Álvaro y Álex Krehl acaban con el maleficio en casa del CUC Villalba, en el día clave del Canillas (2-1)

El CUC Villalba escala a la 12ª plaza y cobra cinco puntos de ventaja sobre el descenso antes de enfrentarse al RSC International.

El CUC Villalba acabó con el maleficio y ganó al Canillas en la Ciudad Deportiva, donde no sumaba los tres puntos desde el 4 de diciembre, el día de su trepidante 4-3 al Paracuellos Antamira. El exorcismo vino en una gran jugada, a diez minutos del final y con 1-1: Diego Altamirano progresó por la derecha, habilitó la carrera de un Álex Krehl convertido en  extremo, y el delantero puso un centro exquisito en carrera a la medida de Álvaro, quien entrando desde atrás fusiló de cabeza el portal madrileño. Fue una explosión en la Ciudad Deportiva, que registró su mejor ambiente por la tarde, en el día  clave en que el equipo se jugaba no caer al descenso, alejar a un rival directo y, de paso, tomarle el golaverage.

Todo le salió bien a un Villalba que respira cinco puntos por encima del descenso, aunque siga mirando de reojo a la Segunda RFEF, donde preocupa la situación de los filiales del Alcorcón y el Leganés, por aquello de los arrastres. El Villalba sigue al filo a siete jornadas del final, pero el subidón de moral de este domingo seguramente le hará entrar en el tramo decisivo con renovadas energías.

Los villalbinos, que no ganaban en casa desde el 4 de diciembre, tumbaron a uno de sus rivales más directos con un gol a diez minutos del final, obra del centrocampista tras un magnífico centro del delantero

Desgracia en la primera parte      

El dramático partido transcurrió como se esperaba; es decir, con nervios, precauciones y fútbol con cuentagotas. El CUC Villalba, mejor trazado en el medio, con Luis Juárez, Bassim y Álvaro, tuvo la iniciativa, pero como casi siempre le faltó velocidad de pelota y mordiente para marcar territorio como local, ante un Canillas que no se sintió apurado, gracias a su buena colocación y a su presión. En ese contexto, el primer aviso villalbino, en un remate de cabeza franco de Talavera que se fue no muy lejos del larguero, resultó episódico, en tanto el Canillas salía con más espacio, prescindiendo de la elaboración a efectos de trazar jugadas verticales, sobre todo con Alan, Barrena y Rober. No fue hasta el minuto 26 cuando Diego Altamirano tejió la primera jugada serrana de verdadero peligro, sirviendo un gran balón a Álex Krehl que el ariete culminó con un disparo que obligó a lucirse a Alberto.

A un minuto del intermedio, el estadounidense sí acertó, con un certero cabezazo en parábola que superó la posición adelantada del portero del Canillas. Todo nació en un centro de Sergio García desde la derecha, prolongado de cabeza por un Altamirano que, para entonces, ya estaba al mando de casi todas las operaciones. Sin embargo, ese estallido de júbilo se apagó de inmediato, en una jugada tan desgraciada como evitable: con el árbitro mirando el reloj para pitar el descanso, el Canillas jugó un balón largo e impreciso al que llegó Talavera con clara ventaja, bien para despejar, bien para ceder atrás hacia Taillet. El central dudó, hizo un mal control, y Rober le comió terreno en su presión y le rebañó el esférico. Talavera fue a enmendar su error para evitar el mano a mano con el portero, pero acabó haciendo un penalti que el mismo Rober transformó. El 1-1 cayó como un jarro de agua fría, más teniendo en cuenta las dificultades para hacer goles de un Villalba que no marcaba en casa desde su última victoria en la Ciudad Deportiva, en aquel lejano 4-3 al Paracuellos, el 4 de diciembre del año pasado.

El CUC Villalba escala a la 12ª plaza y cobra cinco puntos de ventaja sobre el descenso antes de enfrentarse al RSC International, que llegará a la Sierra tras apabullar al Galapagar con su sexta victoria consecutiva

Apoteosis con el 2-1

Contra ese maleficio, el CUC Villalba se sacó una buena segunda parte, dentro de lo que permitió un partido de tanta tensión. Siguió llevando la iniciativa y el desgaste propio del discurrir de los minutos le fue abriendo más espacios. Al cuarto de hora de la segunda parte, Álex Krehl acarició el 2-0, con un remate algo forzado que se fue lamiendo el palo, ya con el portero superado. Y después, Bassim remató alto en buena posición tras otro servicio marca de la casa de Altamirano, de largo el mejor futbolista sobre el campo. Poco después llegó el golazo de Álvaro y se abrió un tramo final de partido dramático, en el que hubo un gol anulado al Canillas por fuera de juego y un claro intento de asedio de los de Carlos García Alejos.

Esta vez no hubo más desgracias: al Canillas le faltó fútbol para amenazar, más allá de las acciones a balón parado, y el Villalba, muy sólido en su última línea, aguantó una victoria importantísima. Ahora le espera el más difícil todavía: el domingo llega a la Sierra el RSC International, tras hacerle un 5-0 al Galapagar en su sexta victoria consecutiva, y jugando a un nivel de Segunda RFEF puntera. Prueba de fuego.

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