El nuevo CUC Villalba sostiene el pulso al Galapagar en el Trofeo Santiago Apóstol

Los galapagueños se llevaron la 52ª edición del torneo decano de la Sierra en la tanda de penaltis, tras un duelo marcado por las ausencias que acabó con empate con goles de Zaragoza y Pepe San Román.

El CD Galapagar se adjudicó este sábado la 52ª edición del Trofeo Santiago Apóstol, el decano del fútbol serrano, al imponerse en la tanda de penaltis (4-3) al CUC Villalba, en lo que fue el duelo más esperado de la pretemporada. El 1-1 que reflejó el marcador al término de los noventa minutos reglamentarios reflejó lo que se vio sobre el césped de la Ciudad Deportiva, es decir, un partido discontinuo, que dio alternativas a los dos equipos y repartió los goles y las ocasiones, sin terminar de transmitir emociones fuertes a la grada. Era lo que cabía esperar de un choque estival muy marcado por las ausencias, sobre todo en un Galapagar que llegó a Collado Villalba guardando munición para el ensayo general del día siguiente ante el Pozuelo, rival directo en Tercera RFEF.

Las rotaciones de Álvaro Gómez-Rey mitigaron la teórica superioridad galapagueña en el rodaje –tres semanas más de entrenamientos que su rival-, y el CUC Villalba, aun sin Diego Altamirano y Luisja Juárez, dos de sus fichajes destacados, terminó por aguantarle el pulso a su vecino de categoría superior. Lo hizo tras un comienzo de partido dubitativo, en el que el Galapagar, a partir de un excepcional Jorge Alegría, se hizo con el balón y el dominio, marcando una nítida superioridad en el centro del campo y exhibiendo un buen manejo de la pelota.

Fruto de ello llegó el 0-1, obra de Zaragoza, uno de los jugadores a prueba en la escuadra arlequinada, tras un disparo a la media vuelta desde el balcón del área que sorprendió a Sergio Iglesias por su palo izquierdo. El nuevo portero del CUC Villalba, a la sombra de Gonzalo en la histórica temporada del ascenso del Galapagar, no pudo sacar el primer remate de sus excompañeros y el gol, al igual que sucediera el miércoles ante el Móstoles CF, obligó al CUC Villalba a ir contracorriente. La reacción amarilla tardó en llegar y se sustentó en el gran gol de Pepe San Román en la última jugada de la primera parte, cuando colocó en la escuadra un remate con su pierna mala, la derecha, después de recoger un balón suelto en el área.

El 1-1 del descanso no sufrió alteración en la segunda parte, donde el CUC Villalba ganó enteros y encontró la forma de apurar al Galapagar, también porque el equipo salió mejor del carrusel de cambios. Los de Pepón gozaron de hasta tres ocasiones claras para adelantarse, y dos llevaron la firma de un hombre de refresco: Braiden. El delantero se encontró un balón franco en el área pero se cayó cuando intentaba el regate que le iba a dejar habilitado para fusilar el gol. La juez árbitro interpretó simulación de penalti y el jugador vio la amarilla. Su otra acción ya fue como asistente de Víctor Salcedo, en un contragolpe de manual que el nuevo ariete villalbino no supo culminar, al talonar mal su disparo con todo a favor.

Al Unión se le resistió también el gol en una falta pegada por Juan Olalla desde la semiluna, que se marchó acariciando el larguero tras pegar en la barrera. Esas llegadas no significaron que el Galapagar le perdiera la cara al partido. La escuadra de Álvaro Gómez-Rey, con menos balón que en el primer tiempo, enseñó sus garras en dos transiciones muy precisas en las que rozó el 1-2, una culminada con un espectacular disparo al larguero y otra con un remate envenenado de Marcos Gil que Sergio Iglesias se quitó de encima como pudo. Al final, el empate fue inamovible y los penaltis sonrieron al Galapagar, capaz de sobreponerse a un error inicial para terminar remontando la tanda (4-3).

El presidente de la RFFM, Paco Díez, arropó a José Martín Ferriz en su primer evento al frente del CUC Villalba y entregó a Nacho Martín el trofeo de campeón, acompañado por la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas

Paco Díez entregó el trofeo

El capitán del Galapagar, Nacho Martín, recogió el Trofeo Santiago Apóstol de manos de la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, y del presidente de la Real Federación de Fútbol de Madrid (RFFM), Paco Díez, que quiso arropar al CUC Villalba y a su nuevo presidente, José Martín Ferriz, en la cita más esperada de la pretemporada del fútbol serrano.

La alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, con el presidente de la RFFM, Paco Díez, y el capitán del Galapagar, Nacho Martín / Fotografías: Jaime Fresno

Díez siguió el partido desde el palco con su vicepresidente deportivo, José Luis Polo, quien confirmó tras el encuentro la noticia más temida por el Galapagar en particular y el fútbol madrileño en general: habrá un mínimo de siete descensos y hasta un máximo de 12 de Tercera RFEF a Preferente, para dejar el grupo madrileño en sólo 16 equipos para la temporada 2022/2023, una sangría que obedece al reajuste anunciado en las categorías nacionales por la Federación Española, algo que la RFFM abogaba por acometer en el plazo de dos temporadas. El Galapagar ya sabe que su primera andadura en el fútbol nacional le va a obligar a estar de mitad de la tabla para arriba para conseguir su objetivo de la permanencia.

Jaime Fresno

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