El Galapagar roza una remontada antológica ante el Alcalá (3-3)

Memorable reacción de los arlequinados, que con un doblete de Buceta y otro gol de Gonzaga en el intervalo de diez minutos levantaron un 0-3 y rozaron la victoria con dos ocasiones clarísimas en los instantes finales.

El Galapagar estuvo a punto de llevarse un partido inverosímil ante el Alcalá, que ganar 0-3 y amagaba con un cuarto gol superado el ecuador de la segunda parte, y acabó acogotado y con El Chopo encima en un tramo final de partido para archivar en los anales del club: en el intervalo de diez minutos, dos goles de Buceta y otro de Gonzaga, maestro y alumno aventajado, sacaron al Galapagar de la tumba, y después empujaron a ella a su rival, abocado a un desastre total que, si no se consumó, fue por centímetros, los que separaron del gol al remate de Buceta para su su hat-trick y el 4-3, en un mano a mano con Quesada, y los que le faltaron a Manu para remachar a bocajarro un pase mortal de necesidad de Borre. Todo ello, en un tramo final de frotarse los ojos, tanto por el conmovedor despliegue galapagueño, como por la inopinada debacle de una Deportiva encogida, condenada a achicar agua prácticamente en cada ataque local.

Otra ración de jamón Cinco Jotas para El Chopo, dos semanas después de tumbar al Real Madrid C. ¿Dónde está el límite de este Galapagar invicto en 2024? ¿Qué habrá preparado para la próxima función? Ya nadie puede saberlo, tras un partido en formato chollo para el análisis psicológico, dado el brutal giro de los acontecimientos.

El Alcalá golpea con polémica

Antes del frenesí final, hubo una hora larga de pesadilla para el Galapagar, que fue recibiendo golpes de esos que mandan a la lona a cualquiera. El primero llegó a los cinco minutos, cuando Álvaro Portero recibió un centro raso desde el lateral, se acomodó el balón en el área y fue supuestamente derribado por Greci, en uno de esos penaltis que revelan el oficio del delantero. Borja Sánchez, ex Primera RFEF con el Sanse, no perdonó desde los once metros y puso el 0-1 que abrió un largo periodo de silencio de resignación en El Chopo.

Borja marca de penalti y adelanta a la RSD Alcalá
Borja marca de penalti y adelanta a la RSD Alcalá / Fotografía: Vidal Fraguas

El Alcalá, con un inteligente planteamiento de ahorro del medio campo para llevar el balón lo más rápido posible a su imponente paquete de delanteros, no sólo mantuvo una amenaza latente arriba, sino que redujo al Galapagar a su mínima expresión ofensiva, sin tiros a puerta en toda la primera parte, y sin terminar de descifrar la presión alta rojilla, pese a los intentos de Aguilar y Del Val. Muy pronto se vio el excelente momento de juego de David Barca, y la constatación de la recobrada finura de Álvaro Portero, probablemente el mayor goleador del fútbol modesto madrileño en los últimos 15 años. Con esa pareja arriba, lanzada por detrás por Pablo Zotes, la Deportiva transmitió más sensación de peligro que un Galapagar pretendidamente paciente con el balón, pero carente de profundidad, con las bandas selladas a cal y canto por Tito y Dani Navarro, y el rival también muy fuerte en el medio con Airoldi hasta su lesión, y un Moyano que en la primera parte se alió a menudo con Monroy para atender con éxito la marca de Buceta.

Superada la media hora, con el Alcalá viviendo sus minutos más cómodos en El Chopo, Barca inició su recital poniendo un balón de gol a Borja Sánchez, al que le faltó decisión para atacar un balón que era de gol. Poco después, el ex de Las Rozas obligó a la primera intervención de Sergio Iglesias para desbaratar un disparo duro y a media altura, como preámbulo del 0-2, un gol tan bello como polémico, pues Buceta fue objeto de falta en el balcón del área, el árbitro se inhibió, y de allí salió un despeje rumbo al medio campo para que se activara toda la magia del tándem letal del Alcalá: Portero peinó de cabeza hacia la carrera de Barca, éste arrastró tras de sí hasta tres defensores en su incursión y, una vez generado el espacio, sobre la lateral del área sacó un pase letal al segundo palo para el remate a placer de su socio.

Si ese gol, sobre el tiempo reglamentario de la primera parte, ya fue un mazazo, el tercero, a los diez minutos del segundo tiempo, pareció la torta definitiva para el Galapagar, de nuevo con la firma de Portero, y también no exento de polémica, pues el delantero, una ardilla en cuanto a movimientos cuando actúa en línea con la zaga, pareció en posición adelantada a Greci en el momento del pase en profundidad, culminado con una magistral vaselina al bote sobre Sergio Iglesias. Las protestas quedaron en nada y el Galapagar quedó maltrecho, cada vez con más pérdidas de balón en zonas sensibles y sometido a las diabluras de Barca, cuyo muestrario de maniobras fue de otro nivel.

Borja Bardera volvió a intervenir con pleno de aciertos en los cambios para revertir un partido que estaba perdido, ante una Deportiva lanzada por la calidad terminal de David Barca y un Álvaro Portero que marcó dos goles y forzó un penalti

Buceta y Gonzaga, estelares

El 0-4 llegó a sobrevolar tanto por El Chopo que Carlos Pérez Salvachúa dio por bueno el notable éxito de su plan inicial, prescindiendo del amonestado Módula y de Álvaro Portero, nada menos. Lo hizo quizá sin poder hacerse a la idea del enorme peso de los cambios de Borja Bardera, primero para renovar sus carriles, con Borre y Guille Álvarez, ausentes del once inicial por su compromiso entre semana con la selección madrileña en la Copa de las Regiones UEFA, y luego con la entrada de Manu, De la Torre y Gonzaga de una tacada, los dos últimos también citados por Abraham García. Con ellos, más el crecimiento en el partido de Nacho Martín, el Galapagar desató la tormenta y el Alcalá se fue por el desagüe, para sorpresa de propios y extraños.

Buceta bate por bajo a Quesada
Buceta bate por bajo a Quesada / Fotografía: Vidal Fraguas

Como si tuviera en sus manos un interruptor, Buceta encendió El Chopo con su primer gol, una maniobra magnífica para girar sobre la marca de Tito y batir a Quesada de disparo raso a la media vuelta. El canterano, desde hace ya varias jornadas en su mejor forma, la que tenía cuando propició el encumbramiento de Héctor como goleador hace dos temporadas, agarró el balón con rapidez para llevarlo al medio campo, al tiempo que incitaba a la parroquia a creer en la remontada.

El Chopo salió de su letargo, se le echó encima al Alcalá, y el Galapagar empezó a ganar duelos donde no solía, a alimentar sus bandas, a amenazar con los saques de banda de Rubén Darío -una tónica durante todo el partido-,  y a cohibir, en definitiva, a un rival con evidentes síntomas de agotamiento. En una de las suyas, el imperial central del Galapagar metió un balón de manos al área, y allí aparecieron las cabezas de Buceta y Aguilar para trazar una carambola aérea para el 2-3 de Gonzaga, cuyo cabezazo ante Quesada fue inapelable.

El Galapagar se mantiene sexto, con los mismos 26 puntos que la zona de playoff a Segunda RFEF, y sigue invicto en 2024

El joven número 30 del Galapagar también anduvo detrás del 3-3, con un robo de balón en campo propio que sirvió para lanzar una dentellada mortal por la izquierda: Borre se lanzó en vertical, descargó sobre el desdoblamiento de Aguilar, y el centrocampista puso una rosca magnífica hacia el segundo palo, donde Buceta brincó para picar abajo el empate, en otro gol de ariete puro. Curiosamente, la remontada total se le escapó en su especialidad, es decir, a campo abierto y en carrera, marrando el mano a mano con Quesada para el 4-3 tras recibir un pase de escuadra y cartabón de Nacho Martín.

Con El Chopo en trance, De la Torre rompió al Alcalá con un doble regate en salida, tras el que lanzó la enésima correría de Borre por la izquierda. El centro tenso y raso hacia la boca de gol del extremo no lo remachó Manu por una uña. Fue la última la última gran oportunidad, ya con el reloj apuntando al añadido. En él, Toledano tuvo un cabezazo franco para el 3-4 del Alcalá, pero no esquinó el remate y Sergio Iglesias detuvo lo que hubiese sido un gol incongruente con los acontecimientos. Las tablas fueron lo más justo, en uno de esos partidos que sirven para nutrir aún más la leyenda de El Chopo. 

Jaime Fresno

Send this to a friend