Marcos Gil pone la firma a un triunfo épico y polémico del Galapagar (3-2)
El 7 certificó la victoria en el minuto 94 marcando de penalti su gol número 90 con la camisola arlequinada, después de que el Moratalaz hubiese empatado con otra pena máxima cargada de polémica en el primer minuto del tiempo añadido.
El Galapagar salió airoso de un partido de fuertes emociones finales ante la Escuela Moratalaz, a la que derrotó por 3-2 con un gol de penalti de Marcos Gil en el minuto 94, poco después de que los visitantes hubiesen igualado, también desde el punto fatídico. Los dos equipos protestaron ambos penaltis al colegiado Hidalgo Alejo, pero ambos fueron señalados para dar al desenlace del encuentro todo tipo de emociones.
Visto en perspectiva, no hubiese sido justo que el Galapagar se quedara sin los tres puntos por culpa del discutible penalti que le señalaron a Guille Flórez, por una carga sobre Ortega en su intento de internada que acabó por derribar aparatosamente al extremo. Suficiente o no para la pena máxima, el caso es que se pitó, Luismi batió a Gonzalo para poner el 2-2 en el 91 y el Galapagar no pudo evitar acordarse del partido de ida, cuando otro árbitro le negó un triple penalti en el área morataleña en plena búsqueda de la victoria.
Poco después, con la tensión por las nubes en El Chopo, Sergio Mas fue zancadilleado en el pico del área, en una acción sin peligro inminente para el portal visitante, y el árbitro volvió a señalar penalti ante las protestas del Moratalaz sobre si la acción fue más fuera que dentro. Marcos Gil agarró el balón y esta vez no perdonó, como ocurriera ante el Trival Valderas: disparó duro, cerca de la escuadra, y desató la locura en El Chopo. Fue su gol número 90 vestido de gualdinegro, el que valió para tumbar a un rival directo y encaramar de nuevo al Galapagar a la novena posición, siete puntos por encima del descenso.
Héctor, que ya suma 16 tantos, y Pablo Buceta adelantaron dos veces al Galapagar, pero los madrileños exigieron hasta el final en un partido equilibrado.
Goles de Héctor y Buceta
Hasta ese clímax final el partido se había decantado con un 2-1 para el Galapagar, producto de la calidad arriba de Héctor y Pablo Buceta, de nuevo protagonistas. El primero, que había perdido por la mañana su condición de Pichichi de Tercera en favor de Javi Carbonell, hizo diana en la primera llegada clara del Galapagar, resolviendo un cara a cara con el portero con su serenidad habitual, para poner el 1-0 y elevar su cuenta a 16 tantos, los mismos que el 7 de Las Rozas. Sin embargo, la Escuela Moratalaz mantuvo el pulso y se agarró al golazo de Felipe Gaviria desde fuera del área para devolver las tablas al marcador, en el contexto de un primer tiempo de toma y daca que tampoco estuvo exento de polémica, pues cerca del descanso un discutible fuera de juego le quitó a Héctor la opción de plantarse solo otra vez ante el portero.
La segunda parte calcó el guión de la primera y el Galapagar encontró el segundo gol en otra acción de juego vertical, magistralmente culminada por Pablo Buceta. El canterano rompió al Moratalaz en velocidad tras un autopase de cabeza, ganó el área tirando de potencia y resolvió sobre la salida del portero para colocar el 2-1. Con casi 40 minutos aún por delante, el partido se estabilizó y el Galapagar controló las acometidas de un cuadro visitante que asumió riesgos, pero sin que ello se tradujese en grandes ocasiones ante la meta de Gonzalo. Todo parecía encarrilado hacia una victoria exenta de más emociones hasta que llegó el frenesí final de los penaltis, un intercambio que no alteró la victoria pero sí los nervios. Al final, Marcos Gil dejó las cosas en su sitio e insufló otra bocanada de moral de cara a la batalla del miércoles ante el Getafe B.
Los de Álvaro Gómez-Rey vuelven a la novena posición y mantienen siete puntos sobre el descenso, antes de recibir este miércoles al Getafe B en el aplazado.
Jaime Fresno