El Galapagar cocina a fuego lento al CUC Villalba (1-2)

El cuadro arlequinado conquista por tercera vez consecutiva la Ciudad Deportiva tras remontar el gol de Pablo Montero con tantos de Manu Serrano, al filo del descanso, y de Guille Álvarez en la segunda parte, en un derbi muy táctico que inclinó a su favor gracias a su superioridad en el medio campo.

El Galapagar prolongó su particular suma y sigue en la Ciudad Deportiva, ganando su tercer derbi consecutivo a domicilio, esta vez con remontada (1-2), y dejando de paso al CUC Villalba a los pies de los caballos, es decir, a ocho puntos de la permanencia a falta de 11 jornadas. Un mazazo en toda regla a la línea de flotación amarilla y un nuevo aviso a navegantes: puede que este Galapagar juegue el primer playoff de su historia. Ni la rivalidad, ni la tensión propia de un duelo vecinal, ni siquiera el factor corrector inherente al fútbol en partidos de este tipo, que suele tender a equilibrar las cosas y abrir la puerta a sorpresas, alteró el guión que cabía suponer: ganó el más fuerte.

Imagen del derbi entre el CUC Villalba y el CD Galapagar / Fotografías: Vidal Fraguas
Imagen del derbi entre el CUC Villalba y el CD Galapagar / Fotografías: Vidal Fraguas

El Galapagar siempre tuvo el partido bajo control: manejó los ritmos y ganó cuando tuvo que ganar, acentuando su superioridad táctica, estratégica y de experiencia en una segunda parte que volvió a poner de manifiesto la implicación del grupo y la extraordinaria labor de Borja Bardera, cuyo plan de partido y ulterior manejo de piezas fue de una precisión cirujana. Ante eso, el CUC Villalba se quedó en el gol de Montero para el 1-0, tan bello como episódico, y en dos remates contados en la segunda parte, cuando cargó sin muchas ideas el campo rival. El Galapagar administró con cierta suficiencia el 1-2 y se llevó un partido que, por otra parte, tuvo más goles que juego, y fue cocinado a fuego lento.

Intercambio antes del descanso

Un problema con la red del gol Norte provocó que el derbi empezase con seis minutos de retraso. Fuera por eso o por el plan conservador de los dos equipos, el duelo empezó muy frío, con un CUC Villalba siguiendo la línea de tratar de amasar el balón y un Galapagar dispuesto a jugar en largo hacia Gonzaga Suárez, su único punta, síntoma de los galones que está adquiriendo el canterano. Durante media hora larga, lo más interesante fue ver al chico zafarse con Munguía en tres o cuatro duelos a campo abierto, todos bien resueltos por el central villalbino, con excepción de uno en que el delantero fue objeto de falta cuando se iba hacia el área.

La novena derrota casera deja al CUC Villalba a ocho puntos de la permanencia, mientras el Galapagar ya acecha la tercera plaza del Leganés B

Tras Gonzaga, Borja Bardera apostó por un rombo en el centro del campo, con De la Torre como iniciador, Manu Serrano y Aguilar como volantes, y Nacho Martín en el vértice, de media punta. La suma de los carrileros, Guille Álvarez y Marcos Gil, le dio el control de casi todos los sectores del campo y estranguló a la medular de un Villalba que echó en falta a Chamón, uno de sus hombres más destacados en la ida de El Chopo. En ese contexto de control calculado, al Galapagar se le escapó el detalle del gol, gestado en una presión ganadora de Ot Remolins sobre De la Torre que propició la triangulación desde la izquierda de Heras con Velasco, quien acabó filtrando un precioso balón a Montero para que el menudo extremo batiese a Sergio Iglesias con un sutil toque de exterior.

El gol, de mucho nivel, no descompuso al Galapagar, que de ahí al descanso utilizó su superioridad en la medular para dar un paso al frente. Nacho Martín, ya con más espacio, empezó a alimentar las carreras de Gonzaga, y en una de ésas el canterano pidió penalti por mano en un intento de centro desde la derecha. Fue por ese sector donde se gestó el empate, con un chutazo de Aguilar que se estrelló de forma espectacular en el larguero -el Galapagar pidió gol por entender que el balón botó dentro de la portería-, antes de que Manu Serrano penalizase la indolencia de la zaga en el rechace, cruzando un disparo imposible para Pantoja.

El 1-1, al filo del descanso, no sólo fue un mazazo para el Villalba, sino que desató una tormenta de camino a vestuarios, con la supuesta agresión a Greci por parte de “un jugador no convocado”, según denunció el Galapagar, y una bochornosa intromisión en la escena de un aficionado del CUC Villalba, provocada, según se conoció después, por una peineta del jugador arlequinado. La Guardia Civil terminó mediando en el conflicto y el inicio de la segunda parte se demoró más de diez minutos.

El partido acumuló un retraso de 20 minutos por varias incidencias, la más grave, una supuesta agresión a Greci cuando el jugador se retiraba a vestuarios tras el final de la primera parte, lo que provocó una tángana en la que terminó interviniendo la Guardia Civil

El Galapagar sentencia

El partido se reanudó ya bajo la penumbra de la deficiente iluminación de la Ciudad Deportiva, y bajo los mismos parámetros, con sólo una tímida aproximación del Villalba, en la que Velasco forzó una gran acción defensiva de Marcos Gil. A partir de ahí, llegaron los cambios y, con ellos, se acentuó la sensación de superioridad del Galapagar: Borre entró por Gonzaga, y el extremo reconvertido en punta culminó con un disparo a las manos de Pantoja una triangulación fabricada entre Guille Álvarez y De la Torre.

El cuerpo técnico y los suplentes del Galapagar, a la intemperie después de que días antes el banquillo visitante saliese volando por el vendal y no fuese repuesto a tiempo del partido disputado este domingo / Fotografías: Vidal Fraguas
El cuerpo técnico y los suplentes del Galapagar, a la intemperie después de que días antes el banquillo visitante saliese volando por el vendaval del martes y no fuese repuesto a tiempo para el partido disputado este domingo / Fotografías: Vidal Fraguas

A la que el Galapagar apretó otra tuerca más, metiendo a Del Val por Carrillo -tercer central en sustitución de Julio, renqueante por un esguince en el entrenamiento del viernes-, y subió la presión, estranguló aún más las salidas del Villalba, cada vez más espeso con el balón, el partido cayó de su lado como fruta madura. La presión alta empezó por provocar una pifia de Pantoja en un saque de mano, corregida en última instancia por Munguía cuando Borre estaba con la caña, y esa acción fue el preludio del gol de la victoria, que llegó tras un saque de esquina, en un balón suelto que Guille Álvarez cazó para revolverse y batir a Pantoja de tiro raso por el primer palo.

El 1-2 hizo que David Bohega echase mano de Cova y Fode Konaté, el último fichaje, un futbolista de gran despliegue físico que dejó detalles muy interesantes en la derecha. Suyas fueron dos de las acciones más peligrosas del Villalba, un disparo que se perdió a un metro de la escuadra de Sergio Iglesias, y un centro chut defectuoso cuando había roto en carrera por su carril. Muy poco, en cualquier caso, para amenazar realmente al Galapagar, bien asentado y, sobre todo, muy entero en lo físico, gracias al triple cambio para meter a Cuadri, Barrionuevo y Miguel, y al trabajo de Marcos Gil en la izquierda, asumiendo un papel más ofensivo en la segunda parte.

Guille bate a Pantoja, marcando el gol de la victoria del Galapagar / Fotografías: Vidal Fraguas
Guille bate a Pantoja, marcando el gol de la victoria del Galapagar / Fotografías: Vidal Fraguas

El Villalba trató de agitar el orden del partido, con Álvaro Batán, Ion Bautista y Álex Krehl, pero sólo el estadounidense tuvo su oportunidad, con un remate al lateral de la red ya en tiempo añadido. No hubo más y el Galapagar se fue a celebrar la victoria con su afición, que convirtió media grada en la versión villalbina de El Chopo y festejó por todo lo alto el histórico momento de su equipo, ya con 34 puntos y amenazando la tercera posición del Leganés B. La consecuencia de llevar diez partidos y tres meses sin perder. Del otro lado quedó un Villalba muy tocado, a ocho puntos de la salvación, y ya con el plan accionado de hacer equipo para Preferente, algo que reconoció sin ambages su presidente, Piero Capponi: “Tenemos que manejar ya ese escenario”.

Celebración del CD Galapagar sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Collado Villalba
Celebración del CD Galapagar sobre el césped de la Ciudad Deportiva de Collado Villalba

CUC VILLALBA: Carlos Pantoja; Rabadán (Fode Konaté, 74’), Sergio Sousa, Munguía, Heras (Cova, 74’); Roman (Ion Bautista, 82’), David Fernández; Velasco (Álex Krehl, 82’), Ot Remolins (Álvaro Batán, 65’), Pablo Montero; y Etienne Etoo.

CD GALAPAGAR: Sergio Iglesias; Guille Álvarez (Miguel, 79’), Greci, Rubén Darío, Carri (Del Val, 64’), Marcos Gil; De la Torre, Aguilar (Cuadri, 79’), Manu Serrano, Nacho Martín (Barrionuevo, 79’); y Gonzaga Suárez (Borre, 53’).

ÁRBITRO: Sergio Sánchez Guisasola. Amonestó con amarilla a Munguía, del CUC Villalba, y Guille Álvarez, del Galapagar. Actuación correcta, aunque algo permisiva con las faltas.

GOLES: 1-0, Pablo Montero (34’). 1-1, Manu Serrano (45’). 1-2, Guille Álvarez (68’).

INCIDENCIAS: Partido de la 23ª jornada de Liga en Tercera RFEF, con más de 700 espectadores en la Ciudad Deportiva en tarde fría, con unos 4 grados de temperatura. El Galapagar sentó a sus suplentes y cuerpo técnico a la intemperie, después de que el temporal hiciese volar el martes uno de los dos banquillos del estadio, sin que el Ayuntamiento atendiese a la petición del CUC Villalba de sustituirlo. El encuentro acumuló un retraso de 20 minutos, por los incidentes del descanso y por un problema en la sujeción de la red de la portería del gol Norte. El CUC Villalba contó con la presencia del portavoz del PSOE de Collado Villalba, Andrés Villa, pero no confirmó asistentes por parte del equipo de Gobierno. Entrenadores de Tercera RFEF como Manu González Millán (Las Rozas) o Carlos Pérez Salvachúa (RSD Alcalá), siguieron en directo el partido.

Jaime Fresno

 

Send this to a friend