El Galapagar evita el último arrastre y celebra definitivamente su histórica permanencia en Tercera

Los arlequinados serán el curso que viene uno de los 16 equipos que jugarán en el grupo madrileño de Tercera RFEF, después de que el Leganés B certificase su salvación en Segunda con una contundente victoria sobre el Arosa por 3-0, en un partido seguido en directo por aficionados galapagueños.

El Galapagar ya es oficialmente equipo de Tercera RFEF para la próxima temporada, después de la clara victoria del Leganés B sobre el Arosa (3-0) que significó la permanencia matemática del filial pepinero en Segunda RFEF y, con ello, la imposibilidad de que desciendan a Preferente hasta diez equipos del Grupo VII.

El club arlequinado, 12º en la tabla y décimo por abajo, siguió con suma atención el partido del Anexo Jesús Polo de Butarque, hasta donde se desplazaron, entre otros, aficionados e integrantes del cuerpo técnico para ver cómo se desactivaba definitivamente la última amenaza. El Leganés B les llevó tranquilidad antes del descanso con un buen ejercicio de pegada, que hizo estéril el dominio territorial de los gallegos: Forcén abrió el marcador a los 11 minutos, y Diego amplió la renta cerca del intermedio.

El presidente, en vilo con el móvil

La expedición arlequinada fue informando puntualmente por el móvil al presidente, un Jorge Greciano que respiró tranquilo cuando Forcén colocó el 3-0 nada más arrancar la segunda parte: “Con 2-0 estaba ya tranquilo, pero con el 3-0, a descansar. A quien le digas que con 56 puntos hay que estar así… Pero son cosas de la Federación”, valoró, en medio de la satisfacción enorme por conseguir un hito deportivo para Galapagar y escribir una de las páginas más brillantes en el fútbol serrano.

El Galapagar ya había hecho todos los deberes sumando 56 puntos -el 46% de los que había en juego-, había logrado dejar a nueve equipos por debajo -uno más del cupo de su división- y sólo estaba a expensas de que no se produjera una hecatombe a tres bandas. Finalmente no tuvo que esperar ni al desenlace de los playoff ni a la resolución del futuro en Segunda RFEF del Móstoles URJC, pues el Leganés B ganó y atrapó una salvación que ya tenía muy cerca antes de jugar.

El Móstoles, virtualmente descendido

La jornada en Segunda RFEF no fue del todo feliz para el fútbol de Madrid, puesto que el Móstoles URJC perdió su partido clave ante la Unión Popular de Langreo (0-1) y se queda pendiente de un milagro para seguir en la categoría. Los mostoleños hicieron todo para ganar, pero malograron hasta tres mano a mano con el portero asturiano y estrellaron dos balones en los palos, uno con un cabezazo de Álvaro Sánchez a la cruceta, y otro con un disparo de Portilla que se fue a la cepa del palo izquierdo de la portería del héroe del partido, el guardameta Adrián Torre. A 15 minutos del final, el Langreo aprovechó su única ocasión del partido, en una gran jugada colectiva culminada por Jandro en el 0-1, y el Móstoles acabó estrellándose en el entramado defensivo del cuadro de la cuenca minera, que celebró en el césped su salvación matemática.

Ahora el Móstoles necesita una carambola a cuatro bandas para aferrarse a su última opción, que ya sólo pasa por jugar la promoción de descenso: debe ganar en la última jornada en el campo gijonés del ya descendido Ceares, y esperar a que el Marino de Luanco gane en Navalcarnero -los asturianos aventajan al Móstoles en dos puntos pero pierden 1-3 en el golaverage particular-, ni tampoco lo hagan el Arosa ante el Bergantiños, ni el Salamanca UDS frente a la SD Compostela. Si no se da el milagro futbolístico, el descenso del Móstoles hará caer a Preferente por arrastre a la AD Parla, octavo por abajo en Tercera. El Trival Valderas sería el siguiente si, finalmente, no se lograra un segundo ascenso madrileño a Segunda RFEF en los playoff del 22 de mayo.

Jaime Fresno 

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