El Atlético Leones sella el ascenso con un 4-0 a la ADC Castilla y volverá a rugir en Primera Regional

El Atlético Leones de Castilla volverá a su sitio natural de Primera Regional tras rematar su ascenso con una victoria por 4-0 ante la ADC Castilla, en una tarde de fiesta para los casi 300 espectadores que acudieron al Nuevo Raso. Pocos, por no decir ninguno, tenían dudas de que el gran objetivo caería como fruta madura por San Isidro, después de la derrota a mediodía del Villaviciosa B. El único equipo que albergaba remotas opciones de coger al Leones en la segunda plaza perdió en el último minuto por 4-3 en Colmenarejo ante la Gimnástica, después de ir ganando por 0-2. Toda una señal. Por la tarde, el cuadro de Joe Maset no desaprovechó la ocasión y remató la tarea con una plácida goleada a una ADC Castilla que apenas opuso resistencia.

Los de Joe Maset suman 21 partidos sin conocer la derrota y se acercan al título de Liga, al aprovechar también el empate del Nuevo Boadilla en Alpedrete para tomar el liderato en solitario

El pitido final desató la celebración a ras de césped entre jugadores, cuerpo técnico y directiva, mientras todos eran jaleados desde la grada del Nuevo Raso. Maset, el técnico que ha obrado el resurgir del segundo club más antiguo de la Sierra, fue manteado por sus jugadores en varias ocasiones, mientras el presidente, José Herrera, mostraba la emoción propia de quien vivió en su momento la caída al sótano de la Tercera Regional y ahora disfruta observando cómo su equipo deja atrás su mayor bache deportivo al menos en lo que va de siglo.

El dato es muy llamativo: el Atlético Leones nunca había bajado de Primera Regional desde el ascenso logrado a mediados de la década de los ochenta -entonces todavía como equipo de la Federación Castellana-, hasta que cayó en la temporada 2014/2015 después de tres décadas moviéndose entre esa categoría y la Preferente, la máxima de la Regional tras la constitución de la Federación de Madrid en 1988. Desde ese punto de vista, el ascenso de este domingo marca un hito en los 64 años de existencia de la entidad de Guadarrama. Todos coinciden en que el Leones regresó este domingo a su lugar natural.

Cómoda victoria

El Atlético Leones no tuvo mayores problemas para rematar el objetivo. Marcó territorio de salida y no tardó en descubrir la debilidad defensiva de la ADC Castilla en los envíos largos, buscando la movilidad de Raúl y de Hugo Arribas. Tras un par de avisos de ese estilo, sin posibilidad de remate para los puntas, el gol terminó por caer a los ocho minutos en una jugada que acertó a salvar en primera instancia el guardameta Óscar, antes de ser remachada bajo palos por Hugo Arribas. El 1-0 acentuó aún más la sensación de dominio abrumador del cuadro verdiblanco, mucho más intenso y veloz que su rival, y el 2-0 llegó a la siguiente ocasión, esta vez como premio al despliegue del Víctor Omaba como centrocampista de recuperación y llegada. El 19 del Leones fusiló casi a placer el portal castillista y dejó el partido encarrilado antes del primer cuarto de hora.

Que no era la tarde de la Agrupación quedó claro poco después, cuando el colegiado, Barrios Vázquez, decretó penalti por una supuesta mano de Juan Arias y su máximo goleador, Adrián Herranz, vio como Valero le adivinó el trallazo que trató de ajustar a la derecha del portero verdiblanco. El lance, celebrado en el Nuevo Raso como otro gol, difuminó definitivamente el intento de reacción de los de Sergio Soriano, que a partir de ahí jugaron hasta donde quiso el Leones, limitados a circulaciones horizontales y muy expuestos a cada dentellada del tridente atacante de Joe Maset.

La segunda parte nació casi con el mismo guión: el Leones salió a por más goles y el tercero sólo tardó cinco minutosen llegar, en una buena jugada gestada por Hugo Arribas y remachada por Juan Arias. El 18 verdiblanco, muy activo todo el partido, aún pudo ampliar su cuenta casi a renglón seguido, con un disparo desde fuera del área que escupió la cepa del palo, con Óscar batido. Sergio Soriano apeló entonces a lo poco que tenía en el banquillo -apenas tres jugadores-, para intentar meter más frescura con Sofian y Vinícius, pero la ADC Castilla siguió sin reaccionar, con Adrián Herranz y Marcos Pastor lejos de la portería de Valero.

1. Con el partido cerrado, Joe Maset apuró el cupo de cambios para que disfrutasen del momento el máximo número de jugadores, al tiempo que Hugo Arribas ponía la rúbrica: el pichichi robó un balón en tres cuartos, ganó el área caracoleando sobre dos defensores, y cruzó un zurdazo raso y ajustado para poner el 4-0, en lo que fue su gol número 26 en Liga. Todo el equipo se fue tras el goleador para formar la piña que sirvió de anticipo a la celebración final. Imágenes que avisan de que el Leones volverá a rugir en Primera con un ascenso ganado a pulso y más que merecido.

Jaime Fresno