El Galapagar seguirá en Tercera tras aplastar al Pozuelo con una goleada para la Historia (7-1)

El Chopo asistió a una fiesta absoluta, con su equipo asegurando la permanencia en la penúltima jornada con un festival ofensivo y grandes dosis de inspiración de sus mejores futbolistas, entre los que se incluyó el juvenil Gonzaga.

El Chopo tuvo otra mañana de fiesta, quizá aún mayor que la del título de Liga en Preferente ante el Dosa: vio la mayor victoria del Galapagar en categoría nacional, en forma de un 7-1 al Pozuelo, y celebró que el equipo ya está libre de polvo y paja, salvado de la quema en la penúltima jornada. De un plumazo, espantó el descenso directo y los temidos arrastres, y acabó saludando desde los medios a su afición, que había acudido en masa a la llamada del club para crear uno de esos ambientes que llevan en volandas a los vestidos de gualdinegro.

Kosty y Marcos Gil allanaron el camino con sus tantos en la primera parte, y el Galapagar sentenció tras el descanso con un penalti transformado por Marcos Carrillo que acarreó la expulsión del visitante Bruno. El Galapagar completó después la exhibición con otra diana del ex del Sanse y tantos de Saugar en propia puerta, Hugo Becerra y Álex Cuadrillero

Carri supera a Parra haciendo el quinto gol del CD Galapagar / Fotografías: Vidal Fraguas

El Pozuelo, que acudía a la calle de Guadarrama en busca del punto que abrochara su salvación, acabó zarandeado por un Galapagar que funcionó como un reloj en el juego, que fue un martillo pilón en ataque, pleno de acierto e inspiración, y al que esta vez le sonrieron casi todos los detalles, incluido el que más gusta en la casa: ver a un canterano, Gonzaga Suárez, destilar calidad por los cuatro costados. En pleno vendaval, sólo el palo evitó un golazo del juvenil, que además añadió un cambio de orientación de costa a costa, al máximo de precisión, para el golazo de Hugo Becerra del 6-1, anotado tras una doble bicicleta y un chutazo de seguido que entró como un obús pegado al larguero. Tras él, la vieja guardia también aportó lo suyo, desde Nacho Martín, coautor del 4-0 en colaboración con Óscar Saugar, hasta Greci, de nuevo titular con mando en plaza, pasando por Sergio Mas, con el robo y asistencia para el 7-1 de Cuadrillero, y por el inevitable Marcos Gil, que marcó el importante gol del 2-0 y mostró su versión más afilada.

Todo combinó para que la tormenta perfecta descargara sobre un Pozuelo penalizado por la mala suerte y su fragilidad general: dio la sensación de llegar siempre una décima tarde a los balones, y de pagar el discreto partido de sus mejores jugadores adelante y atrás, justo en el día en que buscaba evitar problemas de última hora. El 7-1 final quizá sea el mayor borrón en el expediente de Juanjo Granero, sin duda uno de los entrenadores más exitosos del fútbol madrileño en lo que va de siglo. Cosas del fútbol, el mismo técnico del 1-12 al Villalba que dio la vuelta a España en los deportivos de televisión, cuando dirigía al Navalcarnero que llevó a Segunda B, conoció el cruel reverso de la moneda en la Sierra, en una debacle que, no obstante, no debe restar mérito alguno al fútbol de quilates que terminó desparramando el Galapagar por el verde de El Chopo.

Nacho cruza el centro del campo conduciendo el balón / Fotografías: Vidal Fraguas

El Galapagar encarrila en la primera parte

El Galapagar encarriló pronto su victoria: a los 12 minutos, Kosty controló un difícil balón en la frontal, y se sacó un disparo potente y ajustado que se coló pegado al palo, a la derecha del guardameta Cristian. El gol del pichichi arlequinado, que ya suma 11 en Liga, dio paso a una fase de dominio alterno en la que el Pozuelo dio su imagen más competitiva, con alguna llegada peligrosa al marco bien defendido por Sergio Iglesias. Sin embargo, el Galapagar carburaba en el medio, con Febre a los mandos escoltado por De la Torre, y mostraba ambición de buscar más. Encontró su objetivo cerca del descanso, en una gran jugada de Febre batiendo líneas, que hizo llegar el balón a la izquierda, donde Cristian porfió entre dos defensas hasta poner un balón envenenado en el área chica que no acertaron a despejar entre el portero y uno de los centrales. Marcos Gil, atento y con la caña, empujó a placer el 2-0.

El Galapagar se va hasta la octava posición, empatado a 35 puntos con el Torrejón, y elude cualquier posibilidad de arrastre debido al duelo directo de la jornada final entre el Pozuelo y el Rayo Vallecano B, que anula la opción de que ambos equipos lo superen a la vez en caso de derrota arlequinada en el campo del Canillas

El Galapagar abrió brecha tirando de fe y eficacia, más la dosis necesaria de calidad, y el Pozuelo se fue definitivamente a la lona cuando, ya en la segunda parte, encajó el tercero poco después de malograr de forma inverosímil una triple ocasión, saldada con una parada de balonmano de Sergio Iglesias, una providencial aparición de Rubén Darío para salvar un segundo remate de Rodrigo, y el posterior disparo fuera de Pascual, con casi todo a favor. El 2-1 se fue al limbo y, acto seguido, el Pozuelo supo que no era su día y sí, entre otros, el de Febre: el centrocampista filtró un pase extraordinario en  profundidad sobre la carrera de Marcos Gil, y el goleador fue derribado por Bruno, cuando se disponía a encarar al portero. Penalti y expulsión. Marcos Carrillo no perdonó desde los 11 metros y el Galapagar entró en trance. Todos los cambios de Jaime Juanas funcionaron y la inferioridad numérica se convirtió en un suplicio para el Pozuelo, que poco después, en el colmo de las desgracias, vio como Óscar Saugar desvió un tiro de falta escorado de Nacho Martín contra su meta: 4-0.

El golazo desde fuera del área de Rodrigo para el 4-1 del Pozuelo no sirvió más que para espolear al Galapagar, que se manejó hasta el final con una precisión de cirujano, con combinaciones eléctricas y eficaces culminaciones. Acabó metiendo otros tres, incluida la obra de arte gestada entre Gonzaga y Hugo Becerra, y redondeó un resultado para la historia.

Sergio Más intenta superar a Pascual en el interior del área / Fotografías: Vidal Fraguas

A Canillas ya salvados

El Galapagar cerrará la Liga en Iturbide, ya salvado, pero jugando un papel trascendental en la jornada final en Tercera RFEF, por cuanto tendrá delante al equipo que marca el descenso directo: el Canillas. Los de Hortaleza jugarán obligados a ganar para superar en la tabla al CUC Villalba, con el que está empatado a 31 puntos, con el golaverage particular favorable a los serranos. Si el Villalba no gana a Las Rozas, su continuidad en Tercera dependerá de lo que sea capaz de rascar el Galapagar en el ‘Minihighbury’, donde se prepara una olla a presión de cara al domingo.

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