El CUC Villalba teme un cierre del campo y anuncia la retirada de su apoyo a la peña ‘Grada 12’

El derbi serrano de Tercera RFEF de este domingo pasará factura al CUC Villalba, más allá de la derrota deportiva. El club teme que el reflejo en el acta de los incidentes que se dieron en la retirada de los jugadores al vestuario, con una supuesta agresión al jugador del Galapagar, Greci, y el consiguiente clima de tensión provocado por la invasión de la zona restringida por parte de “jugadores no convocados” del cuadro amarillo, desemboque en un cierre de campo, aunque habrá que esperar a lo que determine el Juez Único de Competición.

Piero Capponi, presidente del club, así lo manifestó cuando atendió este lunes la llamada de AQUÍ EN LA SIERRA, con unas declaraciones que fueron en la línea de no poner paños calientes y asumir la parte correspondiente en la responsabilidad de los hechos. Lo hizo antes de conocer la redacción del acta del colegiado Sánchez Guisasola, reflejando que “un grupo de unos cinco aficionados del CUC Villalba” invadieron la zona de vestuarios, lo que provocó que instara al delegado de campo a llamar a la Guardia Civil por estimar que la seguridad no estaba garantizada para iniciar la segunda parte. Lógicamente, el colegiado no pudo distinguir en ese momento entre aficionados y jugadores no convocados, y se basó en los distintivos que esas personas llevaban del CUC Villalba, como las bufandas.   

Grada de la Ciudad Deportiva de Collado Villalba

El acta del árbitro, Sánchez Guisasola, refleja que “un grupo de unos cinco aficionados del CUC Villalba” invadieron la zona de vestuarios y que tuvo que instar al delegado de campo a llamar a la Guardia Civil para garantizar la seguridad, motivo que demoró el comienzo de la segunda parte por espacio de diez minutos

Al cierre de esta noticia, la directiva del Unión se iba a reunir con la plantilla en el primer entrenamiento de la semana para depurar esas responsabilidades y tomar medidas, puesto que el club condena los hechos y no niega que la autoría de la supuesta agresión -o intento de agresión- a Jorge Greciano, ‘Greci’, procede de un jugador no convocado para el derbi que estaba en la grada, que reaccionó bajando a vestuarios junto a otros compañeros, y ese movimiento fue el que llevó a varios aficionados del grupo Grada 12 a invadir la zona restringida a los deportistas.

La peña de animación ha quedado señalada desde el club, como se desprende de las declaraciones de Capponi: “Bajó uno de los cabecillas a meterse en la zona de vestuarios, y esas actitudes no las vamos a permitir. Desde el club hemos apoyado a Grada 12 dejándoles un cuarto de material para guardar sus cosas, les hemos dejado los abonos más baratos… Pero se acabó”, dijo Capponi, categórico. Miembros de la peña de animación del CUC Villalba se defendieron tanto en el campo como en las redes sociales, diciendo haber sido provocados por Greci tras la consecución del gol del empate, justo antes del descanso. Uno de ellos trasladó a AQUÍ EN LA SIERRA el mensaje de que “el número 20 hizo una peineta a Grada 12, pero supongo que ese tipo quedará impune”.

El Galapagar denunció una agresión a Greci e identificó como autor a “un jugador no convocado del CUC Villalba”, versión admitida por el club amarillo, que condenó los hechos

La cadena de despropósitos tampoco se entendería sin lo sucedido a la salida del Galapagar a calentar, media hora antes del encuentro, cuando el sector de Grada 12 profirió insultos contra los jugadores arlequinados, algo que, por otra parte, también sufrieron en la ida de El Chopo futbolistas del CUC Villalba como Etienne Etoo, tras la celebración del 1-2. El ariete mallorquín también tuvo sus más y sus menos en los minutos finales del partido de este domingo con el amplio sector de aficionados del Galapagar, a los que llegó a hacer gestos ostensibles con el brazo, también, presuntamente, como respuesta a los insultos recibidos.       

Sobre los hechos del descanso, Borja Bardera, el entrenador del Galapagar, eximió de culpa al CUC Villalba, a la vez que pedía una depuración de responsabilidades: “Creo que no hay que meter al club en esa agresión, lo que sí creo es que hay que identificar a esa persona y tiene que ser castigada. Ese tipo de situaciones lo único que hacen es perjudicar al club, y creo que no se lo merecen, sobre todo su gente”. Su delegado, Alberto Alonso, reconoció este lunes en Radio Marca Sierra haber sentido “miedo”, como testigo de primera mano, aparte de confirmar que la expedición del Galapagar tuvo que salir de la Ciudad Deportiva escoltada por la Guardia Civil, “porque nos estaban esperando”.   

Sin seguridad antes del partido

Otro punto reseñable que va ligado a los hechos del descanso fue el de la falta de agentes de seguridad en el derbi, algo sobre lo que el presidente Piero Capponi se defendió, sosteniendo que el CUC Villalba solicita por cauces oficiales cada semana de partido la presencia de Guardia Civil, Policía Local o Protección Civil, y que esta vez su ausencia pudo deberse a los condicionantes especiales de este domingo, en el que la Guardia Civil realizó despliegues especiales de efectivos para controlar la seguridad de las carreteras de la Sierra a causa de la nieve y el incremento de desplazamientos, y la Policía Local realizó un importante operativo por la mañana con motivo de la Tragamillas.

El derbi serrano, con más de 700 espectadores en la grada, comenzó sin presencia de seguridad

“Nosotros siempre enviamos esa solicitud, pero hay veces que no la pueden atender”, subrayó. Al hilo de ello, otras fuentes apuntan a que “el partido, con la importancia que tenía en cuanto a expectación y número de seguidores -registró la mayor entrada del curso, con más de 700 espectadores-, ni siquiera fue anunciado en las redes sociales del Ayuntamiento, lo que indica el poco interés por ayudar en su organización”. 

Los jugadores y el cuerpo técnico de Galapagar, a la intemperie
Los jugadores y el cuerpo técnico de Galapagar, a la intemperie / Fotografía: Vidal Fraguas

Deficiencias al descubierto

Las incidencias del derbi serrano también señalan directamente al Consistorio y a su política de mantenimiento de las instalaciones deportivas, puesta en la picota desde hace años por todo lo relativo al pabellón Quique Blas, los campos del polideportivo, la piscina municipal o las salas escolares. El colegiado del partido, Sánchez Guisasola, reflejó en el acta las dos deficiencias de la Ciudad Deportiva que incidieron el desarrollo del choque, impropias de un partido de categoría nacional: el roto en la red del Gol Norte, que retrasó el encuentro seis minutos, mientras Javier Marinas, el delegado de campo y también director deportivo del CUC Villalba, procedía a subsanarlo bajo la supervisión del árbitro; y la ausencia de uno de los banquillos.

El colegiado también reflejó en el acta las deficiencias de la instalación: la ausencia de uno de los banquillos y el “roto” en la red del gol Norte, que retrasó seis minutos el comienzo del partido

Piero Capponi, acompañado del director general del CUC Villalba, Miguel Ángel Jiménez, explicó antes del encuentro que el temporal de viento del martes hizo volar el banquillo que suele utilizar el CUC Villalba y que, tras solicitar al Ayuntamiento su reposición, no hubo más alternativa que unos bancos sin protección, que son los que terminó usando el Galapagar, no sin que se vivieran momentos rocambolescos, como los que describió Borja Bardera: “Entrar a la charla y que los jugadores suplentes pregunten si pueden sacar los paraguas al banquillo… Al final no sólo es la imagen del club, sino la del Ayuntamiento, por tener un campo sin banquillo ante una posible racha de lluvia, de viento o de frío. No poder sacar ni paraguas, no poder hacer nada con eso, con la red, con lo que ha pasado al descanso, que no tiene justificación alguna…”

Fuera de lo reflejado en el acta arbitral, el mantenimiento de la Ciudad Deportiva quedó en evidencia en otros aspectos, como el de la filtración de agua en las cabinas de radio, que pudo comprobar de primera mano el portavoz del PSOE local, Andrés Villa, o el déficit de iluminación en la segunda parte, a la caída de la tarde, que impedía que técnicos y demás ocupantes de los banquillos tuviesen una visión correcta de la banda opuesta, según reconocieron varios de los protagonistas.   

Jaime Fresno

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