El Galapagar da media campanada en El Val tras resistir 100 minutos de acoso del Alcalá (1-1)
Los serranos suman su primer punto fuera de casa en el gran escenario de la categoría, tras ir por delante casi todo el partido con un gol de Sergio Pliego en su primera llegada, y encajar el empate en la última jugada, con un golpe franco de Izan.
El Galapagar superó con notable alto la prueba de El Val. No fue sobresaliente porque no pudo neutralizar la inspiración final del Alcalá, encarnada en la figura de Izan, cuyo tiro de falta directa sobre el minuto 100 terminó por subir al marcador un justo empate. Hasta ahí, los serranos se aferraron al segundo gol consecutivo de Sergio Pliego en una semana para resistir el continuo acoso al que le sometió el Alcalá, unas veces con buen fútbol, otras a base de los arreones de raza propios de los equipos a los que se les presupone cierta jerarquía.
El Galapagar tuvo la inteligencia de no discutir eso: se predispuso a sufrir sin balón, y se arropó atrás como nunca en la etapa de Gómez-Rey, para acabar aguantando la tormenta y extraer un punto de peso en su ciudad predilecta, la del ascenso en el campo del Avance, la de su primer resultado positivo en categoría nacional. Pese a perder dos puntos en el último suspiro, el empate se vio con buenos ojos, síntoma de la conmovedora honestidad que distingue y hace grande al club, por encima de éste o aquel resultado. La tarde de El Val debería de ser el punto de partida para empezar a corregir el desfase entre lo que se cosecha en El Chopo y lo que se saca a domicilio, sin duda alguna la clave para aguantar la categoría.
Pliego marca a la primera
El partido comenzó un cuarto de hora más tarde de lo previsto, después de que un accidente de tráfico a la altura de Las Veredillas, en Torrejón de Ardoz, provocara un monumental atasco entre San Fernando y Alcalá de Henares, lo que hizo que comparecieran tarde en el estadio uno de los jueces de línea y una importante parte de la expedición del Galapagar. La circunstancia alteró el calentamiento de los arlequinados en el peor escenario posible, en el campo más grande de España y sobre una hierba natural de las que pasa factura física, sobre todo si no hay costumbre. Quizá ello ayudó a lo que ya se intuía que iba a pasar de de salida, es decir, un Alcalá lanzado a por el gol y un Galapagar obligado a achicar.
El Galapagar no discutió la iniciativa del juego, cuajó un buen partido sin balón y el resto lo hizo la impericia en el remate del Alcalá, con hasta doce ocasiones malogradas
A los cinco minutos, Alan Carballar y Ángel tuvieron una doble ocasión para inaugurar el marcador, y la carga siguió con varios saques de esquina y centros laterales bien conjurados por la zaga arlequinada, configurada con Guille y Carlos Daniel en los laterales, y Gabi Pont y Sergio Pliego en el eje. Los cuatro trabajaron a destajo, con mención aparte para Pliego: el joven central hizo todo un doctorado en esos primeros compases, socorriendo a Guille en la sujeción de Alan, pura electricidad en rojilla en banda, y metiendo el cuchillo al Alcalá en la primera oportunidad. Fue en el minuto 9, cuando Nacho Martín abrochó con el interior un centro desde la izquierda que encontró cerca del área chica y libre de marca a Pliego, cuya peinada al segundo palo fue inalcanzable para el meta Degre. El gol aplacó los ímpetus de la Deportiva y afianzó el plan del Galapagar, que empezó a asomar más en campo contrario, con Marcos Gil, Kike Falcón y el propio Nacho. El capitán que luego diría haber disfrutado con la escenografía de El Val, trató de buscar en largo a Héctor, pero el ariete quedó abocado a librar cada batalla demasiado solo.

Superado el impacto del 0-1, el Alcalá volvió a amenazar sobre el ecuador del primer tiempo, haciendo valer su buen uso de las bandas: por la izquierda llegó un centro medido de De Pedro que Alan cabeceó fuera, con todo a favor; y el hábil extremo se sacó dos minutos después un chutazo que Gonzalo sacó como pudo para dejar el rechace a pies de Dani Ponce, cuyo remate a bocajarro se fue lamiendo el palo.
Héctor tuvo en sus botas el 0-2 ya avanzada la segunda parte, cuando los locales se quedaron sin ideas para abordar la defensa de cinco ordenada por Álvaro Gómez-Rey a media hora del final
El Alcalá cargaba con circulaciones de banda a banda, más o menos controladas por el Galapagar, pero su verdadero peligro llegaba en los robos en tres cuartos, donde su presión restringía cualquier intento de contestación serrana. En ésas, Antonio Huelves cometió un error grueso en un pase horizontal que provocó que Héctor ganara su primera batalla con los centrales, obligando a Degre a salir de su área tras un mal despeje. El pichichi arlequinado pudo sortear al guardameta hacia afuera y éste fue tapándole hasta casi el córner, donde Héctor volvió a driblarlo para buscar ángulo. Su remate acabó en el lateral de la red, pero la jugada retrató la capacidad del delantero a campo abierto, como ya se había visto en dos duelos previos con los defensas. Esa acción dio paso a una contestación inmediata del Alcalá, que antes del descanso rozó el empate en otras tres ocasiones, con tiros de Dani Ponce y Alan, y un intento de gol olímpico que Gonzalo sacó cuando el balón se envenenaba hacia la escuadra.
El Galapagar se hace fuerte tras el descanso
El paso por la caseta le vino bien al Galapagar, que logró minimizar en gran parte la sucesión de ocasiones locales. Al Alcalá se le bajó la persiana en tres cuartos de campo, y durante los quince primeros minutos lo único reseñable fue una caída en el área de Malote, demasiado liviana como para ser penalti. Esa sensación de fortaleza galapagueña se hizo más patente cuando Álvaro Gómez-Rey metió a Raúl León por Marcos Gil, para formar un trío de centrales con Gabi Pont y Pliego, los tres ayudados por la misión claramente defensiva de Íñigo Teijeiro.
El blindaje, que además contó con el trabajo estajanovista de Kike Falcón en ayuda de los laterales, provocó un cortocircuito en el Alcalá, que se quedó sin ideas para penetrar la muralla, más allá de circulaciones de balón perimetrales propias del balonmano. A favor de obra jugaban el cronómetro y la precipitación de la Deportiva en los toques finales, una deriva que ya hacía soñar con la victoria a las decenas de aficionados de Galapagar.
Facu Ferratti fue sacado del campo en volandas con una profunda herida en la rodilla, sufrida en la acción que precedió al gol del Alcalá
Viendo el atasco, Jorge Martín de San Pablo llamó a filas al que luego sería el salvador: Izan. El media punta entró por el canterano Jaime, bien sujetado por el Galapagar tras su buen partido en Alcorcón, y empezó a dar un punto más de desborde por el costado izquierdo, en una fase ya al filo de la navaja, en la que el Galapagar pudo sacar el premio gordo cuando Kike Falcón esquivó a tres jugadores con el balón cosido al pie y metió un excelente balón a espaldas de la defensa para dejar solo a Héctor con la sentencia: el delantero intentó la vaselina en el mano a mano y Degre le adivinó la intención para evitar el 0-2. La otra opción llegó en otra gran acción individual, esta vez de Sergio Pliego. El central rompió al Alcalá con una arrancada descomunal, partiendo de medio campo, y fue derribado en la semiluna. Con Nacho Martín ya sustituido, Gabi Pont fue el encargado de la ejecución, pero el zaguero talonó mal y su disparo se fue al Velódromo.
Carga final, y empate
Las escaramuzas al contragolpe del Galapagar provocaron el toque a rebato de Jorge Martín de San Pablo, que metió toda la carne en el asador sacando a sus dos últimos fichajes, Alonso y Sanse, este último por un discreto Malote, además de descargar al lateral De Pedro de cualquier obligación de bajar a defender. Fue un ataque de cinco en toda regla, que empezó a abrir nuevas vías de agua en el fortín galapagueño.
Con el Alcalá en quinta marcha, Izan asumió definitivamente el mando de las operaciones, al tiempo que Álvaro Gómez-Rey metía de una tacada a Yorman, Jorge Alegría y Gabri para buscar salidas que frenasen la avalancha, tal y como había hecho antes tirando de Pablo Buceta. Los dos delanteros dieron oxígeno en alguna carrera, solos contra el mundo, pero el guión ya era inalterable a esas alturas, con Izan empeñado a la tarea del empate, generando mucho juego en la izquierda. Por allí empezó su recital final, botando una falta medida que Sanse malogró en buena posición; luego, ya sobre la hora, dejó atrás a cuantos galapagueños le salieron al paso, antes de que entre Gabi Pont y Gonzalo evitaran el gol. Y en la más clara, ya en el segundo minuto de los seis aplicados de prolongación, desbordó por su costado y sirvió el empate en bandeja a Dani Ponce, que completó su mala tarde errando en boca de gol, con El Val cantando el empate.
El partido empezó con cuarto de hora de retraso porque un accidente a la altura de Las Veredillas, en Torrejón de Ardoz, retuvo en la carretera a parte de la expedición serrana y a un juez de línea
En pleno acoso y derribo, y con el reloj apuntando al 96 estipulado, el Galapagar cometió una falta en la frontal y el árbitro tuvo que detener el partido para que Facu Ferratti fuese atendido de una profunda herida en la rodilla, producida por los tacos de aluminio de un rival en un encontronazo. El impás, de unos cuatro minutos, llevó la ejecución del libre directo al minuto 100, con El Val conteniendo el aliento.
El Galapagar formó una barrera de cinco hombres, con otro jugador del Alcalá insertado como pantalla, y tumbó a otro para evitar el chut por bajo. Izan posó el balón y esquivó la muralla con un zurdazo combado que se fue al interior del poste, antes de pegar en Gonzalo y alojarse en las mallas. A la luz de todos los sucesos de la segunda parte cabía esperar que se jugase algún minuto más, sobre todo porque el Galapagar había tirado de oficio para ganar tiempo en cada balón detenido, con la permisividad de un Jaime Muñoz Moreno que sacó de quicio a El Val.
El árbitro acabó pitando el final en un saque de banda del Galapagar y las airadas protestas de los jugadores alcalaínos se cobraron las expulsiones por roja directa del capitán, Antonio Huelves, y Alan Carballar, ambas en el túnel de vestuarios. Un final rocambolesco para un partido de fútbol intenso y vibrante por momentos, del que el Galapagar sale reforzado con su primer punto fuera de casa, justo antes de afrontar una semana de gran dificultad: el miércoles recibirá al Pozuelo de Juanjo Granero, y el domingo por la tarde pasará por La Oliva para medirse al Paracuellos Antamira, el equipo que a día de hoy le marca la permanencia un punto por encima.
RSD ALCALÁ: Degre; Antonio Huelves, Luis Enrique, Murci, De Pedro; Chato; Alan Carballar (Pablo, 77’), Malote (Sanse, 77’), Ángel (Alonso, 69’), Jaime (Izan, 63’); y Dani Ponce.
CD GALAPAGAR: Gonzalo; Carlos Daniel (Yorman, 83’), Gabi Pont, Sergio Pliego, Guille; Íñigo Teijeiro, Facu Ferratti; Marcos Gil (Raúl León, 58’), Nacho Martín (Pablo Buceta (65’), Kike Falcón (Jorge Alegría, 83’); y Héctor (Gabri Zamorano, 83’)
GOLES: 0-1, minuto 9: Sergio Pliego, a centro desde la izquierda de Nacho Martín. 1-1, minuto 100: Izan de golpe franco.
ÁRBITRO: Jaime Muñoz Moreno. Actuación muy protestada por los locales, por la permisividad con las pérdidas de tiempo. Expulsó con roja directa tras el partido a los jugadores de la RSD Alcalá, Huelves y Alan, además de al preparador físico del Galapagar, Javier García.
INCIDENCIAS: Partido de la 12ª jornada en el Grupo VII de Tercera RFEF, con cerca de 400 espectadores en el Municipal de El Val en tarde soleada y agradable. El partido comenzó a las 16:30 horas, quince minutos después de lo previsto, después de que la expedición del Galapagar y un juez asistente llegasen tarde al estadio por quedar retenidos en el gran atasco originado en la A-2 por un accidente a la altura de Torrejón de Ardoz.
Jaime Fresno