El CUC Villalba hace una locura de salvación ante Las Rozas en un partido para los anales (4-3)


El fútbol jugó a la ruleta rusa con el
CUC Villalba y Las Rozas en un partido inverosímil, hasta que decidió encumbrar al primero y asestar un mazazo al segundo, en un final de frenopático, al que los amarillos entraron ganando 3-2, en el que perdonaron el 4-2 para encajar a renglón seguido el 3-3 que los mandaba a Regional, antes de desatar la locura colectiva en el minuto 95, con el gol al contragolpe de Braiden que ya está en los anales de la historia del Unión.

Sólo los descensos a la vez de Alcorcón B y Leganés B, combinados con un playoff en blanco del fútbol de Madrid, sin un segundo ascenso a Segunda RFEF, podría desactivar la fiesta de la permanencia villalbina. Una carambola a tres bandas tan improbable que no impidió la celebración de jugadores, técnicos y afición a la conclusión del partido, en claro contraste con la decepción de un Las Rozas que salió de la Ciudad Deportiva preguntándose por qué hizo mal para merecer semejante mazazo.

Los azulones acaban la liga séptimos, fuera del playoff, sin cubrir el objetivo por tercera campaña consecutiva, contando el descenso de hace dos años. El destino, tan caprichoso cuando de fútbol se trata, golpeó de la forma más cruel a Carlos Rodríguez, a pocos metros del recinto donde una vez estuvo el viejo Municipal de tierra, allí donde siendo juvenil del CUC Villalba inició su despegue hacia el Atlético de Madrid.

Braiden, con dos goles en el tramo final puso la rúbrica y se erigió en el héroe de un partido memorable, en el que Las Rozas se sobrepuso a un 2-0 y a un 3-2, antes de caer en el minuto 95 con el tanto definitivo del ariete colombiano y decir adiós a sus opciones de playoff

El Villalba, al máximo de eficacia

Hasta llegar a su hilarante desenlace, el partido se escribió con un guión en el que Las Rozas siempre fue a remolque de un Villalba que plasmó sobre el campo el único plan posible contra un rival teóricamente superior, basado en el orden, el rigor táctico y en una estrategia basada en saber cuándo buscar su oportunidad. Para su ejecución, se parapetó en el gol a los 18 minutos de Álex Krehl, después de que Las Rozas, en su primer arreón, rozase el 0-1 en una acción de Miguel y, sobre todo, en un chutazo de Andrés García que obligó a la primera gran intervención de Taillet. A la primera, el ariete estadounidense, en plena fase de crecimiento futbolístico, recibió un balón en el área, escorado a la izquierda, quebró a su par y chutó cruzado con mucho veneno. Josete llegó a tocar, pero no fue suficiente para evitar el 1-0.

A partir del gol, el CUC Villalba plegó definitivamente velas y admitió con naturalidad el dominio territorial de Las Rozas, que apretó la soga casi hasta el descanso gracias a su movilidad por las alas y al trabajo entre líneas de Koné, otro jugador en franca evolución. El joven costamarfileño fue referencia arriba y auxilio en el medio campo, repartió juego, se fajó de espaldas y creó ciertos desajustes, sobre todo cuando entró en combinación con Rubén Ramos y Andrés García para activar las bandas.

Las Rozas percutió por las dos, pero fue en la izquierda por donde Kevin Manzano más se aproximó al gol. En la primera, el de San Fernando de Henares se topó con un paradón de Taillet a mano cambiada, cuando su parábola iba derecha a la escuadra; en la segunda, su zurriagazo se estrelló en el palo, a un palmo del ángulo. Las Rozas amenazaba, pero no atinaba, mientras el Villalba, amparado en su ventaja, escogía sus salidas con cuentagotas, y casi siempre sin poder enjugar la enorme distancia entre la zona de recuperación del balón y la portería contraria, problema que esta vez no pudo resolver Altamirano, intermitente y bien controlado, y para el que no bastaron los despliegues de Bassim y Álvaro, muy exigidos en la contención.

2-0, el contragolpe de la temporada

Con todo, el CUC Villalba alcanzó el descanso con el botín del gol de Krehl y el depósito de fe cargado, por una jornada que además le estaba saliendo redonda en otros campos: el Galapagar ganaba 0-2 en Canillas, poniéndolo a salvo del descenso directo ocurriese lo que ocurriese, y el Pozuelo le abría de par en par las puertas de la 12ª posición, con su victoria parcial sobre el Rayo B. Por si fuera poco, a los tres minutos de la reanudación, enganchó la jugada del partido, en un vertiginoso contragolpe que resolvió con precisión de cirujano: Vivi ganó un balón en campo propio, y con el atrevimiento y velocidad que lo caracterizan, lo condujo por el medio escoltado por Álex Krehl, en una salida planteada como un dos para cuatro en la que ambos llevaban las de perder. No fue así porque el ariete, con inteligencia, decidió abrirse a la izquierda para ensanchar los espacios y por allí recibió la descarga de Vivi. Ya constituido en extremo, Krehl encaró y culminó la maniobra de arrastre con un pase milimétrico entre dos defensas, que permitió al de Cerceda fusilar el 2-0 en carrera. Un golazo con pinta de sentencia.    

Reacción de Las Rozas

Si no fue así fue porque Las Rozas encontró el gol que le reenganchó a la pelea casi de inmediato, en un córner botado desde la izquierda por Andrés García hacia la prolongación de Iván Sánchez, cuyo toque descubrió una laguna defensiva en el área villalbina que aprovechó Ivipara marcar casi a placer. El gol del central alteró la psicología del partido y convenció a Carlos Rodríguez para actuar de inmediato: metió a Marc Echarri para fijar doble punta con Koné, y minutos después a Álex Cano para echar más combustible a las bandas, un sector donde Sergio García y Mendi, los laterales del Villalba, vivieron en permanente jaque hasta el final, lidiando con un sinfín de situaciones de uno para uno.

En esa fase de claro color azulón, Las Rozas malogró una falta en la frontal del área chica pitada a Talavera por retención de balón, y un testarazo franco de Koné que se fue un palmo por encima del larguero, hasta que al fin, Marc Echarri ganó la espalda de la zaga tras un error de medición de Talavera y batió a Taillet con un elegante tiro raso de exterior sobre su salida: 2-2.

Frenesí final

Walter Caprile tomó medidas inmediatas, sacrificando a un discreto Altamirano para meter a Pitu, y después renovando arriba con Braiden y Rober Muñoz, para guardar de paso al amonestado Bassim. La jugada le salió redonda al uruguayo: Pitu rozó el 3-2 en un cabezazo que obligó a Josete a una gran intervención para desviar a córner, y el gol llegó a la siguiente, cuando Braidenrecibió en profundidad, se plantó ante el portero y lo batió de certero disparo raso. Para entonces, el partido estaba ya tan roto que prácticamente cada acción de ataque se convertía en una ocasión manifiesta de gol. Las Rozas, siempre espoleado por Rubén Ramos en la gestación del juego, añadió a Tiri para percutir con todo, creando frentes de ataque con cinco hombres y con el Villalba en evidentes problemas para articular ayudas, tal era el desgaste. Pero en contrapartida, Las Rozas puso a disposición el campo abierto que tanto gusta a los lebreles del Villalba y Rober Muñoz tuvo la sentencia ya en el minuto 90, cuando Josete le ganó de forma magnífica en un mano a mano clamoroso.

Con partido y grada alborotados ante el intercambio de golpes, el guión alcanzó el clímax con el doble tirabuzón final: Las Rozas empató, después de un fenomenal centro desde la derecha de Kevin Manzano que encontró el remate letal de Ivi en el primer palo, en el segundo gol en la cuenta del central. Pero el 3-3 fue para Las Rozas engordar para morir, pese a la sobrecogedora escena que dejó, con hasta seis villalbinos tumbados boca abajo en el césped asumiendo el descenso. En el minuto 95, el Villalba encontró a Braiden otra vez en estado de gracia, pletórico a la carrera y pleno de fe en sus posibilidades, para ganar el área y batir a Josete de tiro cruzado e irse derecho a la grada a celebrar sin camiseta. En menos de 20 minutos, dos goles del colombiano.

 

Ya no hubo más. El 4-3 desató la apoteosis en amarillo y dejó para los anales un partido magnífico, capaz de sacudir los cimientos de la Tercera madrileña cada dos por tres abase de giros imprevistos. Un partido de los que dejan un gran triunfador y un gran derrotado, además de amortizatoda una temporada.

El CUC Villalba aprovecha la debacle del Rayo Vallecano B en Pozuelo para saltar a la 12ª posición, que le dará la permanencia virtual el 14 de mayo si Leganés B o Alcorcón B eluden el descenso en Segunda RFEF. Si cayeran los dos filiales, todavía podrá salvarse si en el mes de junio sube un equipo madrileño de los cuatro que jugarán el playoff

 

CUC VILLALBA: Taillet; Sergio García (Juancar, 76’), Talavera, Jona, Mendi; Diego Altamirano (Pitu,68’), Bassim (Rober Muñoz, 76’), Luis Juárez, Álvaro; Vivi(Mario Alin, 89’) y Álex Krehl (Braiden, 76’).

LAS ROZAS CF: Josete; Siño (Álex Cano, 60’), Ivi, Gonzalo Expósito, Lucas Mórsica; Miguel (Tiri, 81’), Iván Sánchez (Marc Echarri, 52’), Andrés García, Kevin Manzano; Rubén Ramos y Koné.

ÁRBITRO: Alejandro Patiño Álvarez. Buena actuación en líneas generales.

GOLES: 1-0, Álex Krehl (18’). 2-0, Vivi (48’). 2-1, Ivi(50’). 2-2, Marc Echarri (66’). 3-2, Braiden (80’). 3-3, Ivi(90’). 4-3, Braiden (90+5).

INCIDENCIAS: Partido de la 30ª y última jornada en el Grupo VII de Tercera RFEF, con tres cuartos de entrada largos en la Ciudad Deportiva, unos 800 espectadores, entre ellos más de 100 seguidores de Las Rozas. Asistió la alcaldesa de Collado Villalba, Mariola Vargas, varios miembros de su Equipo de Gobierno y representantes de los grupos de oposición, después de que el CUC Villalba jugara su trascendental partido de Alcalá sin representantes políticos en el palco de El Val. Varios jugadores del Villalba subieron a celebrar la victoria con los integrantes de la peña Grada 12.

Jaime Fresno

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