El Galapagar más fuerte de siempre amenaza el futuro del CUC Villalba en Tercera

Los villalbinos, a 5 puntos de la salvación, se la juegan ante un vecino que no pierde desde diciembre y sueña con el playoff.

El gran derbi serrano de Tercera RFEF de este domingo -Ciudad Deportiva, 17:30 horas- llega desigual, a falta de ver si el factor corrector que a veces ofrece el fútbol, sobre todo en este tipo de partidos, reduce el favoritismo que las matemáticas otorgan a un Galapagar con 11 puntos de ventaja sobre el CUC Villalba -serían 14 sin la sanción de la alineación indebida de Canillas-.

La distancia es todo un mundo en una Liga tan igualada como la Tercera RFEF de Madrid, en la que sólo hay cinco puntos entre la quinta plaza de playoff y el descenso; y es una diferencia lógica si se tiene en cuenta tanto que el Galapagar sigue marcando una gran evolución que le ha llevado hasta la cuarta posición, su máximo histórico, como que estamos ante el tercer peor CUC Villalba en sus diez temporadas en categoría nacional, sólo superado en términos negativos por los dos proyectos rotos de raíz que acabaron últimos en Tercera, con jugadores de circunstancias y el club bordeando la desaparición. Este último dato es el que tiene al club amarillo al borde de uno de sus grandes fracasos, quizá el mayor, si se tiene en cuenta el aumento presupuestario y la profesionalización de la plantilla.

Borre intenta superar a Sergio en el partido disputado en El Chopo en la primera vuelta / Fotografía: Vidal Fraguas
Borre intenta superar a Sergio en el partido disputado en El Chopo en la primera vuelta / Fotografía: Vidal Fraguas

El CUC Villalba, al filo

Nadie esperaba esa situación, y menos bajo el mecenazgo del Rayo Majadahonda, el club nodriza que está detrás de todo en materia deportiva, con una contrastada experiencia en la confección de equipos en categorías superiores, también en Tercera, donde su anterior filial, el Paracuellos Antamira, jugó el playoff en el curso pasado. Pero la realidad indica que el CUC Villalba, su nuevo filial, es colista a cinco puntos de la salvación -seis si se cuenta la posibilidad de arrastres desde Segunda RFEF-, y tiene ante sí 12 finales para salvar la categoría, en las que debería casi duplicar los 20 puntos que tiene para llegar al objetivo.

En tal contexto, el derbi ante el Galapagar se antoja crucial. Para muchos, la derrota sería la estocada definitiva, más si cabe en el plano moral que en el numérico, puesto que aún quedarían 33 puntos en juego. Sin embargo, un equipo de fútbol también evoluciona bajo otros parámetros, como la confianza, el cuajo y la presión, que en el caso del Villalba se nota en la Ciudad Deportiva, donde aún no ha ganado.

El técnico, David Bohega, cree que romper ese maleficio es vital para aspirar a la salvación, en línea con la opinión mayoritaria. Bajo su dirección, el CUC Villalba rompió una secuencia de siete derrotas caseras consecutivas, con el 2-2 ante la AD Torrejón, pero en su última cita en la Ciudad Deportiva sufrió la octava derrota en diez partidos, con el 0-3 ante el Parla que provocó que parte de la afición del Villalba ya no aguantara más y se marchase antes del pitido final, hastiada por seis meses sin ver ganar a su equipo, y tras ir comprobando que ni con cuatro entrenadores se ha podido cambiar la tendencia: Mateo García se fue tras ocho partidos con el equipo 13º con nueve puntos, uno fuera del descenso; Rodrigo Íñigo, el entrenador puente, perdió los dos partidos siguientes para caer a la penúltima posición; Juan Carlos Gómez se despidió ganando a domicilio al Alcorcón B, pero con el equipo ya último; y ahora, David Bohega, presenta un balance de dos empates y dos derrotas.

Es decir, los cambios no han enderezado el rumbo, más allá de las buenas sensaciones de determinadas fases de los partidos. Síntoma de que el problema es más de proyecto que de personas. De no ser por los buenos números fuera de casa, donde el CUC Villalba ha sumado 18 de sus 20 puntos y es el tercer mejor visitante de la Liga, el caso ya estaría perdido.

Los jugadores del CUC Villalba celebran uno de sus goles en el partido contra el Galapagar disputado el pasado mes de octubre
Los jugadores del CUC Villalba celebran uno de sus goles en el partido contra el Galapagar disputado el pasado mes de octubre

Abrazado a esa dinámica positiva lejos de la Ciudad Deportiva, el CUC Villalba jugó uno de sus mejores partidos precisamente en El Chopo, donde empató a dos goles después de adelantarse dos veces en el marcador y superar al Galapagar, sobre todo en la primera parte. Aquella actuación habla de cierto potencial no suficientemente explotado en la joven plantilla amarilla, cuya media de edad inferior a los 21 años es, a la vez, parte del problema y de la solución: del problema porque la Tercera de Madrid no perdona a los equipos inexpertos, tanto por cuajo individual como por tiempo de ensamblaje, algo escaso en el Villalba, que apenas lo tuvo en una pretemporada en la que los jugadores fueron llegando por remesas, como señaló Mateo García; y de la solución, porque esa juventud es sinónimo de margen de mejora. Sin embargo, tras 22 partidos jugados y sólo 12 por delante, la balanza cae del lado del problema: el CUC Villalba tiene la presión encima y el margen de maniobra es cada vez más escaso.

Los movimientos en el mercado invernal, con hasta seis incorporaciones, algunas obligadas por el deseo de salir de jugadores importantes, como Héctor Peña o Álvaro Taillet, hablan de que la dirección deportiva asumió que era necesario buscar soluciones para no caer: cinco de los nuevos, Carlos Pantoja, Sergio Sousa, Rabadán, Álvaro Batán y Mateo Caprile, ya son asiduos en el once; y el sexto, Fode Konaté, ya debutó el pasado domingo en el empate en campo del Leganés B (1-1). Según David Bohega, el lateral derecho maliense, anunciado oficialmente hace pocos días, “nos tiene que dar mucho, por su experiencia internacional, ha jugado un Mundial sub-20 y se tiene que notar”. Konaté venía entrenando con el CUC Villalba, pero hasta ahora no se le había podido tramitar la ficha por cuestiones burocráticas.

El CUC Villalba empezó a preparar el derbi serrano el lunes y, tras la jornada de descanso del martes -en la que no hubiera podido entrenar en la Ciudad Deportiva a causa del cierre de las instalaciones como consecuencia del fuerte viento-, inició el miércoles una secuencia de tres sesiones consecutivas en las que David Bohega y su cuerpo técnico tienen como principal preocupación la evolución de los tocados de Leganés: Velasco, Álex Krehl y Mateo Caprile. El primero está pendiente de pruebas médicas y será baja casi segura, mientras que se confía en la recuperación de Krehl y Caprile.

El ariete estadounidense tuvo que ser sustituido en el minuto 40 del partido de Leganés tras sufrir dos pisotones en el mismo pie que le rompieron la bota, aunque David Bohega cree que “sólo es la contusión y esperamos que evolucione bien”. El entrenador espera la recuperación del estadounidense con vistas a un partido “especial, en el que nos vamos a enfrentar a un gran equipo en lo colectivo, que tiene mucha intensidad”. Bohega, que ha seguido en directo los últimos partidos del Galapagar, alaba el gran momento arlequinado y destaca el gran manejo de los cambios y de las fases de partido que exhibe Borja Bardera, al que otorga un papel clave en la histórica situación del Galapagar.

El Galapagar, súper motivado

El cuadro arlequinado desembarcará en la Ciudad Deportiva con el favoritismo que le otorgan tanto su mejor racha en Tercera, con nueve partidos sin perder y sin haber encajado un solo gol fuera de casa en lo que va de 2024, como los precedentes, que hablan de que ha ganado en Villalba con asiduidad: el año pasado, en el primer duelo en Tercera, se impuso por 0-1 con gol de penalti de Marcos Gil, su hombre más determinante en los derbis por número de goles, y en la temporada de su ascenso como campeón de Preferente lo hizo por 0-2 para tomar el liderato.

De hecho, en su actual época dorada, sólo ha cedido dos derrotas en Villalba: la primera, como recién ascendido desde Primera Regional con David Muñoz y todavía sobre césped natural (2-0), y la segunda en 2019, cuando cayó por 2-1 con un gol ‘in extremis’ de Aitor Molina que desbarató en gran parte su ascenso a Tercera con Javier Arroyo. Incluso, el cuadro arlequinado se ha permitido ganar en la Ciudad Deportiva un Trofeo Santiago Apóstol en los penaltis, y otro amistoso de pretemporada por 0-2, con la firma de un doblete de Sergio Mas.

Fotografía: Vidal Fraguas
Fotografía: Vidal Fraguas

Pero ante todo, será la tradicional rivalidad y el gran momento gualdinegro los factores que provoquen un desplazamiento masivo de seguidores galapagueños a la Ciudad Deportiva, convencidos de que su equipo está en disposición de hacer algo grande esta temporada, más allá del derbi en sí. Aunque sea relativamente nuevo en la plaza, Borja Bardera sabe lo que representa el partido, tanto, que nada más acabar el partido del domingo ante el Rayo Vallecano B (2-2), hizo toda una declaración de intenciones ante las preguntas del portal Grada Siete: “Nuestra única intención es ir a ganar a Villalba, ganar tres puntos, meterle otros tres al descenso, si es posible; pero sobre todo, vamos a ir a dejarnos todo. Sabemos que el derbi es muy importante para el club y la afición y nuestro deber es respetarlo, ir a no firmar nada allí. El Villalba es un buen equipo que no pasa por un gran momento, pese al presupuesto que tienen y todo lo que han firmado en Navidad, pero que nadie tenga duda de que vamos a buscar los tres puntos”.

El técnico galapagueño tendrá como principal hándicap la baja por sanción de Pablo Buceta, su máximo realizador con seis tantos, después de ver la quinta amarilla ante el Rayo B, pero maneja recursos suficientes para que el Galapagar exhiba su potencial: el canterano Gonzaga Suárez se ha asentado definitivamente como jugador importante en el ataque, y junto a él hay varias alternativas individuales, como Miguel, Barrionuevo, Carrillo o el propio Borre, que el domingo fue utilizado en punta, en vez de en el carril izquierdo.

La versatilidad del Galapagar para desenvolverse con varios sistemas y mutar sobre la marcha en los partidos es uno de sus puntos fuertes, aunque lo que parece innegociable son las bandas largas, con la derecha para Guille Álvarez, en gran momento de juego, y Marcos Gil, que llegará a Villalba a sólo tres goles de su tanto número 100 con la camisola arlequinada, además de con su ya mencionada vitola de hombre determinante en los derbis.

Fotografía: Vidal Fraguas

Otro punto clave será el medio campo, donde Aguilar, hombre de confianza del técnico, con el que coincidió en el Motril, viene siendo clave en la salida de balón, la distribución y el orden táctico, además de ofrecer uno de los rendimientos más regulares de la plantilla, quizá junto al central-jefe de la defensa, Rubén Darío. Ese binomio en el eje, sumado al que ofrecen por delante futbolistas como Álvaro del Val, Manu Serrano, De la Torre, Greci o Nacho Martín, será clave para que el Galapagar evite fases de sufrimiento sin balón como las que tuvo en el derbi de El Chopo, donde el Villalba le sometió a cierto desgaste sin balón. La mayor amplitud de la Ciudad Deportiva obligará a los arlequinados a afinar en ese sentido, seguramente con una fuerte presión de salida y un buen uso de los cambios para mantener el ritmo.

El Galapagar aspira en Collado Villalba a incrementar el colchón de seis puntos sobre el descenso y, de paso, hacerse fuerte en la zona de playoff, ampliando el punto que tiene de ventaja sobre la sexta posición del Alcalá y el Tres Cantos. Y por qué no, buscar recortar los cinco puntos que le separan de la tercera plaza del Leganés B, que en esta jornada visitará por la mañana a Las Rozas en Navalcarbón. De ganar, el Galapagar sumaría su victoria número 35 en categoría nacional.

El partido comenzará a las 17:30 horas con arbitraje de Sergio Sánchez Guisasola, que estará auxiliado en las bandas por Javier Mateo Ramos y Andrés Aparicio

Derbi vespertino por la coincidencia con la Tragamillas 

El esperado derbi serrano se jugará a las 17:30 horas por la coincidencia con la Tragamillas, que desde 2007 se reserva la fecha del primer domingo de marzo en el horario matinal de la Ciudad Deportiva. No es la primera vez que se da el caso, pero nunca había sucedido con el partido que más afluencia de público suele llevar a las gradas del estadio, cuya fecha quedó fijada nada más conocerse el calendario en verano.

El CUC Villalba no lo miró tan a largo plazo y por tanto no se planteó la posibilidad de invertir el orden de los partidos para mantener su horario habitual de las 11:30 horas, con lo que no fue hasta hace pocas semanas que planteó a la Concejalía de Deportes el horario de la tarde del domingo. En un principio, el club se encontró con la negativa para usar la instalación, que suele cerrar tras el programa de actividades de la mañana, y se encontró a cambio con una propuesta para anticipar el partido al sábado, algo que vio inviable por la apretada agenda de partidos del fútbol base que acostumbra a desarrollarse en ese día.

Finalmente, el CUC Villalba obtuvo el permiso y el partido se jugará en una banda horaria a la que está más acostumbrado el Galapagar, y que podría tener consecuencias en la taquilla, puesto que apenas una hora antes, a las 16:30 horas, se jugará en El Chopo el derbi serrano entre el Galapagar B y el Atlético Leones de Castilla, plato fuerte de la 23ª jornada en Primera Regional.

Jaime Fresno

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