Piero Capponi: “Si bajamos, hay una cláusula por la cual el Majadahonda nos pagaría un dinero que reinvertiríamos en volver a subir”

El presidente da por hecho que el convenio no se renovará si baja el CUC Villalba.

El futuro del CUC Villalba se va a cocinar este domingo, no sólo en lo deportivo, sino también estratégicamente hablando: si el equipo consuma su descenso a Preferente ante el Real Madrid C, se acabará el convenio de filialidad con el Rayo Majadahonda, cuya caída a Segunda RFEF, ya matemática desde la semana pasada, abre además un nuevo escenario en el club del Cerro del Espino.

El presidente, Piero Capponi, no deja lugar a dudas sobre lo que sucedería en caso de que se complete el doble desastre este domingo: “Desde el punto de vista contractual, los descensos del Rayo Majadahonda y del CUC Villalba, que no estaban en los planes de nadie, de por sí rompen el contrato. Ahora mismo no podemos decir nada, porque lo primero es ver en qué categorías estamos. Está claro que, si estuviéramos en Preferente, no tendría ningún tipo de sentido mantener el acuerdo, porque a ellos no les interesaría un filial en Regional, y para nosotros la cosa no ha ido bien deportivamente; ha ido bien económicamente, eso sí”. Pero, ¿y si se salva el CUC Villalba? En ese caso, Capponi es menos categórico, aunque da pistas: “Es pronto para poder decir algo. Si tuviera que dar un escenario, ahora mismo no deberíamos seguir con ese acuerdo, pero dependerá de cómo terminemos y de que nos sentemos a hablar con el Rayo Majadahonda”.

Crisis majariega de fondo

En esa posible reunión de final de temporada faltaría un eslabón clave en las negociaciones del pasado verano: Néstor Susaeta. El que fuera director deportivo del Rayo Majadahonda dimitió a finales de marzo, apenas unas horas después de la salida del entonces entrenador del primer equipo, Jon Erice, y sin él, el CUC Villalba ya no cuenta con el interlocutor que dio forma al acuerdo, un detalle que no es baladí para Capponi: “No conozco al nuevo director deportivo del Majadahonda. Una de las claves del anterior acuerdo era la relación que teníamos con Néstor Susaeta. Al no estar él, falta uno de los pilares clave”.

El presidente del CUC Villalba, Piero Capponi, con el consejero delegado del Rayo Majadahonda, Pedro Arribas
El presidente del CUC Villalba, Piero Capponi, con el consejero delegado del Rayo Majadahonda, Pedro Arribas

En cualquier caso, tampoco ha habido demasiado margen para la reunión de las partes, puesto que el nuevo director deportivo del Rayo Majadahonda, César Gil, fue presentado oficialmente hace ahora justo una semana, horas antes de que se desatara una nueva tormenta en el banquillo, como fue la destitución del técnico Armando de la Morena nada más consumarse el descenso, tras dirigir apenas cinco partidos en Primera RFEF. La situación del Rayo Majadahonda, con hasta cuatro entrenadores distintos este curso que no han podido evitar la caída a Segunda RFEF, también es delicada a nivel institucional, con muchas incertidumbres en torno a la continuidad de los propietarios de la Sociedad Anónima, y algunas fuentes situando su deuda en la horquilla que va de los 500.000 a los 600.000 euros, algo que, por otra parte, es moneda común en la mayoría de los clubes de Primera RFEF, una categoría que ha suscitado múltiples debates sobre su viabilidad económica.

Cláusula de penalización

Mad Football Group, la empresa de Piero Capponi que gestiona y dirige el CUC Villalba, también está involucrada en tareas de asesoramiento al club majariego en ese apartado, hasta el punto de que algunas fuentes apuntan a que estaría estudiando la posibilidad de postularse para una gestión integral, dependiendo de los cambios que pudieran producirse en la propiedad a final de temporada.

En ese contexto, la continuidad o no del convenio de filialidad, en el caso de que el CUC Villalba permaneciese en Tercera RFEF, quedaría también supeditada a una nueva estrategia del Rayo Majadahonda, que invirtió en el acuerdo 170.000 euros y que, según confirmó Piero Capponi, todavía tendría que abonar una cantidad adicional, en virtud de la cláusula de penalización que hay firmada por un hipotético descenso a Preferente. De ahí que el presidente zanje de un plumazo las dudas sobre su continuidad al frente del CUC Villalba, sin entrar en otras cuestiones: “Claro que haríamos un buen proyecto en caso de bajar a Preferente. Curiosamente, si bajamos estamos mejor, porque hay una claúsula de penalización por la cual el Majadahonda nos tendría que pagar un dinero, que se reinvertiría en hacer un proyecto fuerte para volver a subir a Tercera”. El presidente sale así al paso de la corriente de opinión que piensa que abandonaría el barco en caso de consumarse el descenso a Regional Preferente

Piero Capponi ha venido defendiendo durante toda la temporada los beneficios del convenio para las cuentas del CUC Villalba, aun reconociendo sin tapujos el fracaso deportivo respecto a los planes iniciales. Y ya habla de unas cuentas saneadas: “La salud económica del club es buena. Estamos con el objetivo de alcanzar el equilibrio presupuestario y, este año, limitando mucho los gastos de la primera plantilla, era una de las razones por la cual habíamos hecho el acuerdo con el Rayo Majadahonda. Deportivamente no ha tenido el resultado esperado, no podemos decir otra cosa, pero la economía nos ha permitido alcanzar el equilibrio. Siempre tendremos problemas de tesorería, como todos los clubes, pero el Villalba es un club que está en salud”.

El CUC Villalba termina de pagar a De la Parra y acaba con una deuda que llegó a superar los 100.000 euros

El presidente del CUC Villalba confirmó a AQUÍ EN LA SIERRA el final de la mayor pesadilla económica del club en lo que va de siglo: la deuda con los jugadores profesionales Marcos Sequeiros y Gustavo de la Parra, que llegó a superar los 100.000 euros, entre el montante de sus fichas, las costas de los juicios y los intereses de demora. Según Capponi, el CUC Villalba terminó de zanjar el histórico agujero el pasado mes de abril, cuando abonó a De la Parra la última mensualidad pactada en el plan de amortización, heredado por Mad Football Group de anteriores directivas.

Con la deuda de Marcos Sequeiros ya resuelta, a la directiva de Piero Capponi sólo le faltaba acabar con un pequeño fleco de la relativa al central, ex del Leganés: “A nuestra llegada el importe no era exageradamente alto, era más bien residual, creo que estaba alrededor de los 5.000 euros, no me quiero equivocar. Lo que hicimos fue pactar con Gustavo de la Parra un pago aplazado mensual, que digamos fuera soportable por el club; y así hemos hecho. En estos dos años hemos terminado a base de pagar todos los meses esa cuota. En abril fue la última, así que hemos dado por cerrada una deuda histórica, que ha sido dramática para el CUC Villalba. Ha sido como pagar una hipoteca a muchos años. Es una buena noticia que se haya terminado”.

Las sentencias, decretadas tras la no presentación del CUC Villalba en los juicios sobre ambos contratos, obligaron al club a pagar 21.035 euros a Marcos Sequeiros y 47.181 euros a Gustavo de la Parra, cuyo contrato era de dos años. Los intereses de demora, sumados a las costas del juicio, elevaron la suma de esas cantidades muy por encima de los 100.000 euros, lo que llevó al CUC Villalba a reconocer ante sus socios una deuda general de 191.400 euros, en la Asamblea en la que el entonces presidente, Juan Antonio Muñoz, anunció que el club se había visto obligado a recurrir a los servicios de la gestora Futsmile para salir a flote.

Una década después, el final de la histórica deuda coincide con las primeras declaraciones de un presidente del CUC Villalba hablando de cuentas prácticamente saneadas. Piero Capponi definió el nuevo escenario diciendo: “Estamos en salud”.

Jaime Fresno

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