Carlos Verona acaricia el top-20 de la Vuelta a España tras firmar otra gran etapa en la sierra de Ávila

El sanlorentino entró en la escapada del día, pero perdió sus opciones de victoria al no poder seguir al neerlandés Steven Kruijswik en las primeras rampas del Puerto de Mijares.

Carlos Verona volvió a brillar en el Sistema Central, seis años después de aquella cabalgada memorable en la Sierra del Guadarrama que le dejó sexto en la meta de Cercedilla, en la memorable etapa que había salido de su pueblo, San Lorenzo de El Escorial. Esta vez lo hizo en la serranía abulense y en otro día señalado, con un seguimiento masivo en todas las localidades de paso para arropar el homenaje de la Vuelta a los héroes ciclistas de la tierra, desde Julio Jiménez a Carlos Sastre, pasando por Ángel Arroyo y José María Jiménez, hasta llegar a Víctor Sastre, el creador de la escuela ciclista que formó a todos.

Verona fue la principal baza del ciclismo nacional en la escapada del día, un corte al más alto nivel gestado en el frenético inicio de la etapa que partió a toda mecha de Navalmoral de la Mata, a más de 51 Km/h de media en la primera hora. La fuga se consolidó a pie del primer puerto de la jornada, el de Centenera, y allí empezó su exhibición el polaco Rafal Majka, marchándose con Fabio Aru, curiosamente el hombre que acabó ganando la Vuelta en aquella etapa de Cercedilla en 2015.

Carlos Verona, consciente de lo que quedaba por delante, del ritmo exigente y de los más de 4.000 metros de desnivel, dosificó y se mantuvo entre los perseguidores en espera del momento crítico del Puerto de Mijares, un primera categoría de 20 kilómetros de ascensión. Allí, en las primeras rampas, se exprimió para tomar la rueda de Steven Kruijswik, uno de los escaladores más reputados del pelotón internacional, pero transcurridos unos metros de acelerón no pudo seguir al holandés, en su día casi ganador del Giro de Italia y tercero en el Tour de Francia. “Kruijswijk me ha dejado KO a pie de Mijares, y ya sabía que fuera de cualquier opción de luchar por la etapa. Ha faltado poco, pero iba fortísimo”.

Decantada la carrera por delante, Carlos Verona reguló en la larga ascensión, repuso fuerzas y se dispuso a esperar al grupo de favoritos, donde sus jefes, Enric Mas y Superman López, marchaban solos después de que Movistar tuviera que quemar a José Joaquín Rojas, Imanol Erviti y Nelson Oliveira en el trepidante inicio de carrera. El sanlorentino los arropó hasta la última subida a San Juan de la Nava, el puerto de tercera categoría al que esperaron los favoritos para sus contados escarceos. Allí se descolgó, pero lo hizo de forma relativa: acabó a poco más de un minuto del grupo de los Roglic, Bernal, Mas y compañía, y consumó su salto a la 21ª plaza de la General, a 31 minutos del sorprendente líder, el noruego Odd Christian Eiking, que resistió la gran etapa abulense sin grandes apuros, arropado por su equipo.

Descanso en Santander

Carlos Verona recupera fuerzas en la jornada de descanso de este lunes en Santander antes de afrontar la última semana de carrera, en la que el Movistar va a tratar de asaltar el maillot rojo en las grandes etapas asturianas: el miércoles se llega a los Lagos de Covadonga, tras dos ascensiones a la durísima Collada de Lomena, inédita en la carrera; y la etapa del jueves culmina en la durísima cima del Gamoniteiru, tras las ascensiones al Puerto de San Lorenzo, la Collada de la Cobertoria y el Alto del Cordal, todos con porcentajes por encima del 10%. Verona anticipó en El Barraco lo que puede suceder: “Lo que está claro es que la etapa de hoy va a condicionar la durísima semana final que nos espera, ya que creo que todos hemos llegado bien tostados al final y necesitando el descanso del lunes como el comer”.

Jaime Fresno

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