Collado Villalba dice adiós a una década de ‘dominio mental’ en la Comunidad de Madrid

El Ajedrez Collado Villalba cede al Diagonal de Alcorcón el título de la División de Honor madrileña que había ganado en las diez últimas ediciones.

Se acabó el ‘dominio mental’ de Collado Villalba en la Comunidad de Madrid. El Club Ajedrez Collado Villalba, campeón de la máxima categoría de División de Honor en las diez últimas ediciones, cedió el trono regional al Diagonal de Alcorcón el pasado 17 de marzo, cuando se disputó la última de las 14 jornadas de Liga y se consumó una noticia histórica en el ajedrez de Madrid, que al menos desde la temporada 1979/1980 no había conocido un dominio tan abrumador.

Incluso en los últimos años, la gran alternativa al Ajedrez Collado Villalba también estaba en la localidad serrana, con el pujante Club 64 Villalba, subcampeón en cinco ocasiones y, en este curso, número 1 en el ranking de la Liga por ELO medio (sistema que mide la fuerza de un equipo trazando la media de puntos de sus jugadores).

Ni uno ni otro han podido evitar que el título se quedase este año en las vitrinas del Diagonal de Alcorcón, un campeón que ha presentado unos números mucho más modestos que el diez veces campeón. Con ocho triunfos, dos empates y cuatro derrotas, el sucesor del Ajedrez Collado Villalba en el palmarés presenta los peores números de un campeón, al menos en la última década, síntoma evidente de que el título se ha vendido más barato.

Renier Vázquez
Renier Vázquez, del Ajedrez Collado Villalba

Temporada torcida

El conjunto de los datos habla de una decepción en toda regla por parte de los dos equipos villalbinos, que partían en los dos primeros puestos del ranking, gracias a la inclusión en sus formaciones de un gran número de ajedrecistas titulados y con nivel internacional. El Collado Villalba, por ejemplo, se presentó a la Liga con un Gran Maestro -máxima titulación-, Renier Vázquez, jugador de origen cubano que ha representado a España en Olimpiadas, además de los maestros internacionales, Daniel Pulvett -en su día subcampeón del Mundo de ajedrez para invidentes-, y Adrián Suárez, más los maestros FIDE, Miguel Ruiz, Gabriel Quispe y Llliam Bárbara Blanco.

Y el 64 Villalba, que reconoce haber comparecido con el mejor equipo de su historia, presentó una lista con tres maestros internacionales: Alejandro Moreno Trujillo, Aarón Alonso y Jesús Garrido, más el Gran Maestro, Hasan Abbasifar, complementados por tres maestros FIDE de gran nivel: el mejor jugador soriano, Antonio Rupérez; Cristian Aranda; y el joven sueco de 15 años, Edvin Trost, que con 2.442 puntos ELO entró directo en el tercer tablero, con un puntaje más propio de los primeros espadas.

A la hora de la verdad, ese inmenso potencial no ha lucido en una Liga en que la consistencia y la regularidad son fundamentales, sobre todo en lo relativo a minimizar las bajas que se suelen producir en según qué jornadas. Ninguno de los dos equipos villalbinos ha podido alinear regularmente a sus equipos de gala, y en ese sentido las estadísticas son demoledoras: el Collado Villalba ha pagado la baja participación de su número 2, Daniel Pulvett, que sólo ha jugado en tres de las 14 jornadas, con el gris saldo de dos tablas y una derrota, y la discreta Liga de su jugador franquicia, Renier Vázquez, que ha firmado sólo 5,5 puntos en 12 partidas, tras ser fundamental en los diez títulos obtenidos por su club. A la hora de la verdad, lo mejor del defensor del título ha estado en los ajedrecistas de segunda línea: Gabriel Quispe, que lo ha jugado todo, sumando 9,5 puntos de 14 posibles; y Adrián Suárez y Miguel Ruiz, con nueve puntos cada uno.

Al comienzo de la temporada nada hacía presagiar que el decacampeón claudicase: el Collado Villalba ganó en la primera jornada del 19 de noviembre a sus vecinos del 64 Villalba (4-2), y se impuso en las tres siguientes rondas a Blanco y Negro, San Fernando de Henares y Móstoles. Sin embargo, su sólido liderato empezó a verse amenazado en la quinta jornada, con la derrota ante el V Centenario. Fue la señal de que algo no marchaba bien, puesto que después perdió ante el Diagonal de Alcorcón, empató con el Tajamar -a la postre subcampeón-, y cayó por vez primera en el derbi villalbino ante el Club 64 – Miscasa (3,5-2,5).

El Collado Villalba no pudo sobreponerse a ese bache y alcanzó la jornada final sin opciones al título, cerrando su participación con dos nuevas derrotas ante el Diagonal de Alcorcón y el Tajamar, equipo ante el que cedió el último día por un contundente 0,5-5,5, un resultado casi desconocido en la trayectoria de quien ha dominado el ajedrez madrileño desde la temporada 2013/2014, cuando destronó al Virgen de Atocha, entonces campeón durante cuatro ediciones consecutivas.

Aarón Alonso, ajedrecista del 64 Villalba
Aarón Alonso, ajedrecista del 64 Villalba

Irregular 64 Villalba

El desplome del Ajedrez Collado Villalba, en cuya trayectoria también destaca el subcampeonato obtenido en la temporada 1986/1987, tampoco ha derivado en un relevo por parte del 64 Villalba-Miscasa, capaz de discutir su década prodigiosa con hasta cinco subcampeonatos y, por vez primera, apareciendo por encima de sus vecinos en el orden de fuerza y, además, con diferencia, puesto que el club presidido por Luis Blasco de la Cruz era el único de la Liga con un ELO medio superior a los 2.400 puntos. Sin su gran estandarte, el maestro internacional andaluz, Alejandro Moreno, y con su único Gran Maestro, Hasan Abbasifar, sumando apenas un punto, el 64 Villalba ha marcado una trayectoria irregular que, pese a todo, le tuvo con remotas opciones de título en la última jornada, en la que dependía de las derrotas del Tajamar y el Diagonal de Alcorcón. No se dieron, y los villalbinos se tuvieron que conformar con la tercera posición, el sexto podio en su palmarés. No era lo esperado.

Con sus primeros espadas bajo mínimos, el peso de la puntuación del 64 Villalba lo han llevado cuatro jugadores, dos de ellos nuevos en el equipo: el maestro internacional, Aarón Alonso, que ha sumado siete puntos en nueve partidas, y el joven sueco de 15 años, Edvin Trost, autor de 6,5 puntos en diez partidas, en calidad de número 3 del equipo. Los otros dos han sido Ismael Amador y Daniel Pinto, que han aportado siete puntos cada uno jugando en tableros bajos, dado que los seis emparejamientos de cada match se disponen enfrentando a jugadores equivalentes en el orden de fuerza, y ellos partían respectivamente como números 9 y 10 del equipo.

El gran nivel de Villalba

Está por ver si la pérdida del gran título del ajedrez madrileño por equipos es sólo un breve paréntesis o, por el contrario, marca una nueva tendencia en el ‘dominio mental’ de la Comunidad de Madrid, que en la última década no ha hecho sino reflejar la gran capacidad de los clubes de Collado Villalba para captar talento nacional e internacional. Por los tableros de la localidad han pasado jugadores de la talla del peruano, Julio Granda, considerado como el jugador sudamericano más brillante de siermpre, después del mítico campeón mundial de los años veinte del pasado siglo, José Raul Capablanca; o internacionales con España como Renier Vázquez, y jugadores como Alejandro Moreno, capaces de derrotar al número 1 español, Paco Vallejo, en un duelo oficial de Campeonato de España.

En cualquier caso, el nombre de Collado Villalba tiene un sitio asegurado más allá de la  competición, puesto que sigue muy vigente su trabajo en otras vertientes del deporte ciencia, como el ajedrez educativo y sus aplicaciones a nivel social y terapéutico, gracias a proyectos del 64 Villalba que han contado incluso con financiación europea del programa Erasmus+, y también está en la vanguardia pedagógica, con un extenso programa de enseñanza del ajedrez que abarca desde las clases extraescolares a las de primer nivel. En estas últimas, el Club 64 llegó a contar con Elizbar Ubilava, nada menos que el entrenador del pentacampeón mundial, el indio Viswanathan Anand. 

Luis Blasco
Luis Blasco, presidente del Club 64 Villalba

Luis Blasco: “Es el año con el campeón con más derrotas, se han dado resultados sorprendentes”

El sorprendente desenlace de la División de Honor de Madrid, con los equipos villalbinos fuera de las dos primeras posiciones pese a liderar el orden de fuerza, ha levantado mucha autocrítica en los clubes. Este periódico no ha podido recabar la opinión del Club Ajedrez Collado Villalba, pero sí la del 64 Villalba-Miscasa, cuyo presidente, Luis Blasco de la Cruz, lamenta que “un tercer puesto no está mal, pero es cierto que viendo los resultados, el balance no es tan bueno: es el año en que el campeón ha tenido más derrotas, no recuerdo ninguno de estos años con un campeón con cuatro derrotas, ni siquiera nosotros en las temporadas en las que no hemos ganado. Ha habido resultados sorprendentes, como que fuimos capaces de ganar al campeón y empatarle en el otro encuentro, y de ganar a todos los favoritos, si no los dos encuentros, al menos uno. Pero en cambio, hemos perdido con equipos que han bajado. La temporada no es buena, llegamos a rozar los puestos de descenso directo, y para un equipo que se supone estaba hecho para ganar, no es un buen resultado”.

El presidente del 64 admite que “se busca siempre un resultado acorde a los jugadores que tienes. Este año teníamos el equipo más consistente, más sólido… Es cierto que hemos tenido bajas importantes como la de Alejandro Moreno; aun así, teníamos el equipo más compacto. Hemos fallado más en casa que fuera, y eso no tiene demasiada lógica”.

En el plano individual, Blasco destaca la aportación de uno de los fichajes de este año, Aarón Alonso, con una aportación de siete puntos sobre nueve posibles, “y enfrentándose siempre al mejor rival del equipo contrario, lo que es un valor añadido”, pero el resultado final del tercer puesto, partiendo del número 1 en el orden de fuerza, le hace muy autocrítico: “Hemos tenido jugadores que no han estado a la altura de las expectativas, ni por titulación, ni por puntos ELO… Hemos notado una cierta falta de implicación y de, seguramente, ilusión. Muchas veces cuando se habla en el fútbol y en otros deportes de hambre de ganar, en el ajedrez eso también es necesario. Llevábamos muchos años cerca del título y esta temporada, debido a la fragilidad de otros equipos y quizá al favoritismo que nos tocaba, podía ser nuestro año. Pero bueno, estuvimos ahí, a un punto del primero, no nos hemos quedado tan lejos”.

Jaime Fresno

        

Send this to a friend