Un golazo de Manu pone al Galapagar en órbita en Navalcarbón (0-1)

El centrocampista arlequinado decantó el partido mediada la segunda parte con un formidable zurdazo desde fuera del área, y rubricó una victoria que sitúa al Galapagar sexto, con los mismos 11 puntos que la zona de playoff.

El Galapagar asaltó Navalcarbón y vuelve a tener los mismos puntos que la zona de playoff, después de un derbi jugado en máximos de tensión del que salió malparado Las Rozas, un equipo que empezó infortunado en el remate y acabó ofuscado ante el orden arlequinado, que ganó muchos enteros tras el descanso. El golazo de Manu Serrano mediado el segundo tiempo acabó siendo una losa para los de David García Aguilar, que lo intentaron todo hasta el final pero acabaron estrellados ante una defensa gualdinegra que adquirió tintes épicos en el tramo final, con el hándicap de las lesiones de Carlos Daniel y Filipe, y obligada a resistir por acumulación la carga total de los azulones.

Las Rozas dominó la primera parte, en la que generó un mayor número de ocasiones, pero ya pudo irse perdiendo al descanso si Álvaro del Val hubiese convertido el penalti forzado por Javi Redondo sobre la hora

El 0-1 final, histórico por cuanto el Galapagar conquista una nueva plaza fuerte de la categoría, fue largamente celebrado por los jugadores con su afición, que ve a su equipo no sólo a la altura del playoff, sino también como segundo en una hipotética clasificación sin filiales, sólo por detrás del Móstoles URJC. Un dato a tener en cuenta.

Manu Serrano controla el balón antes de disparar y marcar el único gol del partido / Fotografía: Vidal Fraguas

Del Val falla un penalti

Las Rozas entró fuerte al partido, siguiendo el guión de sus tres victorias consecutivas en Navalcarbón, y eso que afrontó el envite sin Mendi ni Barroso, baja de última hora por enfermedad. David García Aguilar sustituyó al lateral por Arkaitz Barrenetxea, uno de los suyos en su época en el filial, y planteó un once ofensivo con Koné en punta flanqueado en las alas por Vivi y Celes. El ecuatoguineano resultó un tormento por la derecha para la defensa de cinco del Galapagar, que no ganó para sustos en una primera media hora en la que claramente no pudo seguir el ritmo roceño con balón.

A los dos minutos, un mal control de Gonzalo estuvo a punto de ser aprovechado por Koné, y poco después, otro error en la salida de balón de Julio -sustituto del lesionado Rubén Darío- estuvo a punto de dejar solo ante el portero a Celes. Apenas un minuto después, Gonzalo entró en calor con una buena mano a disparo de Koné y nadie aprovechó en la continuación un venenoso pase atrás de Vivi, con el balón limpio recorriendo el área, ideal para el remate a bocajarro.

Celes derriba a Javi Redondo, provocando un penalti / Fotografía: Vidal Fraguas

El Galapagar, superado en el medio campo, sin control, entre otras cosas, sobre las numerosas subidas de Borao por la derecha, además de errático con el balón, capeó como pudo el arreón, ayudado por la falta de pegada roceña, que siguió con otra ocasión de Koné, tras robo en tres cuartos de Celes, y un disparo de Santos que se fue lamiendo el travesaño.

Los de Borja Bardera acabaron por salir indemnes del acoso y, superada la media hora, asomaron por los dominios de Rodrigo, con un trallazo desde fuera de Álvaro del Val que el portero se quitó de encima como pudo. Esa acción, gestada en la izquierda por Javi Redondo, anunció el penalti que pudo desnivelar la balanza al filo del descanso, cuando el escurridizo 10 galapagueño forzó la pena máxima ante Celes, que le zancadilleó tras un regate eléctrico en el reverso para buscar la portería. Álvaro del Val tomó la responsabilidad para ejecutar a su exequipo, pero su disparo a romper por el medio se le fue un palmo por encima del larguero.             

Manu decide    

La segunda parte dejó ver cierta continuidad en la presión de Las Rozas, pero esta vez ante un Galapagar mejor organizado y cada vez preciso con el balón. Después de otra buena ocasión de Koné, desbaratada de forma magnífica por Sergio Pliego, David García Aguilar echó mano de Ouanis y Arribas para mantener el poder en banda, pero ambos extremos se encontraron con el mejor funcionamiento de las ayudas en la zaga arlequinada. Restablecido el equilibrio, el Galapagar pisó con mucha más asiduidad el campo contrario y fue merodeando el área de Rodrigo hasta que encontró el modo de asestar el golpe. Fue en una jugada bien elaborada que llevó el balón a la derecha, y de ahí de vuelta al medio, donde apareció Manu Serrano para sacarse un zurdazo ajustado al palo ante el que nada pudo hacer el portero roceño.

El 0-1 consolidó al Galapagar y precipitó el ataque total de Las Rozas, que apuró los cambios para dar entrada a Sorin. Escolano y Maroto. Los azulones se volcaron acumulando gente arriba y al Galapagar no le quedó más remedio que acularse, con Miguel como único hombre descolgado.

Para aguantar el asedio, los serranos llegaron a defender con seis jugadores, amén de lidiar con las lesiones de Carlos Daniel y Filipe. En tales circunstancias, la respuesta de la última línea fue muy buena, favorecida también por la precipitación roceña. Eso sí, en plena carga, Gonzalo metió una mano salvadora a disparo cruzado de Chinchu, en la última gran ocasión de Las Rozas. Por si fuera poco, el central fue expulsado con roja directa tras una acción en la que Borre se marchaba solo a portería en busca del 0-2, justo antes del pitido final que deja al Galapagar en la élite del Grupo VII y carga sobre las espaldas roceñas una segunda derrota consecutiva.

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