerceda elige a Javier Arroyo para intentar pelear el ascenso a Preferente

​​ El exentrenador del Torrelodones fue votado por la directiva de Pepe Olmos como la mejor opción entre seis candidatos, entre ellos Gorka Bilbao, el técnico que llevó a los cercedeños hacia la permanencia en Primera Regional.

El Cerceda eligió a Javier Arroyo como nuevo entrenador para la próxima temporada, en sustitución de Gorka Bilbao, el técnico que llevó al equipo hacia la permanencia en Primera Regional. La directiva que preside Pepe Olmos, fiel al funcionamiento asambleario, marca de la casa desde hace décadas, votó entre seis candidatos al banquillo y el resultado bendijo la opción de Javier Arroyo, que recibió la noticia en la mañana de este jueves. Esa decisión mayoritaria cerró la etapa de Gorka Bilbao, quien por su parte había presentado un proyecto para seguir dirigiendo al Cerceda.

El ya exentrenador dijo adiós en sus redes con el siguiente mensaje: “Toca despedirme del Cerceda. Han sido unos años en el B y estos meses atrás en el A, donde he disfrutado, me pusieron el reto de sacar al equipo del descenso y, con unos números muy buenos, 31 puntos en 16 partidos, han decidido prescindir de mis servicios; perfecto. Lo entiendo y lo respeto, porque esto es fútbol, pero mi cabeza sigue con mucha fuerza y buscaremos nuevos retos. Desde aquí dar las gracias a los jugadores por la acogida que tuve en el vestuario en estos meses”.

Un relevo entre grandes números

Esos 31 puntos de 48 posibles expuestos por Gorka Bilbao guardan paralelismo con los logrados por Javier Arroyo para sacar de lo más hondo del pozo al Torrelodones: 46 puntos en 27 partidos, para pasar de la 18ª y última posición a la octava y ser el cuarto mejor equipo de la Liga en ese tramo. Por tanto, el cambio en el banquillo de Puente Madrid escenifica el relevo entre dos entrenadoresque han sido un gran revulsivo en el terreno deportivo, con un trabajo muy bien valorado en el ámbito del fútbol serrano, e incluso más allá de la comarca.

Si hay una diferencia, radica en lo sucedido en el plano extradeportivo, donde Javier Arroyo aterrizará en Cerceda tras sufrir en el Torrelodones la que probablemente sea la temporada más difícil de su carrera: después de conocer en las redes sociales que el club torresano no le iba a renovartras lograr el objetivo de la  salvación con una remontada extraordinaria, el entrenador supo que estaba sentenciado desde la 9ª jornada del 14 de noviembre, cuando vivió un episodio insólito precisamente en el campo del Cerceda: en el descanso, con el Torrelodones ganando 1-2, recibió un duro mensaje de whatsaap en su móvil en el que su presidente, Adrián Álvarez Chouciño, le abroncaba por no informar del resultado puntualmente a las redes sociales del club, aduciendo la importancia que ello tenía de cara a los patrocinadores. El problema fue que el partido había comenzado a las 16:30 horas, y no a las 16:15 como pensaba el presidente, con lo que la información puntual de Javier Arroyo llegó 15 minutos después de la supuesta hora del descanso que imaginaba Álvarez Chouciño, el hombre que rige los destinos del Torrelodones desde Galicia.

No hubo disculpas presidenciales y, desde ese díala relación telefónica entre técnico y presidente -que nunca fue presencial-, se cortó de forma definitiva. Javier Arroyo desveló tras su salida que el club lo había sentenciado desde ese día en Puente Madrid, en un partido en el que, casualidad o no, el Torrelodones perdió en la segunda parte después del mencionado whatsaap del descanso.Ahora, los destinos del fútbol devuelven a Javier Arroyo a Cerceda, pero en circunstancias mucho más amables. Llega a Puente Madrid encantado con el trato recibido por una directiva que “sabe mucho de fútbol y que tiene claro lo que quiere”.

Salto de calidad como objetivo

El entrenador roceño, ahora afincado en Collado Villalba, llega al Cerceda tras rechazar ofertas para trabajar en el Grupo 2 de Preferente, y después de mantener una reunión con la dirección deportiva del CUC Villalba para explorar la posibilidad de hacerse cargo de su primer equipo juvenil. Arroyo ya se ha puesto a trabajar con Jacobo, el coordinador deportivo del Cerceda, con el primer objetivo de conocer y supervisar a los juveniles del club para empezar a valorar sus condiciones y clasificarlos en función de su nivel, ya sea en el primer equipo o en el filial de Tercera Regional. Fiel a su filosofía, la directiva de Pepe Olmos mantiene su apuesta decidida por los futbolistas del pueblo y está convencida de dos cosas: que la primera plantilla tiene potencial, “con algunos retoques, para buscar el ascenso a Preferente, categoría que no conoce el Cerceda desde mediados de los años noventa, con el mítico equipo de Daniel Labernia; y dos; que esos retoques pueden estar en la casa.

Arroyo llega a Puente Madrid dejando atrás su convulsa segunda etapa en el Julián Ariza, con la misión de sacar jugo al potencial tanto de la primera plantilla como de la cantera, que el próximo curso crecerá hasta alcanzar los 12 equipos federados

El presidente asegura que “viene una buena hornada” y se muestra especialmente ilusionado por el crecimiento que va a experimentar el Cerceda en la próxima temporada: “Hemos cogido la Escuela y vamos a tener 12 equipos federados. Siempre hemos querido que juegue toda la gente del pueblo, y ya tenemos muchas solicitudes. Vamos a ver si podemos meter todo en el campo”.

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