El CUC Villalba conquista Tres Cantos con fútbol y ya es el mejor a domicilio de Tercera RFEF (1-3)
Los villalbinos totalizan 14 puntos como visitantes, uno más que el Leganés B y dos más que el líder, el Real Madrid C.
El CUC Villalba ganó en el Jaime Mata al Tres Cantos (1-3), suma ya cuatro victorias a domicilio y pasa a ser el mejor visitante de la Tercera RFEF madrileña, nada menos que por delante del Leganés B, segundo en la clasificación absoluta, y del líder, el Real Madrid C. La película lejos de la Ciudad Deportiva es otra: aparece un equipo fluido y con seguridad, dotado de velocidad de balón, claridad de ideas y, por si fuera poco, contundencia defensiva.
El Tres Cantos, un equipo con buen pie y con manejo de varios registros, terminó claudicando en el añadido, aunque pudo y debió ser antes de que el Villalba se viera intimidado por los cambios de David Muñoz, quien, al igual que hizo en El Chopo, movió el banquillo y el esquema con mano sabia. No le alcanzó para puntuar porque el CUC Villalba, fuera de casa, es un equipo casi con precisión cirujana arriba, que ha despachado sus dos últimas salidas con siete goles y un buen caudal de juego ofensivo. Y por fútbol, nadie, o muy pocos, le podrán negar que mereció todo el botín en Tres Cantos, pese a decidir en los minutos 93 y 95.
Los de Juan Carlos Gómez firmaron un partido muy completo en el Jaime Mata, rubricado con el gran gol en jugada colectiva de Pablo Montero y los tantos en el añadido de Etienne Etoo y Velasco, en contestación al empate local
Avisos de Montero y Peña
Los dos equipos encararon el partido con importantes problemas en los laterales de su defensa: el Tres Cantos tuvo la baja de última hora de Christian, justo después de su exhibición en Galapagar, y el CUC Villalba, que sabe que tendrá que lidiar con la baja de larga duración de Sergio García, dio carrete en la derecha a Hugo. Para hurgar por ahí, David Muñoz puso el doble motor en ese carril con Ortega y Valverde, otro de sus revulsivos en El Chopo, pero la respuesta amarilla estuvo a la altura.
Salvo en los primeros diez minutos, cuando el ecuatoriano ganó la espalda de Hugo por primera y única vez, el lateral derecho amarillo no sólo respondió de forma convincente en todas las demás, con Héctor Peña y Cova de aliados en ese sector, sino que su creciente seguridad fue activando los ataques por ese lado. A los 12 minutos, Héctor Peña zigzagueó por ahí, trazó la diagonal hacia el área dejando atrás a dos rivales, y soltó un disparo cruzado que se fue a un palmo del palo de Otero.
El Tres Cantos, dominador hasta ese momento, aunque con Febre, Capi y Rubén Bas sin terminar de trenzar la jugada, fue perdiendo control sobre el medio campo hasta que se vio sometido por el toque de los creativos amarillos, es decir, Chamón y Roman en el centro, Ot Remolins en el enganche, y Pablo Montero y Héctor Peña en las alas. Nada nuevo, pues es lo mismo que en la Ciudad Deportiva; la diferencia fue la naturalidad y la velocidad de ejecución en un campo igual de amplio, pero en condiciones.
A los 26 minutos, Montero quitó la pintura de la parte superior del travesaño, tras un control con salida a toda mecha para ganar la semiluna en ventaja; a los 32, Remolins forzó una falta en la frontal que a Héctor Peña se le fue por centímetros; y de seguido, el internacional andorrano combinó con Montero para que el menudo extremo probara los guantes de Otero, que se sacó una parada dificilísima, a remate ajustado y con bote. El CUC Villalba mereció el gol antes del descanso, pero justo antes, en el minuto 44, pudo encajar un severo castigo, con el trallazo de Moha que sacó Valentyn junto al palo.
Todos los goles en la segunda parte
Como en el inicio, el Tres Cantos salió mejor a la segunda parte, en la que fue creciendo Rubén Bas. El 10 tricantino, que pudo inaugurar el marcador a las primeras de cambio, en una falta conjurada por Valentyn, pareció encontrar con más asiduidad sus asociaciones con Febre. Fue el ex cerebro del Galapagar quien puso un balón medido sobre la entrada en el área de Moha, pero el ex del Aravaca no contó con Cova, que acudió pletórico al cruce para evitar el mano a mano. El central venezolano cuajó un partido imperial atrás.
Los villalbinos totalizan 14 puntos como visitantes, uno más que el Leganés B y dos más que el líder, el Real Madrid C
Tras esos escarceos, el CUC Villalba volvió a tomar sitio y retransmitió las sensaciones del primer tiempo. No tardó en golpear: tras un disparo de Álex Krehl detenido por Otero en dos tiempos, surgió la gran jugada del 0-1, iniciada por Ot Remolins por el pasillo central, con descarga a la derecha para el centro medido de Héctor Peña. Montero, entrando desde atrás, remachó el gol y abrió un nuevo escenario, al que David Muñoz respondió como en Galapagar, es decir, mutando a un juego más directo y físico: sacrificó a Capi y a un apagado Valverde, y metió cuerpo y remate con Dani Martínez y Raúl Uche. Con ellos, el Tres Cantos metió al Villalba atrás por acumulación y el partido se volcó hacia el área de Valentyn, cuyo mayor mérito en esa fase fue leer hasta cuatro saques de esquina de Rubén Bas cargados de veneno, uno de ellos directo a gol.
En esa fase, la última línea del Villalba respondió con efectividad, hasta que Hachi, otro de los hombres de refresco tricantinos, aprovechó un rechace frontal del guardameta del Villalba para rematar a placer el empate, ya en el minuto 42 del segundo tiempo. Esta vez el gol, lejos de achicar a los serranos, sirvió de acicate y su respuesta fue de lo más contundente, ya en el campo abierto del final, cuando llegaron los dos contragolpes decisivos: en el primero, Etienne Etoo hizo el 1-2 tras otra buena jugada colectiva por la derecha, y en el segundo, Velasco resolvió una contra en tres para uno regateando con clase a Otero, para cerrar el partido con un disparo a media altura que salvó el intento de los zagueros por evitar el gol bajo palos.
Fue el sello del mejor visitante de la Liga, que se fue a celebrar con su decena larga de seguidores una victoria imprescindible para eludir el farolillo rojo antes del parón del Puente. Tras él, el Villalba cerrará el año el 17 de diciembre ante el Paracuellos en la Ciudad Deportiva, el campo donde quiere acabar con sus pesadillas antes de la Navidad.