Walter Caprile y el talento de gestionar herencias

El uruguayo ha acabado mejorando el porcentaje de puntos de Pepón para mantener virtualmente al CUC Villalba en Tercera

Fotografías: Prensa CUC Villalba

Walter Alanís Caprile Voetter, natural de Canelones, localidad de 20.000 habitantes del área metropolitana de Montevideo, sal el domingo de la Ciudad Deportiva pasadas las dos de la tarde chupando mate, haciendo gala de la exquisita educación que le hace dar las gracias y soltar un “muy amable” a cualquier interlocutor que se le acerque, y con el mismo semblante relajado que teníacuando llegó para entrenar al CUC Villalba, siendo un perfecto desconocido en el fútbol madrileño, un cuerpo extraño en plena marejada social por la sorprendente destitución -al menos de puertas para afuera- de su predecesor en el banquillo, Pepón López Cortijo, el entrenador de la Sierra, el hombre de los dos ascensos y de una primera vuelta convincente en el desembarco en Tercera División.

El uruguayo, entonces un advenedizo a ojos de la afición,no por su culpa, sino por lo controvertido de la decisión de la directiva, es ahora un triunfador discreto que ha cumplido con su deber y reparte méritos cada vez que se le pregunta. Su paso es tranquilo camino del aparcamiento, después de haber dirigido el ya histórico 4-3 sobre Las Rozas, a sabiendas de que deja la nave del CUC Villalba 2022/2023 en buen puerto: 12ª posición, a salvo del descenso directo y del primer arrastre, con 34 puntostotales de los que justo la mitad le pertenecen, con el matiz de que él ha sumado sus 17 puntos en 15 partidos, dos menos que Pepón. Walter Caprile no hizo balances personales. Prefirió descargar el mérito en sus jugadores: “Los chicos han tenido una humildad enorme, de saber gestionar todo el estrés competitivo y todo lo que lleva ganar esta batalla. Nosotros creemos en el grupo, individual y colectivamente. Tuvimos la humildad de reconocer nuestros errores y aunar esfuerzos para conseguir este hermoso triunfo que nos permite mantener la categoría, a expensas del último partido en mayo de la liga mayor”, dijo.

Los números avalan que la gestión del técnico uruguayoha terminado siendo buena, como demuestra la consecución del objetivo. Si se diera el descenso por arrastre, difícilmente su trabajo se vería señalado, aunque a nadie escapa que, en el momento de la destitución de Pepón, el listón impuesto por la directiva de Piero Capponiestaba fijado precisamente en evitar cualquier dependencia de los descensos de Segunda RFEF. Es por eso que, para muchos, la vara de medir no ha sido la misma en un caso que en el otro, y la razón subyacente estaba en las alineaciones, en si Pepón no daba la salida conveniente a los jugadores representados por Mad Football Group, la empresa gestora del CUC Villalba. Pero a la hora de la verdad, ese factor ha quedado diluido, quizá por la necesidad de recuperar los mecanismos naturales del equipo ante la urgencia de los puntos. Y lograr el objetivo, aunque sea de forma virtual, ha jugado a favor de obra

En ese sentido, la evolución de las alineaciones ha sido reveladora: Walter Caprile se estrenó ante el Rayo Vallecano B con un once en el que no estaban jugadores importantes de la era Pepón y que han terminado por ser determinantes en el desenlace, como Vivi, Álex Krehl -máximo goleador final con ocho tantos- o Gonzalo Talavera. Además, ese día el técnico charrúa aún no disponía de Luis Juárez, pieza clave en el armazón táctico del medio campo, cuya lesión fue todo un hándicap en los planes de partido últimos de Pepón; y el entonces recién llegado Sergio García empezó en el banquillo. Es decir, cinco de los titulares que ganaron a Las Rozas. Caprile, apoyado en el asesoramiento del entonces director deportivo y segundo entrenador, Marcelo Romero, diseñó un nuevo medio campo, con Santi Castelnoble -representado por la empresa y ya baja en el equipo-, y Mario Alin en torno a Álvaro, más un tridente de ataque con Fer Zaragoza -luego lesionado- y Rober Muñoz, ambos abiertos a las bandas, y el juvenil Dani Sánchez como referencia en el eje del ataque. El resultado fue nefasto: el equipo se mostró desnaturalizado, cuando no confundido, y el Rayo Vallecano B mostró una superioridad en el campo más rotunda de la que indicó el 0-2 final.

Reconfiguración

A partir del aciago debut, Caprile rectificó y en el partido siguiente, en La Canaleja ante el Trival Valderas, rescató a Talavera, Álex Krehl y Juancar. Con este último, pieza clave con Pepón en el puesto de lateral derecho con llegada -cuatro goles anotados en Liga-, hizo el experimento de avanzarle al puesto de interior, para hacer hueco a Sergio García a su espalda. La reconfiguración del equipo tuvo efectos inmediatos: la defensa se afianzó, Álex Krehl se destapó con dos goles en la primera parte y el Villalba ganó 1-3.

Esa victoria estabilizó la línea de resultados del equipo, mejores siempre fuera de casa que en la Ciudad Deportiva, como también pasaba con Pepón. Los gatillazos ante Real Aranjuez (0-1), Torrejón (0-2) y Getafe B (0-6) abundaron en ello, antes de que el equipo se corrigiera así mismo de la manera más insospechada: ganando al campeón Ursaria y apeando del playoff a Las Rozas con un triunfo memorable. Seis puntos en la Ciudad Deportiva con los que pocos contaban, logrados con un equipo muy reconocible, con Luis Juárez, Vivi y Altamirano reinsertados de hace tiempo en el engranaje, y un estilo consecuente con la idea de sus diseñadores: velocidad para contragolpear a partir de una buena defensa en todas las líneas y, ahora sí, la mayor pegada de la temporada.

Quizá ese estilo sea el que explique los problemas del equipo cuando le traspasaban el peso de los partidos y, en contrapartida, su alto grado competitivo ante los equipos grandes. Pero el caso no es tanto eso como la visión de Walter Caprile para cerciorarse de que las piezas ya estaban colocadas a su llegada, con los mimbres primigenios de Preferente, reclutados en su día por Martín Ferriz y afinados sucesivamente por Pepón, Borja Fernández-Blanco, Nacho Tintó, y los complementos aportados por la actual dirección deportiva. Del resto, se han encargado el grupo humano que conforma la plantilla y el talento de Walter Caprile para gestionar una herencia que ahora se ha revelado como válida: la de Pepón y su equipo. El uruguayo tendrá como premio una oferta para renovar antes de diez días -que también se hubiera producido en caso de descenso-, y el técnico serrano recibió un cariñoso mensaje de agradecimiento del presidente poco después de la apoteosis ante Las Rozas, dando una especie de fe notarial al valor de una herencia deportiva bien gestionada, a pesar de todo.

Jaime Fresno

Send this to a friend