El Cerceda obliga al líder Electrocor a exprimir sus recursos para puntuar en Puente Madrid (0-0)

Cerceda y Electrocor Las Rozas acabaron firmando un empate sin goles en un partido intenso, jugado a altísimo ritmo, sin apenas tregua, con momentos de pierna dura y un ramillete de detalles técnicos y tácticos que explicaron el por qué el uno es el cuarto y el otro el líder de Primera Regional. Nadie entre las más de 300 personas que casi llenaron Puente Madrid debió salir defraudado, pese al 0-0. Fue un partido de Regional de los que conectan con la grada, aunque ambos equipos mostraran más virtudes defensivas que ofensivas y, quizás, más respeto del debido.

Gran despliegue físico y táctico de los cercedeños, que controlaron la iniciativa roceña de la primera parte y pudieron romper el partido tras el descanso, cuando aparecieron Adrián y Paletas en su mejor versión

De esa igualada confrontación deportiva salió muy reforzado el Cerceda, teóricamente más débil, básicamente por su fondo de banquillo más corto. Un equipo que además compareció con Kiko tocado durante la semana y sin su gran sensación del curso, Pepo, que cumplía el último de sus cinco partidos de sanción. Sabiendo eso, y conociendo pieza por pieza a su oponente, Javier Arroyo dispuso de un plan de partido en apariencia conservador, a la vista de la súper población del medio campo, con hasta cuatro efectivos flotando en torno a los medios centros, Rubio y Elizaga, y la única referencia arriba de Álex Arroyo, pero muy eficaz en la práctica para mantener todo bajo control durante el primer tiempo y llegar al segundo con el equipo listo para cambiar de marcha.

Una estrategia a largo plazo cargada con el veneno del triple cambio realizado sobre la hora de partido, nada menos que para meter a Lander, San Román y Víctor Salcedo, tres futbolistas desequilibrantes, titulares en potencia. Pero el Cerceda no sólo resistió a la mutación sobre la marcha del líder, sino que dobló su amenaza, sin perder nunca de vista la portería de Córdoba. Fue el principal mérito de los dirigidos por Juan Carlos Martín Puga, un Cerceda que, a fin de cuentas, acabó jugando un fútbol más natural y firmando las mejores ocasiones. En un partido así, con la mejor defensa del Grupo 1 de Primera Regional delante, eso fue síntoma inequívoco de la calidad que tiene de medio campo para arriba, aunque el gol se le resistiera.

Primer tiempo de tanteo

Básicamente, dos hombres estuvieron tras la amenaza: Adrián y Paletas. Pero antes de que media punta y ariete mostrasen sus credenciales, el Cerceda se vio obligado a correr mucho en la primera parte para sostener a un Electrocor mandón, que impuso un alto ritmo de salida a fin de ganar la iniciativa. Lo hizo a partir de Elizaga y Rubio, sus dos cerebros, y con las apariciones de Miki Navares en tres cuartos, un jugador que anduvo detrás de los contados desajustes locales de una primera parte mayoritariamente jugada en campo del Cerceda. Sin salidas hacia la banda derecha de Sergio Vázquez, principal damnificado del plan de Javier Arroyo, y con Kiko y Paletas bien controlados en los intentos de juego en largo por los tres centrales, Blánquez, Guerra y Cruza, el Cerceda quedó encomendado a lo que saliera de la calidad de Fran, un centrocampista delicioso de ver con su manejo de balón, pero quizá demasiado solo ante la superioridad medular del líder. De sus botas salió lo mejor del Cerceda en la primera parte: un cambio de orientación de derecha a izquierda de casi 40 metros hacia Paletas que el goleador culminó con un disparo durísimo que se marchó un metro por encima del portal de Córdoba.

En el otro lado, el dominio territorial no le valió de mucho al líder, con el Cerceda bien blindado por dentro, y mostrando gran contundencia en los duelos, casi todos librados con amplia superioridad numérica de los defensores. El Electrocor llegó, pero sin finalización, con Álex Arroyo obligado a zafarse de espaldas y con sus intentos laterales conjurados por los centrales, tarea en la que destacó Raúl.

Paletas, en efervescencia

La segunda parte ya fue otra cosa. El Cerceda salió a ahogar más arriba al Electrocor y logró poner en juego a su temible tridente, con Kiko generando espacios sin balón y Adrián y Paletas apareciendo con metros. En plena carga, a los 13 minutos llegó la gran ocasión, cuando Paletas cargó el área y se sacó un remate que Córdoba desvió para que el balón pegase en los dos palos. La carambola encendió definitivamente a Puente Madrid, que reconoció en la acción la posibilidad de tumbar al líder. Al minuto siguiente, otra vez apareció Paletas, inasequible al desaliento, para romper por la izquierda, enfilar a Córdoba en posición escorada y servir el gol con un pase atrás. Adrián no atinó a embocar con casi todo a favor.

Consecuencia o no de la amenaza latente del Cerceda, Javier Arroyo no tardó en intervenir para activar su plan B: metió el mencionado triple cambio para mutar a un sistema 1-4-4-2, con Víctor Salcedo acompañando arriba a Álex Arroyo, y con doble motor en las bandas. Por la derecha percutió Lander, llamado a ser un arma importante para la segunda mitad de campeonato, tras salir de una lesión. Del menudo extremo salieron dos internadas muy peligrosas, sin rematador final. Por ese lado, Ayoub se tuvo que multiplicar en una tarea de contención a la que, en no pocas ocasiones, le echó una mano Paletas, cuyo trabajo de ida y vuelta resultó bestial. En pleno despliegue, al delantero le dio tiempo para exigirle a Córdoba una parada de mérito, con mano abajo para evitar un bote que hubiese sido letal, y dejar el rechace para el gol de Nacho. El canterano -hermano mayor de Pepo-, pifió el remate franco que hubiese premiado su gran trabajo en la presión, tras sustituir a Kiko.

El goleador cercedeño tuvo la mejor ocasión con un remate que se estrelló en los dos palos, y mantuvo en permanente jaque a un Electrocor al que le faltó mordiente arriba, antes y después del triple cambio con el que Javier Arroyo intentó desnivelar el partido de su regreso a Puente Madrid

Joven y veterano mantuvieron hasta el final una amenaza latente, con Paletas, pletórico, ganándose a la grada con disputas de balón al máximo riesgo para sus piernas, y un desborde paralelo a la banda del público, con quiebro en una baldosa, que el dubitativo juez de línea de ese sector abortó, señalando un saque de banda inexistente cuando el 10 se iba como un cohete hacia Córdoba. La jugada fue ya cerca del final de un segundo tiempo por momentos trepidante, que lanza el mensaje de que este Cerceda, cumplido el primer expediente con sus 17 rivales, puede estar este año para todo. Paletas dijo después que “como siempre, lo haremos mejor en la segunda vuelta”.

Jaime Fresno